Placas cristalográficas

Placa Cristalográfica de aluminio NIVOLOGIC

Después de mucho tiempo tratanto de encontrar una manera de fabricarlas, hemos conseguido producir este instrumento para el estudio del manto nivoso. Una placa de aluminio anodizado con regla, clisímetro, cuadrículas de distinto tamaño y una chuleta práctica de los tipos de grano, metamorfosis y protocolos para realizar sondeos y test de estabilidad. De 1mm de grosor y del tamaño de un smartphone (15 x 9 cm), el diseño no está impreso sino grabado al ácido en el poro del aluminio para resistir su uso intenso en montaña.Diseñada para profesionales y aficionados a la nivología, especialmente pensada para guías de montaña y esquí.

171227 placanegra_P IMG-20171222-WA0005_PSi estáis interesados en ellas, podeis contactar a traves de nuestro correo: recmountain@gmail.com

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Categorías: NATURALEZA, Nivología, Seguridad

¿Qué es la Nieve?

Todos sabemos qué es la nieve pero ¿conoces realmente cómo se forma? ¿sabes que los pueblos nórdicos tienen más de un centenar de vocablos diferentes para cada tipo? ¿reconoces las diferencias entre los cristales que se forman en la atmósfera de los que se depositan en las superficies?

FORMACIÓN:
Cuando el aire en la atmósfera se enfría lo suficiente, se satura de humedad y el vapor de agua sobrante se convierte en cristales hexagonales de hielo por sublimación inversa. Este proceso puede ocurrir de dos maneras diferentes:

Nucleación homogénea: Al elevarse una partícula de aire y enfriarse adiabáticamente hasta su saturación, el vapor de agua se sublima directamente en cristales de hielo. Este proceso, en la atmósfera, sólo ocurre a temperaturas muy bajas (inferiores a -40ºC). A temperaturas superiores, estos cristales se vuelven a evaporar por la presión de su propia tensión superficial.

Nucleación heterogénea: En la atmósfera hay partículas sólidas microscópicas, algunas de las cuales son amantes del agua, como las sales de los océanos, el anhídrido sulfuroso, etc. Estas partículas higroscópicas (núcleos de congelación) absorben directamente del aire la humedad, convirtiéndose en cristales, y proporcionándoles una fuerza molecular que compensa su tensión superficial. Así es posible la formación de cristales a temperaturas superiores a los -40ºC.

Pero si las temperaturas se mantienen entre los 0ºC y los -12 ºC los núcleos de congelación no son muy efectivos y el agua permanece en forma líquida, en estado de subfusión. Si ninguna parte de la nube se aproxima a esos -12ºC puede que no se lleguen a formar los cristales de hielo, y ocurre que llueve aunque la temperatura sea negativa. Resumiendo:

Condiciones necesarias para la formación de cristales de nieve en la atmósfera:

  • Con T < -40ºC no son necesarios núcleos de congelación
  • Con T > -40ºC sí hacen falta núcleos de congelación
  • Con T > -12ºC no se forman los cristales de nieve

Una vez formado el cristal de hielo, éste crece de tamaño por coalescencia, es decir por absorción del vapor de agua circundante para sublimarse en torno suyo. Estos cristales atraviesan diferentes capas de aire y van creciendo y mezclándose unos a otros para formar los copos, que acaban precipitando cuando las corrientes de aire ya no soportan su peso. Durante el proceso de crecimiento del cristal microscópico recién formado, éste se desarrolla de manera diferente según la temperatura y humedad de la capa de aire que va atravesando.

  • Por debajo de los -13ºC el cristal hexagonal crece por sus vértices adquiriendo formas estrelladas.
  • Entre -12ºC y -10ºC el cristal crece en plano por los lados del hexágono formando plaquetas.
  • Entre -9ºC y -6ºC el cristal crece a lo largo del eje central del hexágono, produciendo formas alargadas como columnas o agujas.
  • Entre los -6ºC y -2ºC crece absorbiendo humedad y formando cristales más amorfos, dando lugar a la nieve granulada.

CLASIFICACIÓN DE LA NIEVE:

Los cristales de nieve adquieren formas muy diferentes al ir creciendo de manera diferente según la capa de aire que va atravesando durante su caída hasta el suelo. En las regiones próximas a los Polos como los Países Nórdicos, Canadá o Japón, tienen más de cien vocablos para los diferentes tipos de nieve. Para simplificarlo, la OMM (Organización Meteorológica Mundial) los ha clasificado en los siguientes tipos fundamentales:

  • Plaquetas: De formas planas y normalmente hexagonales.
  • Estrellas: Formas estrelladas con seis ramas.
  • Columnas: Barritas cilíndricas o trapezoidales.
  • Agujas: Formas de aguja que pueden cruzarse.
  • Dendritas: Estrellas tridimensionales, no planas.
  • Tszumis: Columnas entre plaquetas por la unión entre ambas formas.
  • Partículas irregulares: Cristales sin una forma concreta.
  • Nieve granulada: Granizo menudo y blando.
  • Gránulos de hielo y granizo: Bolas de hielo duro.

Fuente: snowcrystals

PRECIPITACIÓN Y DEPÓSITOS DE NIEVE:

Pero no todo lo blanco que cubre el suelo son cristales de nieve que precipitan de la atmósfera. También existen otros depósitos de cristales de nieve formados en las superficies y que, cómo veremos próximamente, son diferentes a los creados en la atmósfera libre y su morfología y características difieren mucho.

- Nieve: Precipitación de cristales de nieve formados en la atmósfera, que generalmente caen unidos entre sí, formando copos. Al acumularse en el suelo empiezan a transformarse según las condiciones meteorológicas en diversos tipos de granos de nieve que confieren al manto diferente grado de estabilidad.

- Aguanieve: Precipitación simultánea de lluvia y de nieve que generalmente estabiliza el manto al apelmazarlo.

- Granizo: Es lluvia que ha sufrido un proceso de congelación en la atmósfera antes de caer, formando bolas de hielo de diámetro entre 2 y 5 mm. (pedrisco: hasta de varios centímetros).

- Cencellada: Depósito sobre las superficies de cristales de hielo en capas, debidas al paso de una nube con temperaturas negativas. Cristales agrupados en formaciones grumosas generalmente, con aspecto de coliflor, muy frágiles y que forran completamente árboles y rocas. Al quedar enterrados bajo nuevas nevadas, pueden formar capas frágiles e inestabilidad latente en el manto de nieve.


- Escarcha: Depósito de cristales de nieve en las superficies, al enfriarse el aire por debajo de 0ºC, por irradiación nocturna y enfriamiento del suelo durante las noches despejadas. Cristales triangulares de aspecto foliáceo (forma de hojas) muy frágiles y que pueden llegar a tener varios centímetros de tamaño. Al ser frágiles y grandes, enterrados forman capas frágiles produciendo inestabilidad latente en el manto.


- Helada: Congelación directa del agua del suelo, formando costras de hielo. La congelación del agua de capas superficiales de nieve en fusión, puede provocar planos de deslizamiento a las nuevas nevadas que caigan.

