Cercedilla Trail

Hemos hecho el Cercedilla Trail, una carrera por las montañas que rodean este pueblo. Ruta: estación de Cercedilla – Peñota – Peña del Águila – Peña Bercial – Cerro Minguete – Cerro Ventoso – 2º pico – 7º Pico – Camorritos – estación de Cercedilla. En total han sido 3 h 59 minutos para esos veintipico kilómetros. ¡A ver en cuánto pulverizáis este tiempo!

Ficha Técnica                                         Mapa de Situación                                                Vídeo

La ruta parte de la estación de Renfe de Cercedilla a 1150 m de altitud y sube por la pista de Los Campamentos hasta el puesto del retén de incendios. Desde ahí sale una vereda difícil de encontrar al principio, que se dirige al hombro en donde termina la pista que desde La Fuenfría pasa por Marichiva y va a media ladera por las falcas de la Peña del Águila. Aquí cogemos otra vereda que sube derecha a las rocas cimeras de La Peñota con una buena pendiente. Desde la cima este de La Peñota recorremos el cordal hasta la más alta al oeste.

Alberto SPA en las rocas cimeras de La Peñota.

Desde aquí, la mayor parte del recorrido tiene unas pendientes suaves que suben y bajan por la divisoria entre Madrid y Segovia, alcanzando la cima de la Peña del Águila, la Peña Bercial y Cerro Minguete. Desde aquí, y dejando a nuestra izquierda el Montón de Trigo, bajamos al Puerto de La Fuenfría en donde podemos abastecernos de agua en la fuente del mismo nombre unos metros más abajo. Otra buena cuesta nos lleva al Cerro Ventoso y tras una corta bajada al Collado Ventoso, volvemos a afrontar otra empinada ladera hasta el 2º de los Siete Picos.

Llegando a los Siete Picos, la zona más bonita del recorrido.

Cresteando por los Siete Picos alcanzamos la cumbre del 7º, la más alta a 2140 m en donde comienza la larga bajada hasta Camorritos. Podemos realizarla por el tubo de la X (que es por donde bajamos nosotros) pero creemos que es más rápido por el hombro que se dirige hacia el sur y por donde podemos correr sin ninguna dificultad. Llegados a un tendido eléctrico, continuamos bajo él hasta la vía del tren de montaña que viene de Cotos. Ya sólo nos queda un largo y suave descenso por la pista paralela a la vía hasta Camorritos y por la carretera a Cercedilla y a su estación.

Con las últimas luces bajando del 7º Pico.

Carlos Carchenilla Valle se ha atrevido con el Cercedilla Trail dejando el crono en 3h 26′, pero sin pasar por las cimas de Peña Bercial y Cerro Minguete. Si queréis ver su recorrido pinchad AQUÍ. Gracias Carlos por tu participación y…¡a ver quién se atreve con ese tiempo, o con el de 3h 59′ pasando también por esas dos cimas!

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Categorías: MONTAÑA, Trail

Corre: es tiempo de perderse en la montaña

Vídeo cortito para que os animéis a correr por la montaña. Está ahí esperándoos y la tienda GR10 os lo pone fácil a la hora de equiparos adecuadamente. Y si queréis que os salga gratis podéis participar en esta campaña que ha lanzado a través de su Facebook.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: MONTAÑA, Trail

Corriendo a La Maliciosa

Hemos estado filmando un entrenamiento con Clemente López, del equipo de corredores de GR10. El itinerario parte de Matalpino y llega hasta los 2227 m del pico de La Maliciosa. Un desnivel de algo más de 1000 m en uno de los valles más bonitos que llevan a esta cima de la Sierra de Guadarrama.

Ficha Técnica                                        Mapa de Situación                                             Vídeo

La nieve va desapareciendo de nuestras montañas y es el momento de calzarse las zapatillas y salir a correr por la montaña. Todavía no hace demasiado calor y el agua del deshielo corre por todos los arroyos. Con nuestro amigo Clemente López hemos estado filmando uno de sus entrenamientos. Está en el equipo de “GR10” (www.gr10trail.com), una de las más especializadas tiendas de material para correr por montaña de Madrid, en Moralzarzal.

Preparando la jornada antes del amanecer.

Calentando en las faldas de La Maliciosa.

Con los primeros rayos de sol.

