Archivos por mes: January
Lyngen: Goalborri, cara este
Koppangen es un pequeño pueblo de pescadores al final de la carretera que va por la costa este de la península de Lyngen. Un lugar con mucho encanto y que es el punto de partida para unas cuantas ascensiones en esta vertiente de la cordillera, más fría y aislada que el resto. Nosotros encontramos más nieve pero también mayor peligro de aludes.
Ficha Técnica Mapa de Situación Vídeo
En nuestra visita a Lyngen, además de contemplar las auroras boreales, pudimos realizar las siguientes actividades: Russelvfjellet (canal SW); Stetinden (canal SW); Rundfellnasen (cara NE); Storgalten (canal W); Trollvastinden (cara W); y la cara Este del Pico Goalborri de 950 m de altitud:
Los Alpes de Lyngen son una agreste cordillera orientada de sur a norte que recoge la precipitación procedente de los fríos y húmedos vientos del Océano Glaciar Ártico. El hecho de estar orientada así, provoca que las condiciones en la costa oeste sean muy diferentes a la de la costa este. La primera recibe las masas de aire más húmedas pero también menos frías, por lo que la nieve suele estar en peor estado. La costa este, sin embargo, se encuentra protegida por las montañas de esas situaciones de temperaturas suaves y la nieve suele ser más abundante y fría.
Para acceder a Koppangen hay que dirigirse a Lyngseidet, capital de la región, y tomar la carretera que va hacia el norte hasta el final. Nos sorprendió ver mucha más cantidad de nieve por aquí, probablemente debido a que las temperaturas más frías conservan mejor lo caído. También el paisaje cambia algo al alternarse los bosques de abedul con los de píceas, dando al paisaje esas pinceladas verdes de sus hojas. Las lomas suaves se topan repentinamente con las paredes que caen a pico de las montañas más altas de este macizo, y allí la carretera termina.
En la ensenada justo antes de las paredes se encuentra Koppangen, un pequeño pueblo de pescadores en donde podemos ver los secaderos de arenques y bacalao en su puerto. Por el valle que se adentra entre el Golabarri y el Koppangfjellet, se accede a una de las zonas glaciares más grandes de esta parte de la cordillera. En esta ocasión, la encajonada ruta de acceso nos pareció demasiado peligrosa por los aludes.
El cielo cubierto y la cantidad de nieve polvo hacían presagiar que sería difícil alcanzar alguna de las cimas que rodean el pueblo. Empezamos a foquear desde el puerto con un espesor de más de un palmo de nieve polvo, algo compactada por el viento. Estas condiciones nos hacían pensar que debían existir placas de viento en muchas laderas por lo que elegimos una ruta a través del bosque que llegaba hasta el pie de una cresta. Esa cresta conducía hasta el Goalborri de 950 m de altitud y tenía unas palas no muy inclinadas en las que la nieve podría estar en buenas condiciones.
Al salir del bosque, el espesor de la nieve reciente ya era mayor de medio metro y ascender se iba haciendo cada vez más penoso. Al llegar al pie de la cresta, nos encontramos en medio de una gran placa de viento que se extendía por toda la ladera que pretendíamos esquiar. Rodeándola todo lo que pudimos llegamos hasta la cresta pero tuvimos que renunciar a esa bajada. Lo más sensato era descender por las mismas huellas de ascenso y tomando todas las medidas de precaución, incluyendo dejar muy a mano el asa del ABS.
La primera parte de nieve polvo compactada por el viento la descendimos con suavidad, hasta donde comenzaban las palas que llevaban al bosque. A partir de ahí, con una nieve que nos ofrecía más confianza, pudimos pegar unos cuanto sbuenos giros en la nieve polvo.
Al final, la bajada no fue lo que esperábamos, con las palas de nieve polvo más interesantes bastante compactadas por el viento y muy enganchonas. Pero la zona de bosque, con la nieve más suelta, fue una gozada. No nos arrepentimos de renunciar teniendo en cuenta las condiciones de inestabilidad y que los servicios de rescate por aquí pueden tardar unas cuantas horas en llegar. Siempre es preferible un punto de precaución mayor en estas condiciones inciertas. Aún quedaban muchas jornadas de esquí…
Y para rematar el día pudimos observar algunas auroras entre las nubes, ya desde nuestra cabaña.
Guía práctica:
Avión: Norwegian Airlines. Madrid-Oslo y Oslo-Tromso
Alojamiento: Svensby Tursenter, 9064 Svensby, telf. +4477210850 post@svensbytursenter.no
Aludes: Varsom
Auroras: aurora-service ; gi.alaska/europe
Otra información: Visitnorway ; Muntania
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESCANDINAVIA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Foto del día: enero 2016
Por fin esquiamos en Peñalara
16 de Enero 2016 – Ayer pudimos esquiar por fín en la Sierra de Guadarrama. Concretamente bajamos el Tubo Ruau entero y el Tubo Estrecho de los de la cima. Las condiciones son más que justitas pero rebuscando encontramos continuidad en estas líneas. Pero tenemos que advertir que las condiciones son PELIGROSAS: la nieve está muy dura, helada en algunas zonas, y cualquier caída puede tener graves consecuencias por golpes contra las rocas. Hay que tener mucho, pero que mucho cuidadín. A partir del próximo miércoles empezaremos a elaborar nuestro parte de nieve de la Sierra de Guadarrama con nuevos mapas de información sobre el peligro de aludes, el espesor y el tipo de nieve.
