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Artherencia, 8b en la Pedriza
La escalada de adherencia es la seña de identidad de la Pedriza. He dedicado el invierno a escalar Artherencia (8b), probablemente una de las mejores vías en este estilo tan único como alpino.
Adherencia Pedricera: el paraíso de los «tumbaos»
Todo Guadarramista que se precie sabe que La Pedriza es un lugar único en el mundo. Es fácil enamorarse de su carácter laberíntico, sus infinitas figuras de animales, caras, objetos y siluetas; sus rincones, su silencio o ese microclima distinto al de las montañas de su alrededor. También por la paleta de colores en la roca y la vegetación o la cristalina luz de la sierra. Este sitio contiene la esencia de Guadarrama de una manera pura y especial.
La Pedriza Posterior desde Quebrantaherraduras.
Además, es una de las mayores escuelas de escalada en un país que es referencia mundial en este deporte. Las vías, bloques e itinerarios se cuentan por miles y hay para todos los niveles y de todos los estilos. La Pedriza tiene siglos de historia repletos de hitos deportivos y es cuna de grandes alpinistas. Pero es única por otra razón. No existe en todo el planeta otro batolito granítico tan idóneo para el desarrollo de un estilo muy concreto: la escalada de adherencia.
Encadenando Match Point un día de condiciones perfectas.
La adherencia es escalada de placas tumbadas. La roca no llega a ser vertical pero tiene los mínimos agarres. Se basa en que las fuerzas de resistencia causadas por la fricción de pies y manos superen en todo momento las de tracción del peso de nuestro cuerpo empujado por la gravedad. Siendo los agarres de dedos casi inexistentes, todo se reduce a pisar con fuerza y precisión.
Hasta en los grados más suaves se aprende a invocar a la llamada “fe pedricera”. Cuando nuestras sensaciones nos indican que nos vamos a caer y no hay lógica posible que explique nuestra sustentación, este bloqueo de los pensamientos es en realidad un remedio para nuestro autoengaño: si desconfías, no aplicas peso y en consecuencia caes. Pero si confías, pisas más fuerte y la fricción sigue ganando. Es física, pero la sensación es de magia.
Así que progresas a base de fuerza mental, técnica y cabezonería, lidiando en ocasiones con caídas potenciales serias y con la búsqueda de las condiciones idóneas: cielo nublado, entre 0º y 5ºC de temperatura, sin humedad y sin viento (a veces el viento ayuda a secar la roca, aunque es un factor de desequilibrio).
La escalada de adherencia es un estilo de gran precisión en el que la técnica de pies cobra un peso importantísimo (nunca mejor dicho).
La mejor vía de la Pedriza
Hace 4 años que comencé a hacer escalada deportiva de manera habitual. Tras ir enamorándome progresivamente de ella, la búsqueda de mayor dificultad se fue abriendo camino, como es natural en este deporte. Eso me llevó a encadenar el año pasado mi primer octavo aquí: Matchpoint (8a) en el sector Tora Bora. Le agradezco esta progresión a Liz Lemoine, que es la mejor escaladora que he conocido y la mejor maestra que pude tener.
Liz encadenando Match Point (8a) en 2020.
El 30 de noviembre probé por primera vez Artherencia, en el risco de El Hueso. Es una de las vías más bellas y espectaculares de La Pedri. Me gustó tanto, que sin querer he dedicado casi todo el invierno a intentar subir en libre hasta la reunión.
En el risco de El Hueso se encuentra el arco granítico más largo de Europa. Forma parte de este estrato rocoso la placa en la que se encuentra Artherencia, junto a un puñado de vías de máxima calidad entre las que se encuentra la joya de la corona, la más dura en este estilo encadenada hasta el momento a cargo de Ignacio Mulero: Territorio Comanche (8c+).
La línea se la debemos a dos leyendas vivas de la escalada pedricera: Josechu Jimeno y Rafa Fanega. Más tarde, Juanma León, Javichu Serrano y Luis Santamaría terminaron de equiparla desde arriba. No fue hasta 2009 cuando Aitor Bárez se hizo con la primera ascensión de este monstruo de 30 metros y 15 cintas, proponiendo 8b+. Aún hoy no se ha alcanzado un consenso sobre el grado de dificultad, habiendo disparidad entre este y el 8a+.
La imponente vista desde la ladera de enfrente. Fotografía de Jaime Merino.