Con las primeras luces del día hemos calentado por las faldas de La Maliciosa para después dirigirnos hasta el comienzo de la senda que, desde muy cerquita del núcleo urbano de Mataelpino, sale en dirección norte directa a la cumbre de esta montaña. El camino se toma nada más salir del pueblo camino de Navacerrada y asciende siguiendo el arroyo hasta bien arriba.

Primera parte que discurre por un cómodo sendero.

En la zona intermedia trepando por el mismo arroyo.

Cascada en eta zona baja del valle.

La primera parte la vereda está bien clara entre el matorral de jara y brezo, muy cerca del río que en esta época viene con buen caudal por el deshielo de los neveros que todavía permanecen este año. Poco a poco vamos introduciéndonos en un ambiente más rocoso, con gayuba forrando el suelo por todas partes. El camino se divide en dos justo antes de llegar a los espolones rocosos: a la izquierda iremos rodeando el Peñotillo por su base para ascender después por la vertiente sur; a la derecha subimos directos a las agujas que conforman la cara sureste de La Maliciosa.

Llegando a la zona intermedia en donde abunda la gayuba.

Clemente trepando en las primeras rampas rocosas.

Aquí es justo donde el camino se bifurca.

A partir de aquí el camino se empina y tendremos que optar por ascender por uno de los tubos encajonados entre rocas que llevan a la cima. Tenemos el “Tubo de Todos” que gira hacia la izquierda, pero Clemente optó por ir de frente hacia un nevero que ascendía hasta el hombro que baja del pico hacia el sureste. En la nieve blanda, la mejor manera de subir resultó ser a cuatro patas, traccionando más con las manos que con los pies.

Primeras agujas rocosas entre los tubos.

Pasando por este curioso puente de roca.

Clemente haciendo el cabra para la foto.

 Ya desde el collado, más cómodamente alcanzamos la cima a 2227 m de altitud. Echamos un rápido vistazo hacia el resto de cumbres del Guadarrama, todavía con bastante nieve, y vuelta al valle.

Alberto filmando la subida por el nevero.

Aquí o vas a cuatro patas o no hay forma de subir.

Y ya cerca del collado del hombro sureste de la Maliciosa.

La bajada debemos hacerla con precaución debido a la cantidad de rocas sueltas que encontramos en los tubos.  Una vez que encontramos la vereda de subida, el descenso se hace más fácil y podemos volver a trotar. En resumen, una ruta muy entretenida en la que nos encontraremos con zonas muy rápidas y otras muy técnicas en las que tendremos que trepar entre rocas y nieve.

Último tramo rocoso.

Muchas gracias a Clemente y a Esperanza de GR10.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Psicobloc en Mallorca

Unos días con los amigos en la playa y escalando es uno de los mejores planes para el verano. Tras buscar algo de información en Internet, nos fuimos unos días a hacer “psicobloc” a Mallorca.

Mapa de Situación

                  

Habíamos visto imágenes de exóticas escaladas sobre el mar en Tailandia pero nuestro presupuesto no da para tantos lujos, así que nos fuimos a Mallorca en donde, a pesar de no tener unos paisajes tropicales, hacer psicobloc sobre el azul del mar es una pasada. Y lo mejor es que está aquí cerquita, con todo el buen ambiente mediterráneo.

Ambiente mediterráneo.

Alquilamos un apartamento en la zona de Cala d’Or al sureste de la isla, y cerca de Cala Ferrera encontramos unos cuantos acantilados con muchas posibilidades. Con una pequeña barquita hinchable reconocíamos las zonas y haciendo snorkle comprobábamos la profundidad en caso de caída. Para no tener problemas, lo mejor es ir a las zonas catalogadas en las guías de escalada y que se pueden encontrar en Internet.

Reconociendo una de las zonas.

Comprobando la profundidad con las gafas.

Con la barquita cerca por si acaso.

Enseguida que te pones a hacer psicobloc, te das cuenta del porqué del nombre. Es un tipo de escalada en el que el “coco” tiene mucha importancia. Acostumbrado a escalar bien atadito con tu cuerda  que en caso de caída te sujetará, hacerlo sin ella e ir ganado altura de tal forma que si te caes lo harás hasta el mar, te va obsesionando bastante. Más que nada porque si caes al agua con los pies hacia abajo, no hay ningún problema; pero si lo haces de espaldas, ésta te va a escocer muchos días.

Más vale tirarse que caer descontrolado.

