Morezón: directa de la cara oeste

El descenso de la Directa del Morezón por su cara Oeste, además de ser la manera más interesante de llegar hasta la Laguna Grande de Gredos, presenta en sí mismo, dificultad e ingredientes de auténtico esquí de montaña.

     Ficha Técnica                                             Mapa de Situación

                   

Practicar esquí de montaña en Gredos supone una actividad con un gran componente alpinístico. Accesos no muy cómodos, desniveles de más de 500 m, líneas con numerosas barreras rocosas y condiciones de nieve exigentes. Gredos supone toda una escuela que nos capacita para cordilleras de mayor altitud. Su moderada altitud que llega hasta los 2590 m del Almanzor, puede hacer que nos confiemos en exceso. Su relieve es agreste y auténticamente alpino y sus nieves normalmente nos exigirán una depurada técnica ya que suelen abundar las placas de hielo, nieves costra o húmedas como el pegamento.

En el Prado de Las Pozas.

Remontando hacia El Morezón. 

El circo del río Pozas.

 El punto de partida de la mayoría de las líneas es la Laguna Grande de Gredos y el Refugio Elola (www.refugioelola.com) bien puede servirnos de campo base. Conviene reservar con antelación si vamos a pasar la noche allí, ya que las plazas son limitadas y en temporada alta están muy solicitadas. Para llegar hasta allí desde la Plataforma podemos hacerlo remontando Los Barrerones o subiendo hasta la cima del Morezón. Este último itinerario nos llevará algo más de tiempo pero podemos acceder a su vertiente norte por donde podemos bajar sin muchas dificultades hasta la Laguna Grande. Pero también desde su cima accedemos a su cara oeste, por donde discurre la línea que os contamos, la Directa del Morezón.

Últimas rampas mirando hacia la vertiente sur.

Cumbre del Morezón.

Cara oeste del Morezón.

 Para llegar hasta la cumbre del Morezón remontaremos desde el Prado de las Pozas en dirección sur remontando el río por la izquierda hacia los altos de Navasomera. Rodeamos así el circo que cierra este río por su parte alta y girando a la derecha alcanzamos el borde superior de este recuento glaciar. Justo desde aquí y hacia el suroeste, alcanzamos con facilidad la cumbre del Morezón. Nos llevará en torno a las 2 horas desde La Plataforma. Ya en la cima y mirando hacia el oeste, se abre el espectacular paisaje del Circo de Gredos y se extiende a nuestros pies toda la vertiente que conduce directamente hasta la Laguna Grande.

Comenzando el descenso.

Con el Almanzor al fondo. Foto Enrique Ribas (snowtracks)

Y el Casquerazo.

 El descenso comienza con una zona amplia y fácil pero en donde debemos tener cuidado con las placas de nieve dura o con las avalanchas, ya que es muy favorable para que se desencadenen aludes que pueden ser de dimensiones muy grandes y que nos arrastrarán a los cortados que tenemos más abajo. Su zona media no es demasiado empinada, rondando los 40º pero al estar expuesta a los fuertes vientos de poniente, es habitual que esté la nieve dura o incluso helada. Esto unido a que una caída nos conducirá a la canal de La Mina con sus bloques y sus cortados, hacen que debamos extremar las precauciones.

El circo a nuestros pies.

La nieve suele encontrase dura en la zona alta.

Primeras pendientes no muy empinadas.

La zona baja es algo laberíntica y os aconsejamos que conozcáis la ruta y os aseguréis de que tiene continuidad o de que no os equivocáis de canalizo por donde llegar hasta abajo. Si la nieve no es muy abundante, estos tubos finales pueden presentar pasos realmente estrechos o de salto obligado, con fuerte pendiente que en algún punto puede alcanzar los 45º y estar formado por nieve dura. La salida habitual se realiza descendiendo ligeramente hacia la derecha según bajamos, dejando el eje del descenso a nuestra izquierda y que conduce directamente a la canal de La Mina.