Y no es de extrañar, es tan larga y mantenida que es difícil de comparar con otras. No tiene ningún bloque extremadamente duro como las de grado más “concentrado”, pero no da un respiro en 25 metros, hasta llegar al único reposo propiamente dicho: el trono de Artherencia.
De perfil es posible hacerse a la idea de la continuidad de esta ruta. Ni un reposo en 25 metros. Mario (Kroku) en acción.
A la dificultad técnica y al factor físico se le suman una serie de elementos que reducen las posibilidades de éxito: se trata de una chorrera negra que se calienta antes que ninguna, al más mínimo rayo de sol. Su orientación sur y la inclinación de la pared garantizan la máxima insolación. Además, tenemos más de una hora de aproximación hasta la base del muro, que es un balcón en el que se encauzan y aceleran los vientos que pasan por el collado de La Dehesilla.
Puede que este sea el estilo de escalada deportiva más alpino, en el que lo físico pasa a un plano mucho menos importante que la técnica, la planificación, la preparación, el estudio y el factor psicológico. Por eso me gusta tanto.
Aitor, primer ascensionista de Artherencia y otras tantas de las más duras, trabajando en Territorio Comanche (8c+).
Un proceso intenso y apasionante
Personalmente, dividí la vía en dos mitades. En la primera se concentra la dificultad, aumentando progresivamente hasta el último paso. Podría equivaler a un 8a / 8a+ si existiese reunión en la chapa 7.
La primera mitad de la vía va ganando inclinación y perdiendo agarres. En la foto, asegurando a Angelete Morente.
La segunda está ligeramente más tumbada y da más canto. Sigue mantenida hasta el trono y aunque se hace eterna, es increíblemente bonita. Este tramo podría equivaler a un 7b.
Iris Gutiérrez en la interminable segunda parte de Artherencia. Quien no necesite muchos pegues a esta vía, deberá tener destreza escalando a vista.
Hay muchos métodos posibles para resolver las secciones de dificultad. Yo me trabajé el mío y lo terminé memorizando hasta aprenderme íntegramente cada sucesión de movimientos desde el suelo a la cadena. No soy muy técnico ni tampoco muy fuerte, pero tengo determinación y tolerancia a la frustración. Desde el principio utilicé el factor psicológico como principal aliado.
Juan Alonso Mancera probando por primera vez el paso clave. No fue el único amigo al que pude ofrecer un flasheo integral.
No sabía que me llevaría unos 60 pegues, pero tampoco me imaginaba que el proceso iba a ser tan bonito. Siempre he tenido una compañía inmejorable, entre mi hermano Alberto, mi perro Kenobi, que no ha faltado ni un día y varias decenas de amigas y amigos a los que he conocido mucho más a fondo gracias a los momentos compartidos en este risco.
Tuvimos de todo, incluso nevadas de cierta intensidad. Un día en el que la pared se quedó mojada, Ignacio Mulero y yo decidimos juguetear en el arco. Fue un día divertidísimo.
Debo hacer una mención especial a los Mercenarios del Hueso, los que comenzaron a librar las batallas más duras bajo las inclemencias de la nieve, la lluvia y el sol: Mario, Angelete y Aitor.
Aitor y Mario asediando el muro con el sol rasante de diciembre.
Teníamos hasta un grupo de whatsapp para mandarnos partes meteorológicos y organizar «ataques suicidas».
Se nos echó la noche la mayor parte de los días. Nos ha nevado, llovido e incluso hemos llegado a esperar a que la chorrera entera se secara después de encontrarla convertida en riachuelo.
Más tarde se uniría Iris, con quien compartí mis mejores pegues arañando las últimas condiciones invernales. Llegué a caerme en la cinta 11, sin motivo alguno, porque sí, inexplicablemente y sin identificar el error. La Pedriza es así. Aunque parezca un pegue perfecto, de repente, te caes.
Iris Gutiérrez tiene un talento especial para sacar lo mejor de ti cuando lo necesitas. Fue la mejor “coach” que podría haber tenido en los días en los que tenía a punto la victoria y volvía a fallar. Su fortaleza física y mental la hacen imparable, no es de extrañar que en tan sólo 2 temporadas aquí ya haya alcanzado el 8b.