Os dejamos con unas cuantas fotos refrescantes de esos días:

Sector cerca de Cala d’Or.

Acceso rápido al inicio de vía.

Turno de Isra.

Turno de Rober.

Turno de Alberto.

A esta altura ya da miedito caerse.

Y el techo final.

Sector de Cala Ferrera.

Primero hay que destrepar hasta el mar.

Saliendo del techo.

Álvaro en el sector de Cala Ferrera.

Álvaro en el sector de Cala Ferrara.

Atención a las salidas menos verticales.

Hasta pronto Mallorca: Álvaro Pantoja, Israel López, Roberto Pérez y Alberto Pantoja

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: Escalada, MONTAÑA

Ascensión al Tacul

La ascensión de la cara norte del Mont Blanc de Tacul supone una interesante y fácil ascensión glaciar con una trepadita final a las rocas cimeras. Es perfecta para aclimatarnos pero su accesibilidad no debe hacernos olvidar el terreno en el que nos movemos.

                      Ficha Técnica                                            Mapa de Situación

                   

Aunque hay quien renuncia a tomar el telecabina de la Aguja del Midi y llega al Valle Blanco tras remontar la Mer de Glace, la mayoría de las ascensiones a esta montaña se realizan gracias este remonte. Así, de un plumazo, nos plantamos a 3800 m de altitud a tiro de piedra de este imponente “cuatromil”. Una relativamente fácil ascensión glaciar que se puede hacer en el día y que resulta muy golosa para iniciarnos en este tipo de ascensiones.

La huella hacia el Tacul no siempre va por el itinerario más seguro.

Pero su accesibilidad está provocando estos últimos años un elevado número de accidentes, sobre todo por aludes. Dos meses antes de nuestra ascensión, siete montañeros quedaron sepultados tras desprenderse un enorme serac en la zona alta de la cara norte, y este mismo año otros dos han perdido la vida en circunstancias parecidas.  Otros fatales accidentes se han producido últimamente debido a aludes de placa tras copiosas nevadas. Y es que hay que valorar la peligrosidad de la ruta independientemente de que haya cordadas en ella (casi siempre hay alguna) y valorar también si la huella por la que se asciende es la más segura. La mayoría de las veces la ruta trazada es la más fácil, pero no la más segura.

Hay que valorar la peligrosidad de la ruta entre las numerosas grietas y seracs.

Al margen de ésto, la ascensión es preciosa, empezando por el descenso de la afilada arista que baja de la Aguja del Midi al plató del Valle Blanco. Un comienzo que nos pone en situación. A pesar de que hay quien atraviesa el plató sin cuerda, o conocéis perfectamente las zonas de grietas, o más vale no atravesarlo sin ella.  A nuestra derecha dejamos el refugio de Los Cósmicos, en donde podemos hacer noche para subir más tranquilamente. Aquí es donde pernoctamos si queremos realizar el Mont Blanc por la ruta de los “cuatromiles”.

Afilada arista de bajada al Valle Blanco.

Con un buen “patio” a ambos lados.

Atravesando el gran plató del valle Blanco.

A nuestra derecha dejamos el refugio de Los Cósmicos.

La ruta varía de año en año dependiendo del movimiento de los seracs y de donde se tapen o abran las grietas del glaciar. Normalmente tenemos una primera rampa empinada para sortear las primeras grandes grietas y que a veces se encuentra abarrotada de gente que sube y que baja. Pasada esta primera parte, la pendiente disminuye algo pero se mantiene constante en torno a los 30º y va zigzagueando para evitar las grandes grietas de esta zona intermedia.

Al fondo el triángulo rocoso del Tacul.

Llegando al collado justo antes de las primeras rampas.

En seguida ganamos altura y se abre el Valle de Chamonix a nuestros pies.

Primeras grietas y seracs para llegar a la zona intermedia.

Tras la zona media de la cara norte, la pendiente aumenta a medida que nos acercamos a las grietas de la parte alta. Por aquí debemos valorar las condiciones de los seracs y la nieve, y evaluar la seguridad de la ruta trazada. En ocasiones evita rampas de hielo duro y empinado pero atraviesa por debajo de seracs que no sabemos cuándo se derrumbarán. Es la zona más peligrosa y debemos informarnos bien y saber elegir el camino más seguro. Sea cual sea el camino que elijamos, debemos afrontarlo lo más rápidamente posible.

Al borde de una de esas grietas sin fondo.

