Tubo del Cholón de Siete Picos
El tubo del Cholón es una línea que desciende directamente desde el hombro del séptimo pico hasta el fondo del valle de Camorritos, con un paso muy muy estrecho y difícil de pasar sin quitarse los esquís. Un itinerario que solamente es esquiable cuando la nieve se acumula en esta cara sur de los Siete Picos.
Ficha Técnica Mapa de Situación Vídeo
Después de sufrir hasta finales de febrero la ausencia casi total de nieve en la Sierra de Guadarrama, los vientos del norte nos trajeron nevadas con vientos fuertes que dejaron incomunicado por carretera el Puerto de Navacerrada durante tres días. Estas nevadas acompañadas de viento fuerte acumularon un buen espesor en las caras sur de la sierra, con una nieve apelmazada y compactada por el viento y que ha cambiado el panorama de este final de temporada.
La vertiente sur de los Siete Picos presenta un murallón de casi 600 m de desnivel desde el fondo del valle, en la colonia de Camorritos. Su orientación hace que no todos los inviernos tenga las condiciones apropiadas para poder esquiarse, pero cuando se acumula la nieve nos ofrece un perfecto terreno de juego con canalonas y tubos separados por espolones rocosos. Debemos conocerlas bien para no toparnos con aquellas que conducen directamente a alguna de las numerosas barreras de cortados.
En esta ocasión remontamos desde el Puerto de Navacerrada a 1860 m por el camino que asciende a la Virgen del Telégrafo para llanear después por la cresta que separa las comunidades de Madrid y Segovia hasta el collado de la Ventolera. Un camino que atraviesa el bosque de pinos silvestres, algunos de ellos centenarios, esbeltos o retorcidos por la dura climatología. Desde allí, el itinerario se empina algo hasta la zona cimera en donde se alzan las rocas de la cumbre del séptimo pico, el más alto de todos ellos: 2138 m.
El descenso comienza al pie de las rocas cimeras, bajando entre los pinos enanos hacia el este hasta una pala fácil que se abre hacia la pendiente sur. En esta zona fácil nos desviamos ligeramente hacia nuestra izquierda para evitar un primer resalte impracticable. Una vez pasado éste, nos arrimamos hacia las rocas de nuestra derecha ganando progresivamente más pendiente hasta un embudo muy estrecho con un escalón vertical de unos tres metros. Este es el paso más complicado ya que tiene una pared rocosa a la derecha y un cortado barnizado por una cascada de hielo a la izquierda. Álvaro y yo intentamos pasarlo clavando las colas en la nieve mientras manteníamos las espátulas en el aire, pero finalmente tuvimos que descalzarnos y pasar esos escasos metros sin los esquís.
Alberto lo resolvió de manera mucho más elegante, sin descalzarse los esquís, apoyando las colas en el estrecho tubo y las espátulas en el hielo justo antes del paso clave. Y desde ese punto se marcó un recto por el estrecho tubo hasta donde por fin se podían atravesar los esquís para frenar, unas cuantas decenas de metros más abajo. La velocidad a la que nos pasó nos dejó con la boca abierta mientras veíamos como apuraba los derrajaes en el tubo, para perder esa velocidad y detenerse, eso sí, con voltereta incluída.
El tubo, que en su parte estrecha justo bajo el escalón vertical alcanza algo más de 45º, se va abriendo progresivamente y perdiendo inclinación, dejándonos girar cada vez con mayor comodidad. Pasada la parte difícil, vamos saboreando esta zona con pendiente pero ya sin peligro.
Poco más abajo vamos introduciéndonos en el pinar, primero por una zona fácil de majestuosos árboles, grandes y aislados, para después alcanzar el pinar más espeso pero no tanto como para impedirnos esquiar con fluidez. Ya en la parte baja del pinar, éste va mezclándose con el roble melojo y tenemos que descender con más ojo y menos deprisa, disfrutando más del entorno y del paisaje. En la zona baja del valle, cuando la pendiente cede, nos topamos con la pista paralela a la vía del tren de Cotos, por donde continuamos cómodamente hasta la colonia de Camorritos.
Un descenso interesante y variado, con dificultad en la zona alta y para disfrutar en la de abajo. Cuando la sur de Siete Picos tiene nieve, es una joya.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE LA SIERRA DE GUADARRAMA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.