La magia del encadene
El final de esta historia se lo debo a Alberto. Viendo que la llegada del calor primaveral era inminente, conseguí convencerle para subir a dormir a pie de vía y darle un intento al amanecer. Una única oportunidad antes de que saliese el sol y se esfumaran las condiciones.
Pasamos una noche de viento huracanado que no nos esperábamos. La Pedriza nos hizo pasar la prueba de fuego, como la última pantalla de un videojuego muy difícil. Nos azotaban rachas de viento repentinas de casi 100 km/h que hacían que lloviera metralla de piedrecitas, tierra, palos y hasta una rama que voló desde algún árbol lejano. Nos planteamos dormir con el casco puesto, era una auténtica locura.
Una aventura al más puro «estilo RECmountain”. Soledad, fotos nocturnas y condiciones exigentes.
A las 7:00 nos despertamos y subí con mi rutina de marcar y cepillar la vía en el pegue de calentamiento. El sol ya iluminaba una tercera parte de la vía, así que tras 5 minutos de descanso, comencé a dar un pegue decidido.
En la primera complicación, el pie lateral de la chapa 5. Ángel Alloza me dió la clave para no volver a fallar en este punto que tanto se me atragantaba. Era un gesto sutil, pero aquí cada detalle cuenta.
Por el frío y mi estado natural de nervios, subí temblando, casi más que como de costumbre. Hay un primer paso conflictivo en el que me había caído innumerables veces. Un lateral izquierdo que se pisa con el juanete mientras pinzas con la mano un cristal microscópico que es más bien un dibujo en la roca. Al montarme sobre el pie, se me cerilló la mano izquierda. Los ánimos de mi hermano me sustentaron mágicamente. Recoloqué la mano y terminé el movimiento. Sin darme cuenta, por mi estado de concentración, fui llegando, no sin esfuerzo, al canto lateral que me indicaba que había pasado lo duro. En ese instante un segundo desequilibrio puso en suspense el intento. Me estaba cayendo. Pero esto ya me pasó días antes, me pasó y aprendí a descaerme. Y así lo recordó mi cuerpo, pese a que mi mente aún sigue sin entenderlo. Iba con el cuchillo entre los dientes. Tras asentar los pies a la altura de la octava cinta, liberé mi tensión con un grito y una inspiración profunda. Reinicié mi mente.
“Puedes hacerlo Álvaro. Disfruta. Disfruta de esto”.
Poco a poco fui repitiendo con precisión quirúrgica todos los pasos que ya me sabía de memoria. Toda la atención en el movimiento presente. Ni en el siguiente, ni en el anterior. Quizás esto lo tengo bien entrenado de tantos descensos de esquí de dificultad con mi padre y mi hermano.
Cruzando pies en la chapa 11, lugar en el que inexplicablemente caí el último día.
Continué ejecutando acciones como un robot, desconectado de mis emociones y con máxima concentración. Una vez pisé el trono con los dos pies, reconecté. Entonces me di cuenta de que mi estado de nervios había ido desapareciendo. Por eso estaba ahí arriba. Me quité la sudadera y solté brazos. En 1 minuto estaba nuevo. Me sentía seguro, sólido. Las últimas 3 cintas las disfruté tanto que mi felicidad no me dejaba distraerme con nada externo. Había proyectado tantas veces este momento, que es como si ya lo hubiera vivido antes. Saboreé cada movimiento. Y con la mitad de la vía al sol, pero aun fría, chapé la reunión.
Eran las 8:45. El resto del día nos lo pasamos perdidos por los rincones del Laberinto de la Pedriza Posterior, disfrutando del placer de simplemente, estar ahí. Fue la guinda del pastel. Ahora entendía la razón de mi caída en la cinta 11 días atrás… de alguna manera, tenía que vivir esta experiencia inolvidable.
El Torro.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Peñalara sahariano
15/03/2022 – Hemos estado esquiando en las arenas de Peñalara. Un episodio excepcionalmente intenso de nevadas con arena en suspensión procedente de África y que ha teñido de naranja las montañas de la Península Ibérica. Más bien parecía que estábamos esquiando en Marte.
El pasado 15 de marzo la península ibérica se vio inmersa en un excepcionalmente intenso episodio de calima con precipitaciones que provocó lluvias de barro generalizadas y nevadas de barro en todos los sistemas montañosos. En la imagen podemos ver el análisis del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas (ECMWF) de los aerosoles registrados en Europa durante esos días. Una situación meteorológica propicia para que intensos vientos arrastraran arena del interior del Sahara hacia el sur de Europa.