Frecuentemente encontramos seracs en equilibrio precario.

Últimas rampas empinadas antes de llegar al hombro.

Paso entre seracs en la parte alta para llegar al hombro.

Llegados al hombro, se abre ante nosotros una gran meseta con una travesía descendente hacia el collado entre el Tacul y el Mont Maudit a nuestra derecha, y otra ascendente hacia nuestra izquierda que se dirige a la arista que separa la vertiente norte de la vertiginosa cara este, con una enorme ceja sobre el couloir Whimper. La huella de la derecha será la que sigamos si nos dirigimos al Maudit por la ruta de los “cuatromiles”, camino del Mont Blanc.

La peligrosa cara nordeste del Maudit con el famoso paso de la rimaya, y el Mont Blanc al fondo.

Viento fuerte llegando al plató por encima del hombro.

Cuidado con los nubarrones en esta zona apropiada para perderse si hay poca visibilidad.

Hacia nuestra izquierda encontramos la arista que lleva a la cumbre.

Siguiendo hacia la izquierda en dirección hacia el sur, nos topamos con las rocas cimeras que trepamos por su lado este, justo por encima del couloir. Una fácil pero expuesta trepadita entre rocas y hielo, nos lleva hasta la cima. Es aquí donde es difícil no encontrarnos con el clásico embotellamiento de los Alpes, con cordadas que suben y que bajan y que hacen que esperemos y desesperemos. Nosotros tuvimos suerte este día de mediados de septiembre y subimos solos!!!

Tramo final con la gran cornisa sobre el couloir Whimper.

Comienzo de la corta y fácil trepada rocosa.

Tramo expuesto al rodear por encima del Whimper.

Álvaro en los últimos metros.

Y Alberto cerrando la cordada.

Y por fin la cima con un tiempo que empeoraba por momentos.

Debemos prestar atención a los cambios bruscos de tiempo en este plató cimero, ya que la nieve y la niebla pueden hacernos perder el camino correcto entre todas las grietas y seracs. Por lo demás, el descenso no tiene truco y desandando nuestra huella volveremos a tener que pasar por esos tramos expuestos lo más rápidamente posible. En definitiva, una ascensión fácil, accesible, bonita pero congestionada y expuesta a los aludes.

Regreso por la arista del Midi, ya con los primeros copos cayendo.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: Alpinismo, MONTAÑA

Ascensión al Breithorn

Su ascensión por la ruta normal desde el telecabina del Klein Matterhorn es considerada como una de las más fáciles para acceder a un cuatromil alpino. Y aunque queda descafeinada por este hecho, no deja de ser uno de los picos con mejores vistas de dos de los gigantes que le rodean: el Monte Rosa y el Cervino. Una ascensión muy apropiada para iniciarse y aclimatarse.

Ficha Técnica                                                       Mapa de Situación

                    

El Breithorn  se encuentra en la frontera entre Italia y Suiza y su nombre significa «pico ancho». De hecho tiene tres cimas diferentes que son consideradas montañas independientes por la UIAA: la occidental de 4164 m, la Central de 4160 m y la Oriental de 4140 m. Es muy habitual encadenar la ascensión de las tres en la misma jornada, a través de una  fácil arista algo más afilada que la de ascenso al Occidental por la ruta normal. Fue ascendido por vez primera en 1813 por Maynard, Couttet, Gras y Hérin. Está considerado el más fácil de ascender de los cuatromiles de los Alpes debido al telecabina que nos lleva desde Zermatt hasta los 3.820 m, del Kleine Matterhorn.

Vertiente norte de los Breithorn con el Kleine Matterhorn a la derecha.

Vista de la cara oeste del Breithorn Occidental desde las pistas de esquí.

Reguero de gente atravesando el plató glaciar.

La ruta normal parte de la estación superior del telecabina que llega al Kleine Matterhorn, de la salida a las pistas de esquí en el glaciar. Aunque la ruta es sencilla, debemos tomar todas las precauciones propias del terreno que pisamos y ser conocedores de las técnicas de progresión y de rescate en glaciar. Es imprescindible el uso de arnés, cuerda, material para un posible polipasto, crampones y pìolet. Si no tenemos visibilidad y no hay huella, es muy fácil perderse por esta enorme meseta nevada y debemos tirar de GPS para no acabar perdidos por el glaciar. Lo habitual será seguir el reguero de personas que van hacia la cima.