Buscando la nieve polvo en Piau Engaly
9 de Enero 2016 – No llegamos a pillar la nieve polvo del 6 de enero y aunque después se humedeció toda la nieve caída, pudimos encontrar algunos rincones en Piau engaly en los que levantar algo de spray. Nieve difícil de esquiar y algo encostrada o húmeda dependiendo de la orientación. Pero algunos rincones de las vertientes norte todavía mantenían la nieve polvo.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
Lyngen: Russelvfjellet, canal SW
Las auroras polares son uno de los espectáculos naturales más sobrecogedores que podemos contemplar, y para nosotros, esquiar bajo ellas era un sueño. Con ese propósito, pero conscientes de que necesitaríamos mucha suerte para que justo en esos días se dieran las condiciones necesarias, pusimos rumbo al norte, concretamente a los Alpes de Lyngen en Noruega, más allá del Círculo Polar Ártico.
Ficha Técnica Mapa de Situación Vídeo
En nuestra visita a Lyngen, además de contemplar las auroras boreales, pudimos realizar las siguientes actividades: Goalborri (cara E); Stetinden (canal SW); Rundfellnasen (cara NE); Storgalten (canal W); Trollvastinden (cara W); y la canal Suroeste del Pico Russelvfjellet de 794 m de altitud:
Mientras sobrevolábamos todo el nevado paisaje de Noruega, íbamos contemplando toda la cordillera que vertebra este país. Una infinita sucesión de montañas y llanuras nevadas, glaciares inmensos que vuelcan su hielo hasta el mar, y profundos y angostos fiordos. Al pasar el Círculo Polar Ártico las nubes ocultaban el paisaje hasta que el avión comenzó la aproximación y el descenso. Según nos aproximábamos al aeropuerto de Tromso, las nubes nos fueron engullendo y nos vimos envueltos en una intensa tormenta de nieve. Aterrizamos bajo una copiosa nevada que auguraba buenas esquiadas.
Alquilamos un coche con ruedas de nieve para llegar hasta nuestro alojamiento en la península de Lyngen y para poder acceder a las diversas zonas de esquí que queríamos visitar. Ya de noche y tras una hora de coche y un corto ferry, llegamos a Svevnsby, en donde se encontraba la cabaña que habíamos alquilado, en la costa oeste de esta península. Nerviosos por ver el paisaje con luz de día, preparamos los archiperres de esquí y a dormir.
Para darnos la bienvenida, el primer día Lyngen nos recibió con sol y nieve polvo. Para reconocer el lugar, fuimos en coche hacia la zona más al norte de la península, al pueblecito de Russelvneset. En seguida nos llamó la atención la montaña que dominaba la punta de la península, el Russelvfjellet de 794 m de altitud. Aquí la altitud es también el desnivel ya que partes del nivel del mar en la costa, por donde van las carreteras accesibles en invierno.
Desde la carretera, la ruta normal a esta montaña se dirige hacia el este rodeándola por su ladera sur. En la zona baja suelen encontrarse pequeños bosquetes de abedules raquíticos, a veces muy tupidos y difíciles de atravesar. Íbamos abriendo huella por una nieve polvo de gran calidad, seca y fría, mientras ascendíamos al collado por el que se desciende hasta la costa este. En este collado, la ruta normal gira al norte para remontar la montaña por su vertiente este. La nieve a este otro lado estaba más venteada y se distinguían algunas placas de viento que tuvimos que rodear.
Después de esa zona en donde la pendiente es algo mayor, en torno a los 35º, se llega a la antecima. Continuando hacia el noroeste se alcanza fácilmente la cumbre principal. Es un itinerario muy sencillo y no muy largo que proporciona una vista de la Península de Lyngen rodeada de mar como si de la proa de un gigantesco barco se tratara. Las opciones para bajar son muchas y muy variadas, la más habitual y sencilla es por donde se sube: una amplia pala de pendiente suave que va rodeando la montaña por el sur. También existen unas golosas palas en la vertiente suroeste, pero la acumulación de nieve y la hora tardía que era, desaconsejaban su descenso.
Nosotros elegimos una de las múltiples canales que surgen de la cima sur, de unos 45º de pendiente y con un par de estrechamientos que pudimos ir estudiando mientras subíamos. La canal serpentea entre las rocas de la zona superior y poco a poco va encauzándose entre contrafuertes rocosos en donde se encontraban los estrechamientos. Las buenas condiciones de la nieve y del tiempo, sumadas al acierto de elegir esta divertida y continuada canal de más de 600 metros de desnivel con el sol bailando sobre el horizonte marino, conformaron uno de esos recuerdos que nunca se olvidan. Una línea perfecta para comenzar el viaje.
En la parte baja de la canal nos juntamos con Paloma y Luis que habían descendido por la vertiente este. Desde allí, con las últimas luces esquiamos hasta el mismo coche.
Creíamos que la primera jornada había llegado a su fin, pero estas tierras tenían una sorpresa guardada para darnos la bienvenida… Llegamos al coche prácticamente de noche y al echar un último vistazo hacia la montaña esquiada empezaron a aparecer unos resplandores verdosos justo detrás de su cima. Del cielo empezaron a descolgarse cortinas de luces moviéndose lentamente y brillando cada vez con más fuerza. En cuestión de unos minutos las luces de la aurora boreal nos envolvieron y dieron vida al paisaje nocturno.
Un espectáculo difícil de describir, que no es posible apreciar viéndolo en ninguna foto o vídeo; sin duda, digno de conocer al menos una vez en la vida. Fue uno de los espectáculos más bellos y sobrecogedores que hemos vivido en montaña. Nuestros sueños se habían hecho realidad el primer día de estar en Lyngen. Y aún quedaba una semana.
Avión: Norwegian Airlines. Madrid-Oslo y Oslo-Tromso
Alojamiento: Svensby Tursenter, 9064 Svensby, telf. +4477210850 post@svensbytursenter.no
Aludes: Varsom
Auroras: aurora-service ; gi.alaska/europe
Otra información: Visitnorway ; Muntania
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESCANDINAVIA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.