En la siguiente imagen del satélite Copernicus, se aprecia claramente esa invasión de masas de aire sahariano cargadas de arena en suspensión que produjeron un evento de calima intenso, que mezclado con las precipitaciones descargadas por las bandas nubosas que cruzaban la península, tiñeron de naranja todo el territorio. Aunque la nieve con barro ocurre de vez en cuando en nuestra geografía, no es habitual que sea con esta intensidad.
En vista de como amanecieron las calles de nuestro pueblo decidimos acercarnos a Peñalara para ver este meteoro poco habitual. A medida que ascendíamos ibamos descubriendo que la presencia del barro en el manto nivoso era cada vez mayor al ascender. Apartir de Dos Hermanas el paisaje se fue volviendo más y más irreal, desértico y marciano. El fuerte viento que había erosionado el manto de nieve, había creado fromas y texturas que se veían realzadas por el depósito lítico en sus relieves. Mientras acendíamos no paramos de hacer fotos de esta excepcional situación.
Llegando a la cumbre el manto de nieve-barro adquiría texturas y formas de lo más variado: algunas parecían mapas tridimensionales con curvas de nivel; otras reticuladas como los dibujos de las jirafas; algunas como dunas del desierto.
Llegando a las proximidades de la cumbre, la misma cencellada no es que estuviera teñida de barro, es que estaba hecha de barro congelado. Nunca habíamos visto este inusual meteoro: cencellada de barro. El vértice y carteles de la cumbre estaban forrados de este barro congelado que parecía merengue de chocolate. La imagen irreal, incluso surrealista, nos dejó a todos sin palabras.
La imagen hacia la cresta de Claveles también era sorprendente, con lentejas de nieve blanca asomando en algunas zonas del sotavento. Incluso a veces, se intuía el cielo azul algunos metros sobre nuestras cabezas, mostrándonos que la calima se concentraba sobre todo en los niveles más bajos de la troposfera. El viento fácilmente superaba los 100 km/h en la cima y a duras penas nos acercamos a la entrada al Tubo Ruau para intentar bajar.
El viento había barrido y erosionado toda la parte alta del tubo y aunque no eran las mejores condiciones para esquiarlo, la parte baja parecía estar aceptablemente bien. Y así fue. La zona intermedia deslizaba bien y nuestras trazas blancas se abrían sobre la nieve naranja.
Remontamos por la Pala Fácil mientras el sol intentaba abrirse paso entre las nubes haciendo que el paisaje cobrara más luz y destacara el contraste entre el azul del cielo y la nieve rojiza. Pero esto significó que la radiación transformara rápidamente esta nieve-barro, haciéndola pegajosa y enganchosa.
La última bajada con la nieve casi podrida no fue fácil pero “¿cómo te vas a quejar de esquiar en Marte?
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Vídeo Claveles 2021
Vídeo de las buenas condiciones del palón de la Solana del Pico de Claveles en enero del 2021.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Vídeo Peñalara 2021
Vídeo de las buenas condiciones de la segunda parte del Tubo Ruau a primeros de enero del 2021.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Nivo Guadarrama 2020/21
Estado actual:
Nieve en superficie: Las temperaturas suaves con heladas débiles nocturnas hacen que la nieve humedecida durante el día se recongele por la noche. Por la mañana enseguida se descongelada en las laderas de mayor insolación. Por la tarde el descongelamiento afecta a todas las vertientes, incluídas las norte, pero con poca humidificación.
Espesores de nieve: El manto es escaso y en muchas laderas los anclajes del suelo están a la vista. La nieve aparece de manera discontinua y está presente desde los 1800 m con espesores de 10-20 cm. A 2000 m en torno a 30-50 cm con acumulaciones de más de un metro en vertientes este y norte. En hoyas y tubos por encima de los 2100 m, el espesor puede alcanzar más de 150 cm cm de nieve.
Estructura del manto: El manto presenta unos estratos antiguos bien cohesionados y endureciudos con la presencia de alguna costra de rehielo no muy dura (4-5) y alguna capa menos dura (3). Sobre esa nieve existe una fina capa de nieve con arena del desierto de unso 2-3 cm pero que ha soldado a la base de nieve antigua. Por encima de esta capa se observa una discontinuidad con presencia de grano fino y alguna cara plana y nieve granulada, que le separa de la nieve nueva con grano fino y partículas reconocibles.