Pero aquí no te puedes caer… Foto Enrique Ribas (snowtracks)

… y hay que asegurar… Foto Enrique Ribas

… para no llegar hasta la misma laguna. Foto Enrique Ribas (snowtracks).

 Ya solo nos queda atravesar la Laguna Grande (ojo con el hielo de la laguna si la temporada está acabando) y tomarnos el bocata con una cervecita en la mano sentados en la terraza del refugio Elola. Y ya que estamos aquí lo mejor será quedarnos a dormir el él, para remontar al día siguiente alguna de las canales que nos ofrece este circo glaciar tan formidable: la portilla de Los Machos, la de los Cobardes, la canal de Las Hoyuelas, la de Los Hermanitos, la del Venteadero, la de los Reyes Magos, la de La Pluma o el mismísimo Almanzor por la portilla del Crampón.

Llegando a la zona baja.

Aquí tenemos que elegir bien el itinerario de salida.

Llegando al fondo del circo. Foto Enrique Ribas

Para regresar os aconsejamos que os dirijáis hacia Los Barrerones para después abandonar la ruta principal hacia la derecha y remontar el Morezón por su cara norte. No hace falta llegar a su cima para alcanzar la portilla desde la que accedemos al circo del río Pozas. Descender por aquí también puede resultar laberíntico con una serie de palas y tubos que enlazados nos depositan en el fondo del circo. Desde allí, una larga travesía por la derecha del río nos conduce hasta el Prado de las Pozas y hasta La Plataforma.

Remontando la cara norte.

Un descenso más que interesante y que nos lleva directamente hasta la Laguna Grande en donde podemos enlazar con cualquiera de las muchas canales del Circo de Gredos.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Categorías: ESQUÍ, Esquí de Montaña

Val d’Isere: freeride con encanto

En Val d’Isere caminamos entre la tradición de sus preciosas casas de madera, y la modernidad de tiendas y boutiques de sus calles. Y en sus montañas esquiamos entre las mejores pistas de Copa del Mundo, y  unos itinerarios de laderas vírgenes y bosques alpinos con mucho encanto.

     Ficha Técnica                                             Mapa de Situación

                   

El pueblo de Val d’Isere es uno de los más bellos de los Alpes, con la mayor parte de sus construcciones respetando la tradicional arquitectura de madera de la región. Pasear por sus calles resulta cómodo debido también al interés por favorecer al peatón y al esquiador en detrimento de los vehículos. Muchas calles son peatonales y los vehículos deben estacionarse sólo en los parkings, dejando que en ellas la nieve se mantenga con una fina capa, ya que el rociado de sal está prohibido por ser perjudicial para el medio ambiente (a ver si aquí tomamos nota).

 Escultura de nieve a la entrada del pueblo. 

Su cota máxima se encuentra en la Punta Montet de 3450 m y la mínima en le pueblo de  La Daille a 1785 m. Cuenta con 65 remontes y unos 150 km de pistas. Existen alojamientos para todos los gustos, sobre todo para los más exquisitos, y es que al pasear por sus calles en seguida adviertes que éste es un pueblo con todos los lujos: 50 boutiques de moda y de marcas famosas del mundo del esquí, galerías de arte, 10 salas de Spa, … Y más de 90 restaurantes, algunos con estrellas Michelín como: “La Becca” familiar y tradicional; o “La Table de l’Ours” mezcla de tradición y modernismo; o “L’Atelier d’Edmond” homenajeando la cocina de montaña. Entre los hoteles os mencionaremos “Le Kandahar” 3*, tradicional, familiar y muy agradable.

Mejor no pasar por debajo de algunas cornisas.

Escalera de emergencias poco transitable.

Pero vamos a hablar de lo que fundamenta este pueblo alpino: su nieve. Val d’Isere constituye junto a Tignes el “Espace Killy”. Estas dos estaciones poseen cada una su espíritu particular, que se conjuntan y complementan para satisfacer a todo tipo de esquiador. El sector del Estadio Olímpico de Bellevarde es uno de los grandes atractivos de esta estación y la pista negra de “La Face” requiere toda nuestra técnica. Aquí se encuentra el estadio olímpico y al asomarnos e imaginarnos la velocidad que alcanzan los corredores en estos muros, se nos ponen los pelos de punta.

