La gran nevada de 1996 (I/II)

La nevada del 96 es una de las mayores que se recuerdan en los últimos 40 años. No se han registrado espesores tan grandes en el Sistema Central desde hace unas cuántas décadas. Todos los esquiadores madrileños soñamos con que se repita una situación así, que tuvo una serie de peculiaridades y consecuencias que analizaremos en este artículo. Hemos intentado recopilar todas las fotografías que hemos podido, tanto nuestras como de otras personas, a las cuales agradecemos infinitamente que hayan colaborado con nosotros. Muchas de ellas no habían sido publicadas todavía y algunas las hemos encontrado rebuscando en internet.

El inicio de la temporada de nieve 1995 – 1996 fue bastante normal, incluso deficitario. En Diciembre se llegó a registrar un espesor de 0,5 metros en la estación del observatorio meteorológico del Puerto de Navacerrada, pero las nevadas cesaron y la navidad fue muy escasa de nieve. De hecho, se reemplazaron los trineos de perros por carros con ruedas en una carrera que se realizó en el Valle de la Fuenfría. El año 1996 empezó siendo bastante malo.

Los datos que ofrecemos a continuación son datos históricos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). El espesor se mide a las 07:00 horas solares y los valores de precipitación se obtienen de las 24 horas siguientes.

19 de enero de 1996. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 5 cm. Precipitación: 13 l/m2.

La situación comenzó con la formación de un vórtice depresionario (no muy profundo) al NW de la Península Ibérica que produjo una advección de aire frío en capas bajas y el levantamiento de una lengua de aire cálido del sureste. La baja quedó estacionaria al W de la Península durante los días 20, 21 y 22 provocando convergencia en las Sierras de Gredos y Guadarrama de la masa de aire frío del NW que se colaba por la portilla del río Alberche, y la de aire cálido y muy húmedo del sur y del este que llegó por el Portillo de Hellín.

20 de enero de 1996. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 16 cm. Precipitación: 11 l/m2.

21 de enero de 1996. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 53 cm. Precipitación: 143,5 l/m2.

El viento cálido del sur y este procedente del Mediterráneo remontó las invasiones de aire frío que circulan por los valles del Jarama- Henares y Alberche-Guadarrama, situándose la rampa de ascenso desde Madrid hasta el Puerto de Navacerrada donde se produjo la mayor convergencia. Estas masas de aire cálido y muy húmedo del sur se encontraron en su ascenso con un embolsamiento de aire muy frío en altura. Esto es lo que dio lugar a las nevadas más copiosas, el día 21: 166 l/m2 en 24h en el Puerto de Los Leones; 150 l/m2 en 24h en el Puerto de Navacerrada. Este valor fue el máximo registrado hasta la fecha en este lugar desde que se recogen datos, allá por 1920.

La baja estacionaria al W peninsular siguió enviando oleadas frontales y las nevadas continuaron los días 22, 23 y 24 pero no tan copiosas. En el mes de enero cayeron en total 559 litros/m2 (470 en forma de nieve), un valor no registrado hasta la fecha. Este es el segundo récord que se batió en el observatorio del entonces Instituto Nacional de Meteorología. Si consideramos que la media anual en este lugar es de unos 1326 l/m2, nos podemos hacer una idea de ello.

En esta imagen del satélite Meteosat se aprecia perfectamente la borrasca estancada enviando sucesivas oleadas fromtales en las primeras horas de la tarde del 21 de enero. Es en este momento en el cual dio comienzo la verdadera gran nevada. Mientras escribo esto, se me herizan los pelos…

Según nos ha comentado algún antiguo empleado de la estación de esquí, esa tarde tuvieron que huir de allí al ver cómo por momentos todo quedaba atrapado por la nieve. No hicieron lo mismo los varios centenares de personas que se quedaron en las residencias aquella noche sin saber lo que les esperaba… recordemos que era domingo y el Puerto estaba lleno de esquiadores y empleados que se vieron atrapados esa noche y decidieron esperar.

22 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada; 150 cm. Precipitación: 71 l/m2.

Tal y como yo lo recuerdo personalmente, no fue para tanto. Entonces tenía 3 años y mi hermano 5. Había caído una buena nevada, pero nada excepcional para lo que estábamos acostumbrados. A medida que fuimos llegando a las casas más altas de Cercedilla, por la zona de Camorritos, nos fuimos encontrando con espesores cada vez mayores y algún que otro árbol caído por el peso de la nieve. Aquí siempre se ha dicho que las mejores nevadas caen cuando la temperatura supera los 0ºC, qué mejor ejemplo que este.