Tests de estabilidad: Los tests de compresión realizados muestran un colapso progresivo del manto a unos 30 cm de profundidad, justo en la discontinuidad de la nieve con arena y la nieve de la capa superior, aplicando una sobrecarga fuerte (golpe 18-20). Los tests de la columna extendida colapsan igualmente, pero no propagan.
PELIGRO DE ACCIDENTES: El martes 23 de febrero se produjeron algunos aludes de placa accidentales pequeños o medianos, justo al día siguiente de la última nevada. El humedecimiento posterior parece que ha estabilizado la situación por lo que pensamos que el peligro actual es débil con posibilidad de algún alud pequeño de fusión a partir de la mañana y más probables en las laderas de solana. También es posible la rotura de alguna placa, en general pequeña, y por sopbrecarga fuerte como la caída de alguna cornisa.
PERFIL ESTRATIGRÁFICO:
Detalle de la capa de nieve marrón de arena del desierto depositada en días pasados en las montañas españolas y que pueden favorecer la inestabilidad del manto:
Historial de la temporada:
20 de Noviembre de 2020: Aunque cayeron algunos copos en días pasados, las altas temperaturas y el anticiclón derritieron lo caído.
27 de Noviembre de 2020: Durante este otoño de temperaturas suaves y lluvias abundantes, llega la nieve a la Sierra de Guadarrama. De momento sólo se han acumulado unos 10 cm por encima de los 2000 m y algo húmeda debido a que las temperaturas no son muy frías. El viento fuerte hace que la sensación térmica sea muy baja. Veremos si esta es la primera nevada del año que aguanta.
8 de Diciembre de 2020: Las últimas nevadas han rellenado de nieve buena parte de los canchales y tubos de la Sierra. Los espesores van de los 15 cm a 1800 m hasta los 50 cm en los tubos y hoyas por encima de los 2000 m. El viento fuerte ha barrido la nieve de los cordales y relieves altos en donde afloran capas de nieve dura, y la ha compactado en las zonas de acumulación. Además, existe una costra interna debido a un episodio transitorio de llovizna engelante. En las zonas de observación hemos encontrado 10 cm de nieve compacta de grano fino bajo la cual hay una fina capa de nieve granulada. Por debajo de estas capas hay otras dos capas más de 10 cm cada una de grano fino. Todos estos estratos se encuentran sobre una capa base de nieve antigua. En general el manto está bien asentado.
12 de Diciembre de 2020: Despues de las nevadas caídas entre los días 4 y 8 de diciembre, los espesores en la Sierra de Guadarrama alcanzaban más de medio metro por encima de los 2000 m de altitud, rellenando los tubos y circos, y dejando unas condiciones completamente invernales (foto del día 9 de diciembre: tubo Ruau). Pero el día 10 y 11 cayeron unos 130 litros en forma de lluvia, prácticamente en todas las cotas, que redujeron el espesor, e incluso lo hicieron desaparecer, de buena parte de la sierra. Actualmente permanece la nieve en cotas altas, por encima de los 2100 m con espesores escasos de entre 20 y 50 cm en los tubos y circos. La nieve se encuentra endurecida en las zonas de umbría y húmeda en las orientaciones más soleadas.
12 de Enero de 2021: Filomena ha dejado casi la mitad del territorio español cubierto de un espeso manto de nieve. Espesores de más de medio metro en zonas en donde no es habitual ver los copos de nieve. Ciudades colapsadas y pueblos aislados como hacía muchos años no sucedía. En la Sierra de Guadarrama han caído en torno a los 30-50 l/m2, dejando nieve hasta el fondo de los valles con espesores aproximándose en general al medio metro. En zonas en donde ya se había acumulado nieve de episodios anteriores, se superan los 100 cm de nieve, con acumulaciones en tubos y hoyas de 150 cm. La nieve está polvo aunque en zonas bajas y soleadas empìeza a transformarse y fundirse.
La estructura del manto presenta homogeneidad pero con una capa superficial de unos 10-20 cm algo más densa (placa friable) que desliza con sobrecargas moderadas e incluso débiles. Bajo esta capa hay otra de unos 20-30 cm menos densa (grano fino) que se asienta sobre la nieve antigua algo más densa y compactada, y que puede romperse con sobrecargas fuertes e incluso moderadas en las pendientes más propicias. Se han reportado algunos pequeños aludes superficiales en las zonas más inclinadas de los circos orientados al sureste.
