Tormentas: qué son y cómo se forman

Aunque pueden producirse durante cualquier época del año, es en verano cuando más se prodigan las tormentas. En menos de lo que imaginamos, podemos pasar de un radiante y caluroso día, a una jornada de lluvias intensas, con granizo, bajada brusca de temperaturas, y lo que es peor, con rayos que nos ponen los pelos de punta.

Vídeo de tormenta nocturna en desarrollo, Cercedilla

Las tormentas son manifestaciones meteorológicas en las que se libera gran cantidad de energía, a veces de forma muy violenta, debido a nubes de gran desarrollo vertical: los Cumulonimbos. Estas nubes suele tener un diámetro de 10 km (aunque algunas supercélulas son mucho mayores), y puede llegar a alcanzar la tropopausa a una altitud de 12 o 14 km, siendo generadoras de chubascos, granizo, rayos, etc.

Cumulonimbo completamente desarrollado en Madrid.

Para su formación es necesario que se den las siguientes condiciones:
• Un aporte de humedad en capas bajas que alimente la formación de los cumulonimbos y proporcione la energía suficiente.
• Inestabilidad atmosférica para que estas nubes se desarrollen verticalmente, ya sea por fuerte calentamiento del suelo o por llegada de aire frío a las capas altas de la troposfera.
• Un mecanismo de disparo que inicie el proceso, como es el que el aire junto al suelo alcance la temperatura de disparo, o el forzamiento del ascenso del aire al llegar a una cordillera o colisionar con otra masa de aire.

Los rayos constituyen uno de los mayores peligros en montaña.

Las células tormentosas pasan por las siguientes fases:

- Fase de crecimiento:

El cúmulo se empieza a desarrollar y está más caliente que el exterior, produciéndose fuertes corrientes ascendentes que impiden que la precipitación llegue al suelo. Se forma el cumulonimbo, a veces con un penacho de cirros, debido al viento en altura, y la base con mammas.

Célula convectiva en fase de crecimiento.

- Fase de madurez: Las gotas ya no se sostienen y caen en forma de chubascos, produciéndose también las descargas eléctricas. Fuertes vientos descendentes llegan a la superficie y hacen bajar la temperatura. A veces la precipitación es en forma de pedrisco.

Tormenta en su fase de madurez con fuertes chubascos. Foto: Almudena Dorda

- Fase de disipación: Ya no hay corrientes ascendentes que aporten humedad a las capas altas. Cesa la precipitación y las rachas violentas de viento. La temperatura interior de la nube se iguala a la del exterior y se disipa. A veces queda algo de nubosidad en las capas altas.

Fase de disipación en la que predominan las nubes altas.

Informarnos de si existen condiciones propicias para la formación de tormentas, nos resultará muy conveniente en nuestras salidas al monte.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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