Llegando a los chalets de Val d’Isere desde La Manchet.

Fernando Martínez bajando hacia Le Chatelard.

Mientras que Tignes concentra una mayor cantidad de zonas freeride interesantes, técnicas y difíciles, Val d’Isere puede presumir de tener descensos especialmente bonitos y variados, con zonas técnicas y otras más “disfrutonas” por el bosque. Para nosotros que siempre vamos buscando lo menos pisado, estas han sido las zonas que más nos han gustado:

En Val d’Isere no es difícil encontrar la nieve polvo.

Sectores freeride:

Le Vallee Perdue:
Zona de amplias laderas por medio de la cual discurre una garganta entre agujas de roca, tan estrecha que a veces tienes que encoger los hombros para poder pasar. Los cortos tubitos que acceden a ella son espectaculares. Al final no te queda más remedio que abandonar la garganta y atravesar el bosque hasta “La Daille”.

Lanzado a la garaganta del Vallee Perdu…

… una de las zonas más atractivas de Val d’Isere…

… con rincones de lujo…

… y gargantas que más parecen cuevas.

Le Manchet:
El telesilla del “Grand Pre” nos permite acceder a las laderas que rodeando  el “Rocher du Charvet” nos llevan al valle de “Le Manchet”. Aquí tenemos palas amplias con algún que otro tubo interesante que discurren a espaldas de las instalaciones y nos acercan a la montaña. Siguiendo hasta el fondo del valle, llegamos al barrio de Le Chatelard pero os recomendamos que ascendáis en el “Manchet Express” para acceder a otra zona interesante: la que abarca entre las pistas de “Marmottons” y “Piste S”.

Rodeando La Rocher du Charvet.

Hacia el valle de La Manchet.

Refugio de Fond des Tours:
En la zona alta de “Solaise” y subiendo en el telesilla de “Cugnai” accedemos a otro valle que baja hacia “Le Manchet” pasando por el Refugio que hemos mencionado. Son laderas muy amplias y en general poco visitadas, en las que no será difícil encontrar líneas en donde abrir nuestra huella.

Acceso algo delicado y empinado.

Hay que rebuscar por enlazar los tubos.

Le Grand Vallon:
Desde el telesilla de “Signal” hasta el pueblo de “le Fornet” tenemos otro gran descenso, largo y variado. Laderas amplias que dan acceso a la zona de bosque que lleva hasta el pueblo. Aquí, alejados de las aglomeraciones de las pistas podremos saborear la tranquilidad de estas montañas.

Hacia el pueblo de Le Fornet.

Saltando en la zona del bosque de alerces.

Solaise:
Y otras dos zonas con cierto interés son la zona de esquí de glaciar y los tubos de “Solaise”. Las palas que llevan desde la Punta de “Montet” a 3488 m en donde se encuentran los glaciares que permiten el esquí de verano, hasta el Col d’Iseran a 2762 m. La nieve suele encontrarse en buenas condiciones por el frío de estas alturas, pero también es una zona muy venteada por lo que tendremos que buscar donde haya habido acumulaciones (ojo a las placas de viento). Desde “Solaise” hacia “Le Laisinant” tenemos cortos pero difíciles tubos, algunos de ellos cortados y que debemos estudiar desde abajo antes de introducirnos en ellos.

Laderas amplias y nieve fría en la zona del glaciar.

En uno de los tubitos que bajan desde Solaise.

Hay que estudiarlos bien antes de entrar en estos estrechos tubos.

Ya seamos  más “pisteros” o más “riders”, Val dÌsere gusta a todos. Sus chalets de madera, sus modernos remontes, sus cuidadas pistas y su nieve polvo hacen unas vacaciones perfectas. ¿Se puede pedir más?

Hacia La Daille.

Oficina de turismo de Val d’Isere: www.valdisere.com
Hotel Kandahar: www.hotel-kandahar.com
Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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