Alberto y Álvaro con la impresionante pirámide del Cervino detrás. Julio, 2002.

Con José Miguel en las primeras rampas en uno de esos pocos días en los que se puede abrir huella.

Llegando a la arista cimera.

Alcanzando la cumbre.

Avanzamos hacia el sur paralelos a una de las pistas para rodear por el amplio plató la cuenca que se encuentra a nuestra izquierda. El itinerario va dando un gran rodeo hacia nuestra izquierda evitando las grietas y va tomando dirección nordeste. Poco a poco la pendiente  va aumentando y nos topamos con la rimaya que normalmente no presenta ningún problema para pasar. A partir de aquí la ruta se empina hasta unos 30º o 35º y se dirige hacia la izquierda para alcanzar la arista oeste. Desde aquí la ruta gira a la derecha siguiendo la arista poco afilada hasta la cima.

Jonás Cruces de Todovertical llegando a la cumbre.

José Miguel llegando a la cima.

Álvaro y Alberto a 4164 m. Julio 2002..

La amable vertiente sur contrasta con lo abrupto de la cara norte de la montaña y las vistas son impresionantes: hacia el sureste las cimas Central y Oriental, el Castor y el Pólux; hacia el este el Lyskamm y las cimas del macizo del Monte Rosa; hacia el noroeste el Dom; y hacia el este el espectacular Cervino con las aristas Hornli y Furggen recortándose contra el cielo. Incluso, si el día está claro se alcanza a ver el Mont Blanc.

Camino del Breithorn Central.

En la arista de bajada, algo más afilada.

Llegando al collado, con la vertiente norte a nuestros pies.

Podemos descender por la misma ruta de ascenso, pero es mucho más interesante continuar la arista hacia el este en dirección al Breithorn Central. La arista es algo más afilada y enseguida llega al collado entre ambas montañas. Desde aquí podemos ascender hasta la cima Central teniendo precaución con las cornisas que vuelan sobre la cara norte. Más allá es posible llegar a la cima oriental también, pero esta vez por una zona mixta con pasos de tercer grado.

Aspecto de la arista entre los Breithorn.

De regreso hacia el plató con el Central y el Oriental detrás.

El “kleine” y el “gran” Matterhorn.

La vuelta se realiza descendiendo al plató glaciar teniendo precaución con las grietas, hasta toparnos con las pistas de esquí que nos devolverán al Kleine Matterhorn. Una actividad interesante para iniciarnos en la progresión glaciar y en altitud, y aunque su cómodo acceso provocan una masificación exagerada que desvirtúa el encanto de estar en la montaña, hay que reconocer que sus vistas son espectaculares.

Con Jonás Cruces (Todovertical) y Luis Basarrate. Que buenos ratos…

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Ascensión al Gran Paradiso

El Gran Paradiso es, pese a ser uno de los “cuatromiles” más visitados de los Alpes, una de las montañas que mejores sensaciones proporcionan cuando la escalas, ya que  no tenemos remontes que nos faciliten la ascensión desde el valle. Su trepada final pone la guinda a esta interesante actividad.

               Ficha Técnica                                                  Mapa de Situación

                    

Situada dentro del Parque Nacional del Gran Paradiso, es la única montaña enteramente italiana de más de cuatromil metros, justo al otro lado de la frontera con Francia y pegada al Parque Nacional de la Vanoise. Fue escalada por primera vez en septiembre de 1860 por Cowell, Dundas, Payot y Tiaras y su ascensión por la ruta normal está clasificada como Fácil. Es habitual aclimatarse en esta montaña para afrontar el vecino Mont Blanc.

La cara norte del Gran Paradiso y el glaciar de Laveciau.

Su ruta normal comienza en Pont, al fondo del Valle de Valsavarenche en donde termina la carretera a una altitud de unos 1950 m  en donde se localiza un aparcamiento, camping, restaurante  y puesto de información. Lo habitual es hacer la ascensión en dos etapas, pernoctando en el Refugio Vittorio Emanuele II que se encuentra a 2735 m y en el que tendréis que reservar plaza con suficiente antelación.

El valle de Valsavarenche desde Pont, comienzo de la ascensión.

Saliendo del bosque en uno de tantos zigzags.