- Ventisca: Nieve levantada del suelo por el viento, y que reduce la visibilidad a veces de manera drástica. Sus acumulaciones pueden llegar a ser muy importantes y provocarán la formación de placas de viento más o menos inestables.

Próximamente veremos que ocurre con la nieve cuando se acumula en capas en el suelo y cuáles son los procesos de metamorfosis de la nieve en el manto.

Texto: Luis Pantoja; Imágenes: equipo RECmountain, salvo mención expresa.

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El Manto Nivoso

La nieve empieza a acumularse en nuestras montañas y va cubriéndolas con un velo blanco que nos hipnotiza. Pero este atractivo manto puede distraernos del peligro que en ocasiones conlleva. Saber qué es el manto nivoso y comprender cómo se comporta, puede ayudarnos a entender y a reconocer uno de los mayores peligros a los que nos enfrentamos cada invierno: los aludes.

Anteriormente hemos visto los diferentes tipos de cristales de nieve que se forman en la atmósfera, así como esos otros depósitos helados que van acumulándose en las montañas. Las primeras capas de nieve que se depositan en el suelo van transformándose según las condiciones meteorológicas que sucedan durante y después de la nevada: temperatura, humedad, viento, precipitación, etc… Esta primera base sirve de asiento a nuevas nevadas que a su vez van evolucionando según las nuevas condiciones. A medida que avanza el invierno, la nieve va aumentando en espesor gracias a la acumulación de sucesivas nevadas, formando así, un conjunto de estratos de nieve de diferentes espesores y características. A este heterogéneo conjunto de estratos de nieve lo llamamos Manto Nivoso.

Este manto está sometido las diferentes fuerzas internas de tracción y resistencia que hacen que se comporte de una u otra manera en función de las características físicas de cada estrato que lo conforma. Variables como el tipo de nieve, espesor, temperatura, humedad, dureza, cohesión, densidad, contenido de agua líquida, etc, proporcionan al conjunto del manto nivoso unas determinadas propiedades termodinámicas:

TEMPERATURA DEL MANTO:

La temperatura de cada estrato diferente depende de la temperatura del aire exterior, del viento, de la humedad, del flujo geotérmico y de la radiación solar absorbida por el día y reflejada por las noches. El calor del suelo provoca el que a medida que el manto aumenta en espesor y aísla las capas bajas del frío exterior, la temperatura en los estratos inferiores se acerque a 0º C (dependiendo del tipo de suelo y altitud).

El tipo de nieve de la capa superior determina la cantidad de radiación solar que absorbe durante el día: entre el 10% de la nieve reciente y el 50% de la nieve vieja. Pero por la noche, la nieve se comporta como un cuerpo negro, emitiendo radiación térmica y produciéndose una pérdida de energía superficial, menor cuanto mayor sea la nubosidad.

La fusión significativa del manto a final de temporada es por la parte superior y no por la base. Esta fusión o las lluvias pueden producir corrientes de agua líquida que se filtran hacia el fondo y fluyen buscando la máxima pendiente formando surcos de percolación.

DENSIDAD DE LA NIEVE:

La densidad de la nieve depende fundamentalmente del tipo de nieve de cada estrato. La nieve reciente seca tiene una densidad de unos 50 kg/m3, pero por su propio peso va apelmazándose del orden de un 15 % a un 20 % en el día. Otros factores como la temperatura, humedad, viento, etc, provocan el aumento de su densidad hasta llegar a unos 500 kg/m3 de la nieve vieja, transformada.

El hielo glaciar puede llegar a densidades del orden de los 900 kg/m3 debido a la presión sufrida por la misma masa de hielo que expulsa gran parte del aire que contiene la nieve.

RESISTENCIA A LA TRACCIÓN Y A LA COMPRESIÓN:

El manto nivoso está sometido a una compresión mecánica por su propio peso, y a una térmica mayor cuanto más se acerque a los 0º C. Aparte de esto, el relieve hace que en unas zonas el manto esté sometido a fuerzas internas de compresión (zonas cóncavas), y a otras de tracción (zonas convexas). El manto resiste mejor la compresión que la tracción y es en estas zonas convexas en donde el manto es propenso a romperse pudiendo provocar deslizamiento de masas de nieve.

VISCOSIDAD Y PLASTICIDAD DEL MANTO:

Dependiendo de la temperatura y humedad del manto, éste será más o menos plástico y más o menos viscoso. 

Plasticidad: Esta propiedad física indica la rigidez y facilidad de ruptura. Cuanto más plástico sea el manto, más fácil es que se produzca su ruptura súbita.

Viscosidad: Es una propiedad física que indica la capacidad de fluencia de la nieve pendiente abajo. Cuanto más viscoso sea el manto, más fácil fluirá ladera abajo.

Ambas propiedades están relacionadas entre sí.

Un manto de nieves secas y temperaturas bajas es muy plástico y poco viscoso por lo que tiende a fracturarse fácilmente y a resistirse a fluir lentamente ladera abajo. Esto provoca tensiones dentro del manto que pueden desembocar en una ruptura súbita y deslizamiento rápido de nieve. En ocasiones no se llega a deslizar la nieve pero sí observamos unas fisuras rectilíneas, finas y de labios lisos, que nos indicarán esa situación de inestabilidad latente.

Un manto de nieves húmedas y temperaturas próximas a 0º C es poco plástico, pero sí muy viscoso por lo que tiende a fluir lentamente ladera abajo en movimiento de reptación y apelmazamiento, resquebrajándose del manto superior mejor sujeto al suelo, y produciendo unas fisuras grandes, curvas o irregulares y de labios rugosos, propias de la primavera o principios de verano.

COMPACTACIÓN POR VIENTO:

La nieve arrastrada por el viento produce un importante efecto de transporte y alteración de la estructura del manto. Aparecerán zonas en donde el manto erosionado haya sido barrido, y otras en donde encontraremos grandes acumulaciones.

El viento pulveriza las estructuras cristalinas de nieve, en partículas finas y redondas que se unen muy bien entre sí. Esto hace que en donde se depositen las partículas encontremos capas de nieve resistente y densa (placas de viento), más resistente y densa cuanto mayor haya sido la intensidad del viento.

En las zonas de barlovento, el manto se erosionará formando sastruguis y penitentes.

Y a sotavento se formaran acumulaciones: dunas, cornisas y placas de viento.

COHESIÓN DE LOS GRANOS DE NIEVE:

La nieve permanece en equilibrio en pendientes inclinadas debido al rozamiento de sus granos. Dependiendo del tipo de nieve que tengamos, ésta aguantará sin venirse abajo hasta un ángulo de pendiente determinado Para la nieve húmeda o trasformada ese ángulo no llega a los 30º, pero para la nieve reciente seca, puede llegar a sujetarse en pendiente de hasta 80º (como los famosos “spines” de Alaska).

La cohesión entre los distintos tipos de granos de nieve, nos indicará su capacidad para estar unidos entre sí y no derrumbarse ladera abajo. Vamos a ver que tipo de cohesión existe entre granos desde que se produce la nevada y según va evolucionando el manto:

COHESIÓN POR TRABAZÓN:

Es un tipo de cohesión mecánica de la nieve recién caída debido a que las ramificaciones de los cristales se enganchan entre sí. Aparece durante, y justo después de la nevada y es de corta duración. Es una cohesión débil.