Mientras tanto, el tráfico estaba completamente interrumpido en los puertos de montaña. La mayoría de ellos quedaron inaccesibles a las máquinas quitanieves debido a la enorme cantidad de pinos que cayeron por el peso de la nieve en las ramas. Las carreteras estaban bloqueadas. Por si fuera poco para los que se habían quedado atrapados en el Puerto de Navacerrada, el suministro eléctrico se fue

23 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 170 cm. Precipitación: 52,5 l/m2.
Despejar la carretera no era un trabajo fácil. Hacía falta ayuda de los bomberos para talar los troncos de los árboles caídos que se iban encontrando las máquinas bajo la nieve y que previamente había que desenterrar. Algunas personas decidieron bajar andando desde el Puerto hacia Cercedilla, siendo recogidos por la Guardia Civil en los puntos en los que la carretera se encontraba más o menos despejada.

24 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 175 cm. Precipitación: 8,5 l/m2.

Los días 25 y 26 de enero hubo una tregua de buen tiempo. El sol salió al fin y algunos empleados del Puerto de Navacerrada accedieron por la carretera. Fue el caso de Luis Pantoja, responsable en ese momento de enviar los datos meteorológicos. Por suerte, ningún dato faltó durante este episodio, debido a que el jefe del observatorio se quedó encerrado allí toda la semana. Sin Gregorio, no sería posible contrastar los datos de precipitación de los que estamos hablando.

El viento fue otro gran protagonista en este episodio de nevadas. Podemos apreciar las dunas en la nieve y los enormes ventisqueros que se habían formado. Todo estaba cubierto por una gruesa capa de cencellada, algo bastante normal en esta sierra.

Tras estos muros de nieve se encontraba el aparcamiento de Dos Castillas.

Grandes ventisqueros, ventanas tapadas y coches cubiertos completamente por la nieve en los edificios de los Cogorros. Días más tarde, este cartel del INM de la foto quedaría sepultado y el coche, que por suerte pudo ir siendo desenterrado, quedó finalmente atrapado en un agujero de 2 metros y medio.

El jardín meteorológico está rodeado por una valla de unos 3 metros de altura. El día 25 de enero este era su aspecto. El 2 de febrero el lugar de medición alcanzaría el máximo espesor registrado en todo el año 1996: 230 cm de nieve. Aquel día no hizo falta abrir la puerta ni saltar la valla para entrar, porque esta directamente había desaparecido.

Para que no exista confusión, comentamos que este no ha sido el máximo espesor registrado. En 1972, por ejemplo, se estuvieron registrando durante una larga temporada espesores de entre 250 y 350 cm de nieve en el mismo lugar, con la diferencia de que en aquella ocasión no fue producto de una sola nevada sino de un largo periodo de nevadas continuas dentro de valores de precipitación algo más usuales. Hay fotografías antiguas muy buenas en esta página del foro de Nevasport.

Así se encontraron el aparcamiento de Cotos y la carretera de Valdesquí nuestros amigos de la Venta Marcelino. (Foto: Archivo Venta Marcelino).

Siete Picos, 26 de enero de 1996. Fijaos bien en la ladera sin pinos del 5º pico. Si conocéis esa zona (proximidades de la canal de la K) sabréis que es una ladera formada por grandes bloques y placas rocosas. En la foto, parece casi liso. Tan sólo están descubiertos de nieve los extraplomos de la parte inferior de la Canal de la X. Todo lo demás está forrado por nieve y cencellada. Irresistible.

Esta fotografía está tomada por el Patriarca Rider desde el mogote de rocas de la cima del Séptimo Pico. Los pinos cimeros no eran más que pirámides de cencellada y nieve semienterradas. Normalmente para llegar al vértice geodésico hay que trepar para superar estos 15 o 20 últimos metros. En el 96 este escalón desapareció debido a la presencia de un ventisquero gigante por el que se podía subir andando perfectamente.

Autorretrato desde la cima de Siete Picos. El ventisquero del que hablábamos se aprecia malamente a la izquierda. En estos momentos Luis se disponía a bajar por la Canal de la X, como tantas veces había soñado y como posteriormente lo hemos hecho nosotros.

Primera foto del descenso, ya en la línea de comienzo del pinar. Aun quedaban unos cuantos giracos en el powder.

Nos gusta mucho reconocer todos los lugares de las fotos antiguas y se nos suele dar bastante bien, pero aún no hemos sabido encontrar este sitio. Demasiada nieve como para saber cuál es la roca de la derecha. Lo encontraremos…

Este sitio sí que sabemos cuál es. Bajando por el pinar nos vamos encontrando con una serie de planchas de roca que dejan esta ladera al descubierto. Las nubes de la cima indicaban bien que era el fin de la tregua

27 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 175 cm. Precipitacion: 38,5 l/m2.