La primera jornada afronta un desnivel de algo más de 750 m y el camino está bien marcado. En un principio el camino discurre de manera cómoda paralelo al río principal para después remontar hacia la izquierda y ganar altitud rápidamente zigzagueando por la ladera boscosa. Abandonamos el límite del bosque y pronto alcanzamos el refugio: grande, cómodo y muy acogedor. Buena cena, dormir lo que se pueda y a madrugar.

El Refugio Vittorio Emanuele II a 2735 m.

El monte Ciarforom de 3642 m desde el refugio.

No es necesario salir demasiado pronto del refugio, así que en torno a las 04 ó 05 conviene levantarse y desayunar. La primera parte no suele tener nieve (en verano) y ascendemos por pastizales y canchales. Existen dos opciones en esta ruta normal: la más habitual sigue por el mismo valle por el que estamos ascendiendo hasta el glaciar que baja de la cima; otra sube al espolón rocoso que cierra este valle a nuestra izquierda y se introduce en el glaciar que desciende más hacia el norte. Las dos rutas se unen más arriba y cada una tiene su atractivo particular.

Con Manuel, encordándonos para entrar en el glaciar Laveciau.

Hilera habitual en esta montaña.

La primera opción tiene una zona  empinada justo a la entrada al glaciar del Gran Paradiso y continúa por él en dirección ascendente sin dar muchas vueltas ya que hay pocas grietas. Vamos ganando altitud y nos encaminamos hacia una dorsal de nieve a la izquierda del valle. Justo en la zona superior de esta dorsal enlazamos con la otra opción de la ruta normal.

Remontando las primeras palas del glaciar del Gran Paradiso.

Llegando al hombro en donde se unen las dos rutas descritas.

Sobre la dorsal que separa el glaciar Laveciau a la derecha y el del Gran Paradiso a la izquierda.

La ruta normal por el glaciar del Gran Paradiso.

La segunda opción, una vez subido el espolón rocoso, da acceso a la lengua del glaciar de Laveciau, justo por encima de un caos de grietas y seracs. Aunque el glaciar aquí es menos pendiente, en esta zona se abren muchas más grietas y tenemos que rodearlas continuamente. Más allá, el glaciar se empina y debemos ascender hacia la derecha para alcanzar el mismo hombro glaciar al que asciende la ruta anterior.

Entrando en el agrietado glaciar de Laveciau.

Rodeando una de tantas grietas de este glaciar.

Manuel con el impresionante caos de grietas y seracs del glaciar Laveciau.

Ruta normal por el glaciar Laveciau. En el collado se une con la otra ruta.

A partir de aquí la ruta es única y tras rodear unos seracs que dejamos a nuestra izquierda, vamos aproximándonos a las paredes que flanquean el glaciar a nuestra derecha, describiendo una amplia curva ascendente en dirección a la cresta cimera. La cresta rocosa es sencilla pero en sus últimos metros se pasa a la cara sureste que se precipita abruptamente. La travesía de estos bloques cimeros es fácil pero expuesta, por lo que hay colocados seguros con los que proteger el paso. El cruce de cordadas en este punto es el que produce los embotellamientos y las aglomeraciones, que en ocasiones hacen que algunos se den la vuelta helados de frío y cansados de esperar.

Evitando los seracs justo cuando se unen las dos rutas.

A partir de aquí ya podemos ver la cima del Gran Paradiso.

Arrimándonos a los gendarmes que cierran el glaciar.

Y pasada la rimaya nos queda la cresta rocosa que en principio se afronta por el lado oeste.

La cima es un bloque con una virgencita en él, pero debido a la masificación, normalmente no hay tiempo de saborearla y debemos dejar paso a otros. En total habremos empleado en torno a las 5 horas desde el refugio y el descenso es cómodo y rápido, por lo que normalmente recogeremos nuestras pertenencias del refugio y bajaremos directamente al valle.

Aquí nos pasamos al lado sureste de la cresta, con un buen patio.

En este fácil pero expuesto tramo hay anclajes para asegurar el paso.

Y la virgencita de la cumbre a 4061 m con la gente de Todovertical .

En definitiva, una preciosa ascensión en la que alcanzamos los 4061 m por nuestros propios medios, sin uso de remontes. Si además, no encontramos aglomeraciones en la cima (cosa difícil), una ascensión perfecta.

Texto y fotos: Manuel No, Jonás Cruces y Luis Pantoja

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Ascensión al Tryo Glavaya

El Campo Base del glaciar Inylchek Sur se encuentra en una de sus morrenas laterales, justo en la falda del Tryo-Glavaya de 5504 m. Después del treking para llegar hasta aquí, había que intentar ascender a su cima norte.