COHESIÓN POR SINTERIZACIÓN

Según la nieve se va apelmazando y va evolucionando en el manto, va desapareciendo la cohesión anterior y aparece un tipo de cohesión termodinámica. Se produce por creación de puentes de hielo a nivel microscópico entre los cristales que se han ido redondeando. Da gran estabilidad y una cierta rigidez al manto. Es una cohesión buena.

COHESIÓN CAPILAR:

Aparece cuando el manto es húmedo debido a un aumento de temperatura o a lluvia o niebla. Se produce cuando el contenido de agua líquida en el manto llega a ser de un 3% a un 8% y afecta a todos los tipos de nieve. Aparece entonces, entre los granos, una película de agua que crea entre ellos una fuerza capilar que los une, pero de manera débil, más débil cuanto mayor sea el contenido de agua líquida. Es una cohesión débil.

COHESIÓN POR REHIELO:

Es un tipo de cohesión termodinámica que aparece en mantos de nieve húmeda cuando al bajar la temperatura, el agua líquida se congela soldando los granos entre sí. Da gran estabilidad y rigidez al manto. Es una cohesión excelente.

En el próximo artículo explicaremos pausadamente la Metamorfosis del Manto y cómo los cristales de nieve evolucionan según las condiciones reinantes para construir los distintos tipos de granos que podemos encontrar en el manto. Veremos cómo estos distintos tipos de granos y su cohesión determinan el peligro de aludes del manto nivoso.

Texto: Luis Pantoja; Imágenes: RECmountain, salvo las no firmadas.

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Metamorfismo de la Nieve

El manto nivoso evoluciona en función de las condiciones atmosféricas, provocando que los cristales de nieve se transformen en diferentes tipos de granos de características dispares y que producen que el manto sea o no inestable.

Ya hemos visto los diferentes tipos de nieve y qué es el manto nivoso. Ahora vamos a ver cómo evoluciona y sus consecuencias:

A medida que la nieve se va acumulando en el suelo y forma la primera capa, va evolucionando según las condiciones de temperatura, humedad, viento, etc, que se presentan. Una nueva nevada cubrirá la anterior y evolucionará según las nuevas condiciones meteorológicas. Tras sucesivas nevadas tendremos un manto nivoso formado por estratos de diferentes espesores y características en función de cómo haya evolucionado cada uno de ellos según las condiciones reinantes.

A estos diferentes caminos de evolución del manto según las condiciones meteorológicas, lo llamamos metamorfosis de la nieve. Existen cuatro tipos fundamentales de metamorfosis de los cristales de nieve que producen alteraciones en sus estructuras moleculares, modificando así sus características físicas, y en concreto una muy importante, su cohesión interna. Cada tipo de metamorfosis provocará la evolución de los cristales en granos de nieve con diferente cohesión entre ellos. Si el manto, tras esa metamorfosis, pierde cohesión, éste será más inestable. Si gana en cohesión, será menos inestable.

TIPOS DE METAMORFOSIS DEL MANTO NIVOSO:

METAMORFOSIS MECÁNICA:

Este cambio en la estructura de los cristales de nieve, es producido por presión (debido al peso de la misma capa de nieve), o por viento (el empuje de éste, rompe y pulveriza los cristales). Este tipo de metamorfosis destruye las estructuras cristalinas y las reduce a pequeños fragmentos que se unen entre sí, eliminando poco a poco la débil cohesión por trabazón y sustituyéndola por una mejor cohesión por sinterización. Estas nieves cohesionadas forman capas de partículas muy finas, más o menos compactas y densas, llamadas placas de viento.

Habitualmente, estas placas no se cohesionan bien con la capa de debajo y pueden deslizar sobre ellas. Este tipo de metamorfosis es muy común a sotavento de los vientos dominantes: en concavidades, canales y bajo las cornisas.

Causas:

  • Viento: al romper y entrelazar los cristales.
  • Presión: por el peso de las capas superiores.

Consecuencias:

  • Destrucción de los cristales.
  • Apelmazamiento del manto y aumento de la densidad.
  • Desaparición de la cohesión por trabazón.
  • Aparición de la cohesión por sinterización.

METAMORFOSIS DE GRADIENTE TÉRMICO:

Se produce en el manto nivoso cuando la diferencia de temperatura en su interior, o en una zona de él, es grande. El flujo geotérmico del suelo provoca que la base del manto nivoso aumente de temperatura hasta aproximarse a los cero grados centígrados. Este flujo depende del tipo de suelo, altitud, latitud, etc y es más efectivo cuanto mayor sea el espesor del manto. Cuando en una zona del manto tenemos una parte superior más fría que en la zona más baja, se produce una ascendencia lenta de aire en el interior y parte del vapor de agua que lleva, se cristaliza en torno a los granos de nieve, construyendo así, otros cristales de nieve distintos, frágiles y de menor cohesión entre ellos (caras planas y cubiletes).

La velocidad del proceso es mayor cuanta mayor sea la diferencia de temperatura, y cuanto menor sea el espesor del manto, y se ve favorecido en las zonas de contacto entre capas y cerca de las oquedades del relieve. Suele producirse cuando irrumpe una masa de aire muy frío, y es más común en caras norte.

Causas:

  • Gradiente de temperatura medio en el manto (de 0,5º C a 2º C por cada 10 cm).
  • Gradiente de temperatura fuerte en el manto (+ de 2º C por cada 10 cm).

Consecuencias:

  • Construcción de cristales de nieve nuevos de baja o nula cohesión.
  • Formación de capa muy frágil.
  • Desaparición de la cohesión por trabazón o sinterización.
  • Inestabilidad mayor cuanto mayor sea el gradiente.

METAMORFOSIS DE ISOTERMIA:

Se produce cuando en el manto nivoso hay poca diferencia de temperatura entre capas. Las partículas de nieve pierden su estructura cristalina y se trasforman en granos finos y redondos. Las finas puntas de las estrellas, agujas, etc, se evaporan, y este vapor se deposita en el centro del cristal redondeándose y amentando en tamaño. Estos granos se van aglutinando y uniendo, ganando en cohesión. Este proceso se ve favorecido por las temperaturas suaves.

Causas:

  • Gradiente de temperatura débil en el manto (de 0,1º C a 0,4º C por cada 10 cm).
  • Manto isotermo (sin diferencias apreciables de temperatura en su interior).

Consecuencias:

  • Los granos de nieve pierden su estructura cristalina y se redondean.
  • Se forman granos cada vez más grandes y mejor cohesionados.
  • Desaparición de la cohesión por trabazón.
  • Aparición de la cohesión por sinterización.

METAMORFOSIS DE FUSIÓN:

Cuando hay precipitación en forma de lluvia, o días de niebla húmeda, o se produce un aumento de temperatura por encima de los cero grados, se forma una película de agua alrededor de los cristales. Esta agua, por sucesivos ciclos de deshielo y rehielo, modifica los cristales y los redondea formando granos grandes y redondeados (nieve vieja o primavera).