Estimamos que haya un peligro limitado de aludes 2 con posibilidad de aludes de placa friable y placa densa, por sobrecargas incluso débiles, de tamaño pequeño o mediano, en cualquier orientación por encima de 2000 m..
El anticiclón y los días soleadas indican que el manto pueda ir asentándose, pero el frío nocturno intenso puede ralentizar el proceso.
Nieve en superficie: La borrasca Filomena ha dejado unos 30-40 l/m2 de nieve en el entorno de la Sierra de Guadarrama, hasta en el fondo de los valles. En zonas bajas empieza a transformarse por el sol y calentamiento diurno con procesos de deshielo-rehielo. En zonas altas, la transformación es menos intensa, encontrándonos nieve polvo en umbrías, nieve venteada en relieves expuestos al viento, y nieve dura antigua en crestas.
Espesores de nieve: El espesor acumulado es de unos 40-60 en toda la sierra, con distribución irregular debido al viento que fue del SE durante la nevada, y de NW en los días posteriores. En hoyas y tubos por encima de los 2000m en donde se mantenía la nieve antigua, el espesor puede superar el metro de nieve.
Estructura del manto: El manto es bastante homogéneo de nieve reciente y partículas reconocibles que empieza a compactarse, aunque se observan distintos estratos separados por finas capas de nieve granulada. En los estratos más profundos, la nieve se empieza a compactar y transformar en grano fino. En las zonas en donde quedaba el manto antiguo, se encuentra recongelado. Podemos encontrar una capa superficial de unos 15-25cm susceptible de deslizar a nuestro paso, y otra más profunda a 25-35cm que colapsa con sobrecargas muy fuertes. En todo caso, el afloramiento de matorral y pedreras debido al escaso espesor, dificulta el que estos deslizamientos puedan ser de dimensiones grandes.
Tests de estabilidad: Los tests realizados indican inestabilidad únicamente en las pendientes más inclinadas de las zonas más propicias por sobrecargas fuertes, o deslizamientos superficiales por sobrecargas pequeñas..
PELIGRO DE ACCIDENTES: Pueden producirse aludes de nieve reciente o placas friables en las zonas más empinadas y por sobrecargas fuertes (sobre todo en donde persistía manto antiguo) que en general serán pequeños. La situación tiende a estabilizarse.
Nieve en superficie: El anticiclón y la fuerte inversión térmica han transformada y reducido el espesor del manto nivoso en estos últimos días. En zonas bajas y solanas el manto se encuentra sometido a procesos de deshielo-rehielo formando costras, mientras que en umbrías de zonas altas todavía se puede encontrar la nieve en polvo, aunque en la mayoría de las vertientes hay nieve venteada con abundancia de sastruguis, y muchas laderas de nieve dura antigua aflorando, sobre todo en crestas en donde el viento ha arrastrado la nieve reciente.
Espesores de nieve: El espesor es de unos 20-50 en toda la sierra, con distribución irregular y muchas zonas de canchal y matorral aflorando. En hoyas y tubos por encima de los 2000m en donde se mantenía la nieve antigua, el espesor puede superar el metro de nieve.
Estructura del manto: El manto tiene capas de nieve de la última borrasca con predominancia de grano fino moderadamente cohesionado, entre las que se observan estratos poco gruesos en los que hay cristales facetados poco cohesionados (caras planas) y nieve granulada, que suponen capas débiles. En las zonas en donde quedaba el manto antiguo, se encuentra recongelado. En todo caso, el afloramiento de matorral y pedreras debido al escaso espesor, dificulta el que estos deslizamientos puedan ser de dimensiones grandes.
Tests de estabilidad: Los tests realizados indican posibilidad de deslizamientos superficiales a nuestro paso, y también aludes pequeños en las zonas más propicias, por sobrecargas fuertes.
PELIGRO DE ACCIDENTES: Pueden producirse aludes de placa en las zonas más empinadas y por sobrecargas fuertes (sobre todo en donde persistía manto antiguo) que en general serán pequeños. La situación tiende a inestabilizarse debido a la llegada de una nueva borrasca con nevadas y lluvias en los próximos días.
Nieve en superficie: Las abundantes lluvias de los últimos días, cercanas a los 80 l/m2, han fundido y transformado el manto en todas las cotas. La nieve en superficie se encuentra humedecida y blanda en todas las orientaciones y altitudes.