Vuelven las precipitaciones. Las tareas de limpieza en los puertos continúan y ya eran muchas las personas que habían subido a marcar con palos la situación de sus vehículos para que no fuesen destrozados por la rolba. De todas maneras, no era suficiente marcarlos para dejarlos a salvo. Los que no los intentaron desenterrar dejaron que la húmeda nieve se apelmazara sobre ellos, hundiendo la suspensión y destrozándolos poco a poco. (Foto: www.listadotren.es via anden1.org).

28 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 180 cm. Precipitacion: 82, l/m2.

En esta foto se pueden apreciar a la derecha una gran cantidad de troncos de pinos talados en el margen de la carretera del Puerto de Navacerrada. Continuaba nevando con relativas altas temperaturas y la nieve era muy húmeda. Si comparamos la variación del espesor con la precipitación caída esos días, veremos que gran parte de lo que caía contribuía en mayor medida a apelmazar y compactar el manto.

Encontré esta fotografía en foro.tiempo.com y es procedente del foro de Nevasport, según @meteomostoles.

29 de enero. Espesor registrado en el Puerto de Navacerrada: 190 cm. Precipitacion: 4, l/m2.

Fuente de los Geólogos, accediendo a pie por la carretera que sube desde Cercedilla…

…y accediendo con esquís de travesía desde el otro lado, después de dejar el coche en los restaurantes La Isla y Pinos Puente, por la carretera que sube del Paular a Cotos. (Foto: Roberto Guirao).

Foto: Roberto Guirao.

Bajando el muro de nieve para entrar al edificio del Club Alpino, al cual normalmente se accedía subiendo unos escalones. Durante la noche, la chimenea, de 1 metro de ancho no pudo soportar el peso de la nieve. (Foto: Roberto Guirao).

Esta excavadora se encontraba en la parte superior de la pradera de Cotos, a unos metros del lugar en el que ahora se encuentra la caseta de los guardas.(Foto: Roberto Guirao).

Fueron nevadas muy húmedas y no muy frías. No veremos muchas fotos de huellas profundas, Esto nos da idea del nivel de compactación y la densidad del manto. (Foto: Roberto Guirao).

Uno de cada diez pinos estaba tronchado. (Foto: Roberto Guirao).

Ventisqueros en el Puerto de navacerrada. (Foto: Carlos Muñiz).

Cuanto más tiempo pasaba, más difícil era retirar la nieve. El proceso de apelmazamiento se veía reforzado por la humedad de la niebla y las ya débiles precipitaciones que continuaban cayendo. (Foto: Carlos Muñiz).

Fantasmagórica imagen del interior de los remontes de La Pinilla. (Foto: foro de Nevasport).

Muros de nieve de varios metros de altura en el antiguo edificio de Dos Castillas. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

Apartando la nieve en el mismo lugar. Tanto esta como las siguientes fotografías de Javier Urbón pertenecen al reportaje que podemos encontrar en su blog sobre estea nevada, en este enlace que os recomendamos consultar.

A los lados de la carretera del Puerto se encontraban los coches que no habían sido desenterrados. Poco a poco la nieve fue apelmazándose, helándose, humedeciéndose y rehelandose. Cuando, semanas más tarde, esta fue desapareciendo, ya nada se pudo hacer con las chatarras aplastadas que quedaron. (Foto: Javier Urbón).

Pese a las duras condiciones, nadie dejó de trabajar durante estos días. (Foto: Javier Urbón).

Frente a los edificios de la Escuela española de esquí. (Foto: Javier Urbón).

A la transformación del manto debido a las condiciones meteorológicas había que sumarle toda la nieve sucia y acuosa de la carretera que apartaban las rolbas. Si aún no habías desenterrado tu coche, lo tenías difícil. (Foto: Javier Urbón).

Frente a la Venta Arias, otro coche más atrapado más. (Foto: Javier Urbón).

Parte de la nieve que tiraban las máquinas quitanieves eran bloques de rehielo. (Foto: Javier Urbón).

Aparcamiento del Puerto de Navacerrada, al fondo la Loma del Noruego. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

Muros de nieve a los dos lados de la carretera que une el Puerto de Navacerrada y el de Cotos a la altura de Arroyo Seco. (Foto: Carlos Muñiz).

Esta es una de las imágenes más características de esta nevada. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

Esto era lo mínimo que le podía ocurrir a los coches que no habían sido marcados antes del paso de la rolba. (Foto: Javier Urbón).