La película de agua sujeta por capilaridad los granos de nieve entre ellos, pero si la cantidad de agua líquida en el manto sigue aumentando, pierde esa débil cohesión. Al helarse el agua por las noches, el manto queda muy bien cohesionado, pero con el calor del día el hielo entre granos se licua y esta excelente cohesión desaparece. Si la cantidad de agua líquida es grande, se filtra hasta capas más duras o hasta el suelo, formando planos de deslizamiento.

Causas:

  • Aparición de agua líquida en el manto por lluvias, niebla o calor.

Consecuencias:

  • Los granos de nieve pierden su estructura cristalina y se redondean.
  • Los granos se aglutinan y unen débilmente por capilaridad.
  • Si la temperatura baja, se cohesionan de manera excelente por rehielo.
  • Si la cantidad de agua líquida aumenta, pierden la poca cohesión por capilaridad que existía.

CUADRO DE LOS DIFERENTES TIPOS DE METAMORFOSIS DEL MANTO DE NIEVE:

CLASIFICACIÓN DE LOS GRANOS DE NIEVE:

Estos cuatro tipos de metamorfosis del manto, provocan la alteración de los diferentes cristales de nieve que vimos anteriormente, en otras estructuras cristalinas o amorfas que denominamos “granos de nieve”. Según la metamorfosis que sufra cada estrato, se formarán los siguientes diez tipos de granos de nieve:

NIEVE RECIENTE (+):

Cristales de nieve reciente (plaquetas, estrellas, columnas, agujas, partículas irregulares, dendritas, tszumis) sin metamorfosis de ningún tipo. Cohesionan entre sí débilmente por lo que las laderas más empinadas tienden a purgarse solas a medida que se acumula la nevada. En el interior del manto conforman capas frágiles e inestables.

  • Cohesión por trabazón: DÉBIL

CRISTALES DE ESCARCHA (V):

Cristales planos y de formas foliáceas, desde varios milímetros hasta 10 centímetros de tamaño, originados por enfriamiento del suelo en noches despejadas. Si el calor diurno no los derrite y quedan enterrados por nuevas nevadas, forman capas frágiles e inestables.

  • Escasa cohesión por trabazón: MUY DÉBIL

NIEVE GRANULADA (Ϫ):

Son granos de nieve de varios milímetros de diámetro, sin metamorfosis, redondos, blanquecinos y blandos, que se pueden destruir apretando con los dedos. Ruedan con facilidad por no tener apenas cohesión entre ellos, por lo que no se acumulan en las pendientes, que se purgan espontáneamente. Sólo forman capas frágiles en vaguadas al quedar enterrados y servir de superficie de deslizamiento a sucesivas capas.

  • Nula cohesión: MUY DÉBIL

PARTÍCULAS RECONOCIBLES (ʎ):

Son fragmentos de los cristales originales caídos de las nubes, de entre 0,5 y 1 milímetros, con atenuación de crestas y ángulos. Se forman por deformación térmica o mecánica de la nieve caída (peso o viento), pero en los que todavía es posible reconocer las formas primitivas. A medida que van transformándose, van ganando en cohesión.

  • Transforman la cohesión por trabazón en sinterización: MEDIA

GRANOS FINOS (•):

Son cristales pequeños de entre 0,2 y 0,5 milímetros, transparentes, redondeados y uniformes. Producidos en un manto nivoso isotermo y en proceso de trasformación en nieve vieja. Su cohesión entre granos es muy buena, tanto más, cuanto más tiempo perduren esas condiciones.

  • Cohesión por sinterización: MUY BUENA

GRANOS REDONDOS (O):

Son cristales grandes, de entre 0,5 y 3 milímetros, redondos, transparentes y con frecuencia aglomerados. Producidos al existir agua líquida en el manto, ya sea por calor, lluvia o niebla. Mientras la película de agua entre granos sea fina tienen una cohesión media, pero si es excesiva, irá siendo cada vez menor. Si se rehiela el agua, su cohesión será excelente.

  • Cohesión por capilaridad: MEDIA
  • Cohesión por rehielo: EXCELENTE

GRANOS DE CARAS PLANAS: (□):

Son pequeños granos de entre 0,3 y 0,5 milímetros, en general redondos pero con facetas lisas o estriadas y con algunos ángulos. Ocurre en el interior de un manto con gradiente de temperatura medio al empezar el proceso de formación de un nuevo cristal. Son granos que van perdiendo cohesión a medida que van formándose.

  • Escasa cohesión por sinterización: DÉBIL

CUBILETES (۸):

Son cristales huecos y gruesos de entre 0,5 y 5 milímetros, con facetas estriadas, escalonadas y con aristas. Producidos en el interior del manto por un gradiente fuerte de temperatura. Son grandes, frágiles y con nula cohesión entre ellos, por lo que forman capas muy inestables. También se conocen como escarcha de profundidad, para diferenciarla de la de superficie.

  • Nula cohesión: MUY DÉBIL

PLACAS DE VIENTO ():

Son capas más o menos compactas, de granos finos de unos 0,2 milímetros, blanquecinos y redondos, formados por el viento al pulverizar los cristales originales. Su cohesión entre ellos es muy buena y forman capas más o menos densas, pero que muchas veces no se sueldan bien al estrato inferior pudiendo deslizar sobre éste. En este caso el manto conserva una inestabilidad latente.

  • Cohesión por sinterización: MUY BUENA

COSTRAS DE REHIELO (–):

Son superficies uniformes de nieve fundida y rehelada. Tiene una enorme cohesión y ofrece estabilidad al manto, aunque pueden servir de plano de deslizamiento si quedan enterradas.

  • Cohesión por rehielo: EXCELENTE

CUADRO DE TIPOS DE GRANOS DE NIEVE Y SU CALIDAD DE COHESIÓN:

Próximamente veremos qué son los aludes y los diferentes tipos que hay.

Texto: Luis Pantoja; Imágenes: RECmountain, salvo mención

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Aludes. Avalanchas

Los aludes o avalanchas son uno de los mayores peligros a los que nos enfrentamos en nuestras actividades en la montaña. Por poca nieve que haya, el peligro puede estar ahí (no existe el riesgo 0). Entender las causas de desencadenamiento y los diferentes tipos de aludes según las condiciones nivológicas que tenemos, puede ayudarnos a prevenirlos.

El manto nivoso permanece en equilibrio si sus fuerzas de tracción (peso del manto nivoso y el ángulo de la pendiente) son compensadas por las de resistencia (anclajes al suelo, cohesión de la nieve y rozamiento de los granos). Este equilibrio se puede romper por sobrecarga del manto (paso de animal o persona, caída de más nieve o lluvia y caída de cornisas o seracs) o disminución de la resistencia (metamorfosis del manto nivoso).

FACTORES NATURALES QUE ROMPEN EL EQUILIBRIO:

Aumento de las fuerzas de Tracción:

  • Nevadas: aumento del peso por la nieve nueva.
  • Lluvias: aumento del peso por el agua caída.
  • Transporte de nieve por el viento, sin precipitación: aumento del peso de la nieve acumulada.
  • Movimientos lentos del manto nivoso: cambios en las tensiones por fluencia, deslizamiento y reptación.