Espesores de nieve: En el fondo de los valles la nieve ha desaparecido o es muy escasa. A 1800 m el espesor ronda los 20-30 cm, con distribución irregular y muchas zonas con el suelo descubierto. En hoyas y tubos por encima de los 2000m en donde se mantenía la nieve antigua, el espesor puede alcanzar el metro de nieve.
Estructura del manto: Todo el manto se encuentra isotermo próximo a 0ºC y en general con capas de nieve húmeda o mojada de grano redondo, entre las que se observan un par de costras de rehielo algo más duras, y sobre las que se acumula el agua que percola de capas superiores, pero sin llegar a formar estratos empapados.
Tests de estabilidad: Los tests realizados no indican inestabilidad alguna.
PELIGRO DE ACCIDENTES: Puede producirse algún pequeño alud de fusión en las zonas más empinadas. Tras el paso de las lluvias, las temperaturas altas y los cielos más despejados, el manto es probable que sufra procesos de deshielo-rehielo a lo largo de las próximas jornadas, con formación de costras en superficie.
Nieve en superficie: Las altas temperaturas han seguido fundiendo y transformando el manto en todas las cotas. Los procesos de deshielo-rehielo forman costras que en laderas de solana enseguida se reblandecen y humedecen, pero que en umbrías permanecen, incluso, durante toda la jornada, presentando placas de nieve dura.
Espesores de nieve: El manto es discontinuo e irregular, más propio de finales de temporada que de pleno invierno. A 1800 m el manto casi ha desaparecido y muchas zonas muestran el suelo descubierto. A 2000 m también es discontinuo, con espesores en torno a 20-30 cm en donde aún permanece la nieve. En hoyas y tubos por encima de los 2000m en, el espesor todavía puede alcanzar de 50 a 100 cm de nieve, sobre todo en las laderas este.
Estructura del manto: Todo el manto se encuentra isotermo próximo a 0ºC y con capas de nieve húmeda o mojada de grano redondo, entre las que se observan un par de costras de rehielo algo más duras, y sobre las que se acumula el agua que percola de capas superiores, pero sin llegar a formar estratos empapados.
Tests de estabilidad: Los tests realizados no indican inestabilidad alguna.
PELIGRO DE ACCIDENTES: Las placas de nieve dura a primeras horas, que en umbrías persisten toda la jornada, puede provocar resbalones y accidentes de graves consecuencias debido a la cantidad de rocas que afloran en el manto.
Nieve en superficie: Las temperaturas elevadas de la noche con cielos cubiertos y nieblas húmedas, están trasformando rápidamente el manto. En cotas bajas se encuentra húmedo o muy húmedo, mientras que en zonas altas sólo se ha transformado la capa más superficial.
Espesores de nieve: El manto es continuo desde los 1600m. A 1800 m tenemos espesores de 40-50 cm. A 2000 m en torno a 50-80 cm con acumulaciones de más de un metro en vertientes este, de sotavento durante la nevada. En hoyas y tubos por encima de los 2000 m, el espesor puede alcanzar más de 150 cm cm de nieve.
Estructura del manto: El viento del oeste durante la nevada (que ha acumulado en torno a los 60-80 l/m2), ha formado numerosas placas de viento a sotavento con importantes espesores. En donde no existía manto antiguo, éstas han quedado sujetas por el canchal y piornal, pero en donde permanecía manto antiguo rehelado, estas placas no han soldado con efectividad al fondo, por lo que pueden colapsar. La capa exterior de grano fino algo húmeda de unos 40 cm, presenta en su parte más superficial grano más trasformado (grano redondo) y más húmedo. Una fina costra de rehielo la separa de otra capa de 35 cm de grano fino bien cohesionado. Justo bajo ella, encontramos una capa de unos 5 cm de partículas reconocibles más seca y blanda que las anteriores, que la separa del manto antiguo de costras de rehielo endurecido.
Tests de estabilidad: Los tests de la pala muestran dos niveles de colapso: sobre la fina costra de rehielo (40 cm de profundidad); y en la capa débil sobre el manto antiguo (80 cm de profundidad) que rompen realizando una fuerza de moderada a fuerte.