                       Ficha Técnica                                                                   Mapa de Situación

                          

Una vez que decidimos separarnos para intentar las dos cimas que nos parecían asequibles desde este Campo Base, el Pesni-Abay y el Tryo-Glavaya, y con la escasa información que habíamos recopilado, Álvaro, Alberto y yo preparamos el material. Esa tarde decidimos reconocer al camino por el glaciar hasta el comienzo de la ascensión, e incluso remontamos los primeros metros para precisar la dificultad de la ruta. Esta cara noroeste es glaciar en su totalidad y aunque sus rampas no parecían superar los 50º nos inquietaba el no tener claro lo que nos íbamos a encontrar.

El Tryo Glavaya Norte.

Ya de madrugada remontamos algo el glaciar y enfrentamos las primeras rampas con los frontales. La nieve estaba podrida y rehelada, haciendo que tuviéramos que asegurarnos en los tramos expuestos. Tras estas primeras rampas, el itinerario remonta sobre los cortados de la cara norte por lo que hay que extremar las precauciones. La continua pendiente de entre 45º y 55º está tan helada que los crampones apenas penetran en ella. Progresamos más despacio de lo que querríamos.

Mucho frío saliendo a las 3 de la madrugada del CB.

Primeras rampas y primeras luces.

La continua pendiente no permite ningún descuido.

Un balcón perfecto al Inylchek Sur.

Pasada esta expuesta zona, la pendiente gira sobre la cara noroeste y disminuye su inclinación, pero ahora el peligro son los puentes de nieve blanda sobre las grietas. Llevamos 6 horas de escalada y es ahora, desde la perspectiva que nos proporcionan los 5000 m a los que hemos llegado, cuando nos damos cuenta de las verdaderas dimensiones de este lugar. Los gigantescos bastiones de 7000 m que protegen este caudal de hielo hasta su fusión a más de 60 km, se pierden en la neblina de la mañana y nos abstraen momentáneamente en este hombro al que hemos llegado.

En la parte superior, la pendiente vuelve a empinarse.

La nieve rehelada se trasforma rápidamente con el sol.

A pesar de que los últimos cien metros de rampas que conducen a la cima se elevan frente a nosotros, decidimos retirarnos prudentemente, ya que el Sol comienza a debilitar los puentes sobre las numerosas grietas que nos esperan más abajo.

Con el Khan Tengri al fondo.

Desde aquí podemos adivinar parte del treking por el glaciar.

Y en este rellano por encima de los 5000 m, justo antes de la última rampa, decidimos bajarnos.

Así pudimos comprobarlo después, cuando Álvaro se coló hasta las axilas, quedando sujeto del piolet y la cuerda. Tras otras seis horas más, llegamos al campo base cansados pero enormemente satisfechos.

Delicado descenso en algunos tramos.

Con la nieve blanda tras el susto en la grieta.

De vuelta en el CB con el Tryo Glavaya al fondo.

A pesar de la nerviosa mirada que echamos al helicóptero destrozado que se encuentra en una grieta del glaciar junto al campo base, esperamos impacientemente el regreso sobrevolando el itinerario de venida. Nos despedimos del Guía y los porteadores y, en medio del estruendo de las hélices, nos elevamos mientras recorríamos con la mirada nuestras huellas del día anterior por el Tryo-Glavaya y el Pesni-Abay.

El helicóptero que nos llevará de regreso.

Nos despedimos del Inylchek remontando collados de más de 5000 m.

Sobrevolando en unos minutos todas esas montañas que tantos días nos llevó atravesar.

La grandiosidad del Inylchek se extiende bajo nosotros, ya no como un caos de hielo y rocas, sino como un conjunto ordenado de lenguas glaciares que se van agrupando en una sola, y en el que sus morrenas paralelas marcan el camino a seguir entre las enormes montañas que lo enmarcan. Cuando el piloto cambia de dirección para atravesar la cordillera, el espectáculo al pasar entre los contrafuertes de hielo, nos hace sacar la cabeza, literalmente, por las ventanillas. Después otro valle glaciar y más montañas, y tras éstos, los extensos prados y bosques hasta el Issik-Kul que te devuelven, con mucha pena, a la civilización.

Y por fin una buena cerveza fresquita.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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