El peso de nuevas nevadas provoca el aumento de las fuerzas de tracción.

Disminución de las fuerzas de Resistencia:

  • Lluvia: pérdida de cohesión por humidificación del manto.
  • Niebla: pérdida de cohesión por humidificación del manto.
  • Movimientos lentos del manto nivoso: pérdida de anclajes.
  • Pérdida de cohesión por metamorfismo de gradiente térmico o de fusión.
  • Planos de deslizamiento y percolación de agua líquida en ellos.

Los movimientos de reptación del manto pueden producir pérdida de anclajes.

FACTORES ACCIDENTALES (NATURALES O HUMANOS) QUE ROMPEN EL EQUILIBRO:

Aumento de las fuerzas de Tracción:

  • En este caso se considera un aumento rápido pero temporal de las tensiones que producirá desequilibrios por inestabilidad latente.
  • Paso de uno o varias personas o animales.
  • Caída de rocas, cornisas o seracs.

Sobrecarga producida por el peso de un esquiador que provoca el aumento de las fuerzas de tracción.

MORFOLOGÍA DE LOS ALUDES:

Causas del desencadenamiento:

Un alud puede tener una salida espontánea debido a causas naturales, o un desencadenamiento accidental provocado por el paso de personas o animales, o por caídas de cornisas o seracs.

La caída de una cornisa o el paso de una persona pueden desencadenar accidentalmente una avalancha.

Punto de ruptura:

Pueden tener un origen puntual, o un origen lineal perpendicular a la dirección de deslizamiento.

Origen puntual del desencadenamiento.

Ruptura lineal transversal a la pendiente.

Profundidad del plano de deslizamiento:

Este plano puede estar en el interior del manto y provocar un alud de superficie, o estar en el suelo y producir un alud de fondo que deja el suelo al descubierto.

Alud de superficie que desliza sobre otras capas de nieve.

Alud de fondo que desliza sobre el suelo.

Trayectoria:

Son aludes de ladera si la trayectoria es ancha y se desliza por la pendiente, o de corredor si es más o menos estrecha y sigue las vaguadas del relieve, siendo en este último caso, previsible.

En las trayectorias previsibles que afectan a la población, se construyen defensas para evitar daños.

Depósito:

El depósito de acumulación puede estar formado por una masa homogénea pulverulenta, por bolas o por bloques más o menos grandes.

Depósito pulvurulento de nieve reciente.

Depósito en bolas de nieve húmeda.

Depósito de bloques de la ruptura de una placa de viento espesa.

Tamaño:

Tipo de nieve:

Dependiendo del tipo de nieve que arrastren, podemos distinguir los de nieve reciente, los de placas de nieve y los de nieve húmeda.

ALUD DE NIEVE RECIENTE:

Deslizamiento de masas de nieve reciente sin cohesión, pudiendo ser pequeñas coladas o enormes masas devastadoras. Tienen un arranque puntual y su depósito es una masa amplia y homogénea (nieve seca), o una acumulación de bolas (nieve húmeda).

Un caso particular es el Alud de nieve polvo, en el que la nieve se mezcla con el aire produciendo una nube asfixiante de gran velocidad (hasta 100 km/h) y poder destructivo.

Condiciones de desencadenamiento:

Se producen al acumularse espesores de nieve importantes en pendientes propicias. Cuanto más intensa sea la nevada (más acumulación en menos tiempo), mayor es el riesgo al no permitir apelmazamiento mecánico:

Condiciones favorables que minimizan el riesgo de aludes de nieve reciente:

  • Intensidad débil de precipitación
  • Vientos débiles (< 40 km/h)
  • Temperatura del aire cercana a 0ºC
  • Temperatura del aire estable o en descenso durante la nevada
  • Superficie de la nieve vieja fuertemente irregular
  • Vertiente esquiada frecuentemente

Condiciones desfavorables que agravan el riesgo de aludes de nieve reciente:

  • Fuerte intensidad de precipitación (acumulaciones grandes en poco tiempo)
  • Vientos fuertes (>40 km/h)
  • Temperaturas bajas (por debajo de -5 a -10ºC)
  • Temperatura del aire en ascenso durante la nevada
  • Superficie de la nieve vieja muy lisa o suelta
  • Vertiente raramente esquiada

ALUD DE PLACA DE NIEVE:

Deslizamiento de capas de nieve compacta y densa, pero que no se cohesionan con el sustrato inferior por presentar éste un plano de deslizamiento (nieve granulada, granos de caras planas, cubiletes o escarcha). El arranque es lineal y trasversal a la pendiente, y el depósito está formado por bloques irregulares.

Un caso particular es el Alud de placa de viento , formados a sotavento de aristas o crestas. El viento rompe los cristales en partículas finas que se cohesionan bien entre ellas formando placas rígidas, pero que no se anclan al sustrato inferior por no haber apelmazamiento.

Tipos de placas:

  • Placa de viento: más compactas, densidad de 100 a 200 kg/m3. Se distinguen facilmente.
  • Placa friable: menos compactas, densidad de 50 a 100 kg/m3. Son muy difíciles de distinguir ya que la sensación es estar en un manto de nieve reciente. La estructura de placa se forma en la base del estrato de nieve reciente por lo que al romper, lo hace linealmente, pudiendo venirse abajo toda la ladera. Son estas placas las que más víctimas producen.

Capa superficial de nieve en polvo que rompe en placa (placa friable).

Condiciones de desencadenamiento:

Se producen con la sobrecarga del manto al existir una estructura de placa dentro del mismo, hablamos entonces de inestabilidad latente debido a la existencia de una capa frágil en el interior.

Condiciones favorables que minimizan el riesgo de aludes de placa:

  • Vientos débiles (< 40 km/h)
  • Poca cantidad de nieve reciente disponible
  • Temperatura del aire cercana a 0ºC
  • Superficie de la nieve vieja fuertemente irregular

Condiciones desfavorables que agravan el riesgo de aludes de placa:

  • Vientos fuertes (>40 km/h)
  • Mucha cantidad de nieve reciente disponible
  • Temperaturas bajas (por debajo de -5 a -10ºC)
  • Superficie de la nieve vieja muy lisa o poco cohesionada

ALUD DE FUSIÓN:

Deslizamiento de nieve húmeda sin cohesión, en pequeñas coladas o transportando grandes masas de nieve. Generalmente su salida es puntual, circulando por las vaguadas entre los 20 y 50 km/h. El depósito forma un cono de bloques densos y materiales arrastrados.

En ocasiones estos aludes llegan a ser de fondo, sobre todo al final de la primavera y sobre terrenos herbáceos.

Condiciones de desencadenamiento:

Cuando en un manto de nieve húmeda formado principalmente por grano redondo, se debilitan los puentes de hielo que unen dichos granos hasta que no soporta su propio peso. Tenemos que estar vigilantes con el aumento de la temperatura.