La Venta Marcelino. (Foto: Javier Urbón).

Esta es la carretera del Puerto de Cotos. Fue lo que más se tardó en abrir, aunque algunos dicen haber podido acceder con todoterreno desde Rascafría. (Foto: Javier Urbón).

Nuestro amigo Javier mide 1,85 m. Podéis imaginaros el espesor que había en el aparcamiento de Cotos. (Foto: Javier Urbón).

Muy cerca de la Laguna grande de Peñalara. (Foto: Javier Urbón).

Cascada de la Pared Negra en Peñalara. Los primeros resaltes estaban totalmente cubiertos. (Foto: Javier Urbón).

No sabemos hasta qué punto está velada esta imagen de los Siete Picos, pero la cresta y el pinar se ven muy blancos… la foto está hecha desde la carretera que sube hacia el Ventorrillo. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

Fuente de los Geólogos. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

Las laderas de La Bola estaban lisitas, lisitas. Esta curva es la que hay inmediatamente después del desvío a la estación de tren del Puerto de Navacerrada. (Foto: Fernando Llorente).

Aquí las tareas de limpieza con la rolba no cesaron en varios días. (Foto: Javier Urbón).

Estación de tren del Puerto de Navacerrada. Volvió el sol. (Foto encontrada en foro.tiempo.com).

De nuevo, la calle que sube a las taquillas de La Bola. Justo detrás, el muro de nieve que separaba la carretera del aparcamiento. (Foto: Fernando Llorente).

Los ventisqueros y las cornisas que se formaron en el aparcamiento de el Puerto eran considerables… (Foto: Luis M. Peña)

Los empleados de la estación de esquí tuvieron que cavar túneles para acceder a lsu lugar de trabajo. Este concretamente es el depósito que hay en la zona superior de la pista de El Bosque. (Foto: Luis M. Peña)

Telesilla de El Bosque. Los pinos escondidos en bloques de nieve y hielo. (Foto: Luis M. Peña)

Telesilla de la pista del Telégrafo. (Foto: Luis M. Peña).

La caseta de enfermería que hay frente al telesilla de La Bola tenía las puertas completamente tapadas. (Foto: Luis M. Peña).

Grandes dunas de viento en la ladera oeste de Guarramillas. (Foto: Luis M. Peña).

El antiguo telesquí de La Bola completamente petrificado… (foto: Luis M. Peña)

…y en algunos tramos, enterrado. (Foto: Luis M. Peña).

Esta es de las pocas panormámicas que hemos conseguido del macizo de Peñalara y Claveles, gracias a Javier Urbón. No solo nos sorprende la cantidad de nieve en los cordales, también llama la atención la homogeneidad del terreno en las lomas próximas al pinar, por ejemplo, la Hoya de Pepe Hernando. Esta imagen está realizada en la subida a La Najarra. (Foto: Javier Urbón).

Soto del Real visto desde La Najarra. (Foto: Javier Urbón).

Cancho de los Gavilanes en el circo posterior de la Pedriza, collado Matasanos y casi Asómate de Hoyo. (Foto: Javier Urbón).

Descenso de La Najarra, cara sur. Es la bajada desde la loma entre la cima y el pequeño refugio en dirección a la Pedriza. (Foto: Javier Urbón).

Subiendo hacia La Najarra. (Foto: Javier Urbón).

Así estuvo el Chalet de La Fuenfría (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Subida a La Najarra el 8 de febrero de 1996 (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Espectacular foto de las Dos Hermanas (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Cima de Peñalara y Claveles (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Subida a La Najarra (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

(Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Echando un vistazo desde La Najarra hacia La Pedriza. Impresionante (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Vistas desde el mismo lugar hacia La Maliciosa (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Cima de La Maliciosa (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

El Peñotillo (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

La Maliciosa a reventar de nieve (Foto: Pedro Nicolás Martinez).

Unos cuantos días más tarde, este seguía siendo el aspecto de la Venta Marcelino. (Foto: Archivo Venta Marcelino).

La Venta Marcelino en el Puerto de Cotos. (Foto: Archivo Venta Marcelino).

Esta es la única foto que hemos conseguido en la que se pueda ver algo de Peñalara. No tenemos ni una. Sabemos que hubo acumulaciones monstruosas. Por ejemplo, según cuenta el Patriarca Rider, la Laguna Grande no se podía situar en ningún lugar concreto a simple vista, porque había un ventisquero gigante por encima. La nieve en cotas altas llegó a desdibujar las líneas principales del terreno en algunas zonas. (Foto: Archivo Venta Marcelino).

Paleando nieve en Cotos, terraza de la Venta Marcelino. (Foto: Archivo Venta Marcelino).