Condiciones favorables que minimizan el riesgo de aludes de fusión:

  • Temperaturas frías
  • Cielos despejados por la noche

Condiciones desfavorables que agravan el riesgo de aludes de fusión:

  • Temperaturas altas
  • Cielos despejados por el día: fuerte radiación solar
  • Cielo cubierto por la noche
  • Lluvias moderadas
  • Nieblas húmedas

ALUD MIXTO:

En muchas ocasiones se producen aludes que son combinación de los tipos fundamentales vistos. Se producen así deslizamientos de nieve que comienzan siendo de un tipo y terminan por ser de otro. Son habituales en los grandes aludes. La caída de rocas, cornisas o seracs frecuentemente produce una rotura por sobrepeso en la capa de nieve en la que caen desencadenando el alud.

Texto: Luis Pantoja; Imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Aludes: errores fatales

Este fin de semana encontramos por la web un reportaje titulado «Consejos para sobrevivir bajo un alud» en el ABC.es. Tan sólo el título nos produce escalofríos. Alguien que no sepa mucho sobre el tema, seguramente piense que después de leerlo va a ser capaz de sobrevivir a una avalancha, lo que es rotundamente falso. Un alud se comporta como un fluido, pero en el momento en el que se detiene «fragua» como el yeso (dependiendo del tipo de nieve) y escarbar es prácticamente imposible. Si quedas enterrado, lo más probable es que no puedas salir por tus propios medios.

Podéis leer el artículo en este enlace. En él se incluye este vídeo de 112cmadrid, que difundieron después de haber publicado otro sobre cómo evitar una zona de aludes.

Al ver el artículo periodístico publicado en ABC.es sobre los aludes en Madrid y las vagas e incluso contraproducentes recomendaciones de los portavoces del 112 sobre el peligro de aludes, nos hemos decidido a plantear nuestro punto de vista al respecto en base a nuestra experiencia y conocimientos del tema:

• Nuestra crítica no se dirige a los miembros de los cuerpos de rescate, que en su gran mayoría son los mejores profesionales que hay en asuntos de seguridad, sino a la información que hemos oído de alguno de sus portavoces. Somos conscientes de la falta de recursos que impide una completa formación de esos miembros que la suplen con su gran experiencia y categoría personal.

• El artículo periodístico va más allá y no sólo se hace eco de esas vaguedades que pueden inducir a errores fatales, si no también hacen la recomendación contraria a lo que el portavoz aconseja en lo referente al tipo de laderas y pendientes más peligrosas.

• Nos asusta ver la poca o nula rigurosidad con la que se trata en los medios de comunicación este tema que todos los años causa víctimas incluso aquí, en el Sistema Central.

 

Comenzamos a leer y no paramos de encontrar errores por todas partes. El primero en la entradilla: «…activado el nivel 2 por riesgo de aludes por encima de los 1.200 metros en la Sierra de Madrid.»

A 1200 metros no hay nieve en la Sierra de Madrid. El dato correcto que da el boletín nivológico son 2200 metros, restringiendo el perímetro a las zonas altas (las cimas de Peñalara, Claveles, La Bola, Cabezas, etc).
Más adelante nos encontramos un párrafo expresado completamente al revés: «Se aconseja caminar por laderas lisas, con una inclinación entre 30 y 60 grados, sin grandes rocas ni árboles.»

¡¿Laderas lisas de 60º?! Tratándose de un reportaje sobre seguridad, debería haber un mínimo rigor periodístico. En todo caso, lo correcto será decir que se desaconseja caminar por laderas de de entre 30º y 60º, que son aquellas en las que existe una probabilidad mayor de desencadenamiento de aludes. En cuanto a evitar laderas con grandes rocas y árboles, está escrito al revés, pero es matizable (en ocasiones las zonas con irregularidades del terreno suponen puntos débiles).
Dejamos aparte los datos erróneos y pasamos a lo que nos parece realmente irresponsable. Tanto el vídeo como el artículo pueden dar a muchos la idea falsa de que uno mismo puede ser capaz de escapar de una avalancha. Más concrétamente, salir escarbando en caso de quedar sepultado. Esto es un error fatal, incluso en esta Sierra, por pequeña que sea. Os explicamos por qué:

En las montañas del Sistema Central se producen las siguientes particularidades:

• El número de aludes de nieve reciente (de nieve polvo) es muy escaso debido a los procesos de humidificación y posterior rehielo que compactan y estabilizan el manto (en los últimos 5 años no se ha observado ninguno). Sólo en este tipo de aludes de nieve suelta y bajo ciertas condiciones favorables, es posible que un sepultado pueda mover las extremidades y escavar para salir. 

• El 34% de los aludes observados en este periodo de tiempo ha sido de fusión, únicamente en el caso de pequeñas coladas es posible salir por uno mismo siempre que tengamos los brazos libres, ya que la densidad y peso de la nieve impiden que un sepultado pueda mover un dedo. 

• El 66 % de los aludes registrados en este periodo de tiempo ha sido de placa, ya sea friable (el 6%) o densa. En el caso de los aludes de placa friable de pequeñas dimensiones, quizás fuera posible mover los miembros en el interior del depósito. Pero en el caso de aludes de placa densos (60%), en el momento en el que el alud se detiene se produce un apelmazamiento que impide mover un solo dedo (digamos que fragua como el yeso).

Estos datos pertenecen a un estudio pormenorizado de los aludes registrados en el macizo de Peñalara durante los últimos 5 años, realizado por Juan Antonio Fernández-Cañadas, a quien agradecemos enormemente su colaboración.

..

En este ilustrativo vídeo podréis ver cómo a pesar de tener la cabeza y el brazo liberados, el motorista no puede salir sin ayuda de sus compañeros. Imaginaos la impotencia que se debe de sentir con la cabeza dentro.

Por tanto, no se puede dar la idea en esta sierra de que es posible la excarcelación de uno mismo en caso de ser sepultados.

En el primer vídeo del 112 sobre prevención de aludes desaconsejan transitar por laderas lisas, recomendando el paso por los cordales. Esta afirmación es cierta, pero siempre hay que matizarla: precisamente uno de los lugares de mayor riesgo, debido al aumento de las fuerzas de tracción, son las laderas convexas. Es en estos sitios donde encontramos cambios de pendiente y algunas de las mayores acumulaciones de nieve. En 2009 una avalancha se llevó la vida de una persona en Peñalara, cerca de las cornisas de la Ceja. La placa de viento que produjo el accidente se rompió a escasos metros del cordal entre Dos Hermanas y Peñalara. Lo que queremos que se entienda es que si la información es así de escueta, puede dar lugar a error.

Imagen tomada por Luis Pantoja el día siguiente al desencadenamiento de la avalancha descrita en el párrafo anterior.

Mencionamos, sin querer darle mucha importancia, un par de comentarios sobre el uso de nuestra saliva para saber dónde está la superficie gracias a la gravedad. La presión a la que nos somete la nieve si nos sepulta es tan grande que es casi imposible determinar la vertical gracias a un escupitajo. Seguramente no tengas espacio ni visión como para sentir hacia dónde cae, ni mucho menos si te orinas encima…
En definitiva, no nos parece responsable que se divulgue la información nivológica de manera tan escueta, incompleta e incluso incorrecta. El tema de los aludes es muy serio y se deberían sentar unas bases claras en torno a la divulgación y formación sobre el tema.

En RECmountain, nos parece fundamental actuar de la siguiente manera:

• Siempre que vayamos a acudir al monte, hemos de leer con atención los partes nivológicos. En cada cordillera existe unBoletín nivológico y tenemos que saber interpretarlo correctamente. Para ello el primer paso es recibir una formación mínima previa.

• Igual de importante es consultar la previsión meteorológica, que puede variar el peligro emitido en el boletín. El estado de la nieve depende de las condiciones del tiempo. En un rango de tiempo muy corto, el peligro puede incrementarse o disminuir considerablemente. No debemos creer que la estabilidad del manto va a ser continua durante días, incluso durante horas.

• Si existe peligro de avalanchas, todo el que vaya a transitar por zonas de potencial riesgo tendría que ir equipado con pala, sonda y ARVA y conocer su funcionamiento. Nunca está de más cualquier otro tipo de material específico, como el sistema ABS, avalung, etc.

• Tened en cuenta un dato: la mayoría de los accidentes por avalancha están provocados por la víctima o sus compañeros. La gestión individual del riesgo es la que lo minimiza en mayor medida.

Nuestro mejor consejo es el siguiente, no lo olvidéis nunca:

 Ante la mínima duda, hay que RENUNCIAR a la actividad. La mejor actuación frente a los aludes es la PREVENCIÓN

A continuación os enumeramos algunos errores fatales que vulgarmente se escuchan hasta en ambientes de montaña:

• «Después de 2 ó 3 días de acabar de nevar siempre disminuye el peligro de aludes«. FALSO. No siempre ocurre así, depende del tipo de metamorfosis que se produzca en el manto en los días siguientes. El manto puede estabilizarse y desestabilizarse con el paso del tiempo.
• «Cuando hace mucho frío no se producen avalanchas«. FALSO. En ocasiones puede producirse un gradiente térmico de temperatura que haga disminuir la cohesión de los granos de nieve.
• «No hay peligro si la capa de nieve es fina«. FALSO. la metamofosis de gradiente térmico por la llegada de aire frío se ve favorecida en espesores menores.
• «No hay peligro de aludes en los bosques«. FALSO. En ocasiones los bosques poco densos ocultan zonas de fragilidad.
• «Un terreno irregular fija el manto«. FALSO. ,A veces las irregularidades del terreno propician el que existan zonas de débil cohesión.
• «Las crestas son seguras«. FALSO. ,Auqnue en general esto es cierto, no siempre es así. Es aquí en donde existe cambio de pendiente con laderas convexas en donde las fuerzas de tracción son mayores. Un ejemplo:

..

• «Las huellas de esquí son garantía de seguridad«. FALSO. Incluso en laderas trilladas es posible el desencadenamiento de aludes. Fijaos en el siguiente vídeo:

..

Esperamos que este reportaje sirva para que se tome conciencia de que el peligro de avalanchas no es ninguna tontería. Nuestra única intención es la de difundir aquello que la experiencia y el trabajo nos van enseñando. 

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Escala Europea de Peligro de Aludes

La escala europea es algo más que un número que nos indica el peligro de aludes en una zona. Su elaboración es realizada por expertos en nivología con ayuda de muchos otros profesionales de la montaña. Saber interpretar toda la información que nos ofrece puede ser vital.

En la mayoría de las grandes cordilleras europeas se elabora un boletín de información sobre el peligro de aludes. La estimación del peligro la realiza personal altamente cualificado en nivometeorología, normalmente de los Servicios Meteorológicos Nacionales. Para analizar las situaciones reales se procede a la recopilación diaria de informes especiales de las diferentes vertientes de cada cordillera, elaborados por multitud de profesionales y colaboradores: observatorios meteorológicos, refugios de montaña, estaciones de esquí, servicios de rescate, etc. Estos informes contienen datos meteorológicos, descripción de los aludes observados, y observaciones y sondeos del manto nivoso. Con todo ello y con las previsiones meteorológicas, los técnicos de predicción elaboran el parte sobre riesgo de aludes de las distintas cordilleras. Se evalúa en una escala del 1 al 5 el peligro de aludes. Aun así, debemos consultar el boletín completo que nos dará información más precisa del riesgo.

ESCALA EUROPEA DE PELIGRO DE ALUDES

Índice de Peligro

Estabilidad del Manto Nivoso

Probabilidad de desencadenamiento

Recomendaciones para la realización de actividades

ÍNDICE DE PELIGRO: 

A diferencia de otras escalas fácilmente mensurables, ésta es consecuencia de la interacción de diversas variables que en su conjunto ofrecen un resultado probabilístico. Es decir, con suelo nevado nunca existe el riego 0, y aunque se estime que los aludes se puedan producir en pendientes de determinadas características, no hay que descartar el desencadenamiento de los mismos en otras diferentes.

Realización de un sondeo por golpeo por parte de especialistas profesionales.

INTERPRETACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL: 

Es importante saber interpretar correctamente las indicaciones del boletín que suele acompañar esta escala de riesgo de aludes. Debemos tener en cuenta:

Orientación de la ladera: las distintas orientaciones de las laderas producen mantos de nieve de muy diferentes características.
Altitud del recorrido: las condiciones meteorológicas varían mucho con la altitud, haciendo que el manto nivoso, por lo general, vaya cambiando a medida que ascendemos.
Duración de la actividad y previsión meteorológica: la evolución del manto nivoso a lo largo de la jornada dependerá de los posibles cambios meteorológicos.

Curso para colaboradores en nivometeorología.

PROBABILIDAD DE DESENCADENAMIENTO:

Situación de aludes activa: informa de los aludes espontáneos.
• Desencadenamiento espontánea: debido a causas naturales
Desencadenamiento accidental: por el paso de personas o animales.
Sobrecarga débil: se refiere al paso de una sola persona.
Sobrecarga fuerte: se refiere al paso de un grupo.
Coladas: desprendimientos de nieve de poca amplitud, menos de 50 m de longitud.
Pendientes propicias: son aquellas favorables a aludes por su inclinación, naturaleza del terreno y proximidad a crestas.

Realización de tests de estabilidad del manto nivoso.

RECOMENDACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE ACTIVIDADES:

Nos informarán de qué laderas son propicias a aludes indicando su exposición, altitud, inclinación y duración del riesgo. Es importante consultar no solamente el Índice, sino también el texto íntegro para poder precisar el riesgo.

Realización de una rápida cata de nieve.

Banderas de peligro de aludes:

• Bandera amarilla: Riesgo 1 (escala europea).

• Bandera a cuadros amarillos y negros: Riesgo 2 ó 3 (escala europea).

• Bandera negra: Riesgo 4 ó 5 (escala europea).

Merece la pena perder unos minutos en la realización de una cata de nieve. Su resultado puede ayudarnos a tomar la decisión correcta.