Curioso el molde de coche tras apartar el vehículo. Esta imagen ilustra perfectamente el nivel de compactación de la nieve. (Foto: Fernando Llorente).

Imponentes muros de nieve para entrar en el Alquiler de Verdesoto. (Foto: F Santos).

Vista hacia el otro lado. (Foto: F Santos).

Bar situado en el emplazamiento del actual Dos Castillas. (Foto: F Santos).

La antigua churrería del Puerto de Navacerrada tuvo que ser desenterrada de la nieve. (Foto: F Santos).

Se utilizaron todo tipo de máquinas para ayudar en los trabajos de limpieza de la nieve: excavadoras, rolbas, quitanieves, orugas, etc. (Foto: F Santos).

Atasco a la altura del segundo aparcamiento del Puerto de Navacerrada. (Foto: F Santos).

Vamos retrocediendo camino en sentido contrario, camino del puerto de Cotos, bajo los característicos terraplenes que quedan en la ladera superior a la carretera. (Foto: Roberto Guirao).

Otra más de la Venta Marcelino. (Foto: F Santos).

Aparcemiento de Cotos. A la derecha  y en la próxima foto se puede observar la antigua percha de la pradera de Cotos.  (Foto: F Santos).

(Foto: F Santos).

Aunque aun todavía no estaba todo limpio, ya eran muchos los que habían subido con los esquís y con los crampones para disfrutar del paquete que había. (Foto: F Santos)

Hemos sabido que algún equipo especializado realizó mediciones de espesor en varios puntos de la cordillera. Esta es la Loma del Noruego. (Foto: foro Nevasport)

Puerto de La Morcuera. (Foto: foro Nevasport)

En la parte superior de la fotografía podemos observar restos de un pequeño alud de placa. En el Sistema Central no fueron frecuentes las avalanchas debido a la rápida transformación del manto nivoso, que fue asentando día tras día. Foto: foro Nevasport)

Cuerda Larga. (Foto: foro de Nevasport).

 

 

Últimas limpiezas en el aparcamiento de Cotos. Tras reparar los daños causados, tocaba sacar provecho a lo ocurrido… (foto encontrada en foro.tiempo.com)

…así que llegó la hora de que los turistas, curiosos, aficionados y todo tipo de gente subiese a verlo y disfrutar del buen tiempo y los metros y metros de nieve que había acumulados. (Foto: Juan Plaza).

También las televisiones, los periodistas y los «videoaficionados».

Hora de abrir las estaciones de esquí. (foto: forotiempo.com)

En Valdesquí los ventisqueros llegaron a cubrir completamente algunas pilonas que alcanzaban los 10 metros de altura. (Foto: foro Nevasport)

También nosotros subimos a esquiar, claro que sí. Quizás en ese momento no sabíamos que ya se había desencadenado un complejo e inevitable proceso de transformación de nuestras pequeñas y juveniles mentes, una vocecilla que cada vez sonaba más fuerte dentro de esos gorros del Rey León… algo así como: «…quiero esquiar… …quiero esquiar… …quiero esquiar…»

Mientras tanto contuniaba otro proceso, algo más sonoro. Era el crujir de los miles de pinos que no pudieron soportar el peso de la nieve y que se troncharon en los pinares de todo el Sistema Central. Alguna mañana en la que salía el sol se empezaban a escuchar de repente los crujidos, como si se hubiesen puesto de acuerdo en caer todos a la vez. Durante lo que quedaba de invierno y de primavera, éste fue el aspecto de las laderas de pino silvestre.

Algunos emplazamientos concretos de pinar denso quedaron al completo descubierto tras este proceso. Es el caso de la Peña del Águila, por ejemplo: en ciertos lugares sólo había nieve y cadáveres vegetales.

La primera parte del reportaje termina aquí. Ya está publicada la segunda tanda de fotos, la mayoría de la Sierra de Gredos. Con ellas comprenderéis por qué hablamos de que la nieve «desdibujaba» el terreno.

La otra cuestión que abordaremos trata sobre algo que no mucha gente sabe: durante el 2014, pudo haberse repetido una situación parecida en el mes de marzo, en estas mismas montañas. Os explicaremos por qué…

Texto: Álvaro Pantoja; Imágenes: equipo RECmountain, salvo mención expresa.

Agradecimientos: Javier Urbón, Juan Plaza, Enrique Ribas, Rafael (Venta Marcelino), Carlos Muñiz, Fernando Llorente, Esther Miquel, Antonio Fernández-Cañadas, Luis Miguel Peña.

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Categorías: NATURALEZA, Nivología