… y un test de estabilidad que puede ser vital para tomar la decisión correcta.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Introducción al boletín nivológico de la Sierra de Guadarrama

Boletín nivológico RECmountain: misma información, distinta representación

Durante la temporada 2015/2016 vamos a publicar (como en años anteriores) el boletín nivológico de la Sierra de Guadarrama en la página web de recmountain. Este boletín no es oficial y está elaborado a partir de observaciones limitadas del manto, así como de sondeos de nieve y tests de estabilidad.


La temporada pasada el boletín constaba de una descripción generalizada del manto nivoso, una indicación del peligro de aludes y otros riesgos (hielo, cornisas, etc) y una valoración de la tendencia en base a las previsiones meteorológicas.
Esta información era mostrada en una tabla con 3 diagramas, en los que se representaba el espesor, el tipo de nieve y el peligro de aludes, dividiendo por altitudes (franjas de 200 m de desnivel a partir de 1600 m), y por orientaciones (45º, 8 orientaciones distintas: N, NE, E, SE, S, SW, W, NW).


Este año, además, hemos desarrollado un sistema para representar esos mismos datos en mapas de la Sierra de Guadarrama. No incluimos información adicional con respecto al año pasado, pero la novedad es que podemos ver representada sobre el terreno esta información. La idea es sencilla: sustituir por colores la información de los diagramas en un mapa de la Sierra de Guadarrama, en el que cada pixel representa la orientación hacia la que se sitúa esa zona concreta del terreno. Seguimos haciendo la división por 45º (8 orientaciones) y 200 m de desnivel, desde la cota 1600.

No hemos podido hacerlo sin la ayuda de Juan Antonio Fernández-Cañadas, especialista en modelos digitales, nivología y meteorología. El mapa base es el MDE (Modelo Digital de Elevaciones) del IGN (Instituto Geográfico Nacional).

Aclaraciones

Para poder interpretar los tres mapas (espesor, tipo de nieve y peligro de aludes) es imprescindible tener en cuenta las siguientes aclaraciones y recomendaciones:
· La información del mapa no es ni mejor ni peor que la de los diagramas. Es la misma información, representada de distinta manera.
· Nunca va a ser información exacta. Es una generalización. Servirá al usuario como herramienta a la hora de planificar actividades.
· Recomendamos su uso para tener una idea general de la situación nivológica en la fecha indicada. Es una foto fija. Ciertas situaciones variarán poco durante unos cuantos días, pero otras pueden cambiar drásticamente en cuestión de muy pocas horas. Por ello, es imprescindible tener en cuenta las condiciones meteorológicas desde la fecha de emisión del boletín.
· Se proporcionará un enlace de descarga del archivo (en .jpg) para poder tenerlo a mano en el móvil, imprimirlo, etc. Nos parece muy útil llevarlo encima durante la actividad.
·Recomendamos contrastar la información consultando otras fuentes (como el boletín de AEMET, webcams, páginas o grupos de montaña en redes sociales, etc).

Mapa de espesores


Las singularidades de cada macizo montañoso afectan de manera individual al espesor de nieve que presenta cada montaña. Esto hace que, por ejemplo, sea muy normal ver las rampas cimeras de la sur de la Maliciosa sin apenas manchas blancas mientras en Dos Hermanas, a la misma altitud y en la misma orientación, hay una base de metro y medio sobre los piornos. Así ocurre con muchas otras zonas. También hay que tener en cuenta que, por ejemplo, la cara norte del Yelmo está en plena vertiente sur de la Sierra, y los bosques de la norte de Peñalara, pese a tener misma orientación y altitud, por situarse en la vertiente NW de la Sierra acogen unas condiciones mucho más frías, nada comparables al entorno de la Pedriza.
En el modelo que utilizamos, no hay discriminación en este sentido: es una generalización. A través de la medición y la observación en distintos puntos, se intentará valorar la situación global en los macizos, dando prioridad a aquellos que sean más representativos y que presenten información más útil al montañero.

El manto discontinuo puede darse con espesores escasos o con espesores elevados, sobre todo a final de temporada.

Incluso, la innivación puede dar lugar a que en una misma sección (orientación y altitud en un punto concreto) el espesor varíe considerablemente debido a la orografía, vegetación y otros factores. Ejemplo: en ausencia de base, una nevada de 10 litros con viento en una zona de bloques rocosos no dejará una capa uniforme de 10 cm sobre el terreno, pero sí se cuantificará como tal si las mediciones dan una media de ese valor.

Mapa de tipo de nieve


Hay muchos tipos de nieve, pero al tratarse de una generalización de la situación, dividiremos en 5 tipos:
· Polvo: nieve reciente de escasa resistencia y densidad.
· Húmeda: nieve que contenga agua líquida.
· Dura: nieve de alta densidad y resistencia, debido a procesos de rehielo o compactación por viento.
· Costra: Nieve dura sobre estrato menos resistente, susceptible de romperse al paso de una o varias personas.
· Primavera: nieve endurecida por el rehielo nocturno y que se reblandece a lo largo del día.

La influencia de las condiciones ambientales es clave, así que habrá que tener en cuenta las singularidades de cada macizo para reconocer las diferencias entre sectores análogos. También la orografía será determinante. Por ejemplo, en condiciones de nieve primavera hay lugares de umbría en los que la nieve permanece dura las 24 horas, la sombra de un pequeño espolón puede ser suficiente para que esto ocurra sin poder ser representado en el mapa.

Mapa de peligro de aludes


Las probabilidades de desencadenamiento de un alud varían en distancias muy pequeñas, ya que los factores geomorfológicos influyen a nivel local. Por ejemplo, en una ladera, los árboles muy separados, bloques de roca o arbustos pueden actuar como puntos débiles y en ningún caso es posible que sean representados en el mapa.
En la web de RECmountain publicamos el resultado del trabajo sobre aludes en Peñalara de Antonio Fernández-Cañadas y Luis Pantoja, en el que se pueden consultar un juego de 5 mapas de clasificación del terreno por exposición al peligro de aludes, según cada nivel de peligro de la escala europea. En ellos, se muestra el terreno clasificado en zonas en las que hay que tomar precauciones normales, zonas de precaución extraordinaria y zonas en las que se desaconseja el paso.


Ejemplo: mapa de clasificación del terreno con peligro 3 de aludes en Peñalara.

Solamente disponemos de esta información para el macizo de Peñalara, aunque se está trabajando para ampliar al resto de la cordillera. Así pues, dada la información de peligro de aludes en el mapa de nuestro boletín, habrá que interpretar los datos y serán los conocimientos y la experiencia los que dicten a cada montañero el itinerario y la actividad a elegir.
El mapa de peligro de aludes del boletín no representa los lugares de mayor o menor seguridad. Para eso sirve el juego de 5 mapas de clasificación del terreno de Peñalara.

Una herramienta más

Esperamos que nuestro boletín nivológico pueda servir como herramienta útil durante la temporada invernal, y que sea interpretada solamente como eso, una herramienta más. Será el montañero el responsable de gestionar el riesgo y hacer uso de todo lo que está en su mano para disfrutar de la montaña con seguridad y respeto.

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