PELIGRO DE ACCIDENTES: Ayer, día 10 de febrero, se produjeron varios aludes de placas de viento, alguno de tamaño grande con un labio de rotura que alcanzaba el metro de grosor (foto de debajo). Estos se produjeron en las zonas de tubos y circos en donde todavía quedaba manto antiguo. El humedecimiento actual cargará el manto hasta que transforme toda la nieve nueva, por lo que se mantendrá o aumentará ligeramente el peligro de aludes de placas de viento. Si las lluvias previstas en las próximas horas fueran abundantes, podría cambiar rápidamente la situación, pasando a presentar peligro por aludes de fusión.
PERFIL ESTRATIGRÁFICO:
Detalle del labio de corte del alud ocurrido el día 10 de febrero en la zona de Los Pasillos de la Hermana Mayor
ADVERTENCIA: Información elaborada con estudios someros y datos limitados del manto nivoso. La valoración del peligro de aludes es sólo estimativa y corresponde al momento de estudio del manto. Para mayor información consultar el BPA de la Aemet.
El Yelmo con esquís
Hoy 11 de enero de 2021 hemos cumplido un sueño. Se han dado las condiciones, efímeras y probablemente irrepetibles en mucho tiempo. La borrasca Filomena nos ha permitido esquiar la Valentina del Yelmo, sin rápeles ni destrepes.
Ficha Técnica Vídeo Mapa de Situación
Muchas historias comienzan con una imagen. La vista del Yelmo nevado siempre despertó nuestro interés por la posibilidad de esquiarlo, aunque nunca lo vimos lo suficientemente cargado. El año pasado, Aitor Bárez nos envió una foto con bastante menos nieve, pero animándonos a plantearlo seriamente. En parte, eso nos motivó a reconocer la línea en verano, escalándola en zapatillas y con pies de gato por sus variantes: Vía Valentina al Yelmo.
No fue hasta el domingo pasado, 10 de enero, cuando Esther Murciano disparó con su teleobjetivo hacia la Vía Valentina, esta vez cargadísima gracias a su orientación al sotavento de Filomena.
A veces basta un vistazo para verlo claro. Nuestra inexperiencia en nieve sobre planchas de granito dejaba muchas incógnitas sin resolver, principalmente sobre las orientaciones peligrosas, el día adecuado y la hora clave para intentarlo. No paramos de pensarlo y de discutirlo entre nosotros. Pero Esther nos envió una foto de cómo amaneció El Yelmo el primer día de sol tras la nevada. Había voces que decían esperar varios días. Otras dudaban de la brevedad de esta oportunidad. Decidimos esperar. Os podéis imaginar la temática de nuestros sueños esa noche.
Nuevo día y nueva imagen del Yelmo. Para nuestra sorpresa, esta vez con un aspecto mucho menos helado y cálido. No sabíamos si la roca descubierta había perdido sólo el hielo superficial, o el Yelmo entero había sufrido una pérdida de espesor completa. Cambio de planes: era ahora o nunca.
Preparamos rápidamente la mochila y nos fuimos a Manzanares a toda velocidad. Necesitábamos ver las condiciones in situ. De camino a Manzanares el Real ya íbamos haciendo fotos y evaluando las condiciones.
La improvisación y la premura del día hicieron que saliéramos bastante tarde. Partimos del Tranco a las 11, con el poco margen de tiempo que nos pudiera dar el calentamiento de los riscos pedriceros al sol. El ritmo de ascenso hasta la base del Yelmo fue muy rápido, teniendo en cuenta la dificultad de este recorrido con medio metro de espesor de nieve y la mochila cargada de trastos. El Yelmo no se ve en todo el camino pero, como siempre, fuimos haciendo una evaluación continua de las condiciones nivológicas.
Percibimos que sobre terreno normal, la nieve al sol había aguantado sin transformarse demasiado. No era así sobre la roca. A menor espesor, mayor fusión del manto y menor cohesión con el granito. Iba a ser imposible ascender por la Valentina, ya que la bota al hundirse en nieve fundida y tocar piedra, se resbalaría purgando la pared. Sobre mayor espesor, al no estar transformada, corríamos el riesgo de hundirnos más y de sobrecargar peligrosamente las placas venteadas. Sabemos que con los esquís, el reparto del peso hace que te poses sin hundirte demasiado. La opción de descenso por la Valentina seguía estando en pie, aunque con incógnitas.
Ya teníamos claro que sólo existía la opción de subir por la chimenea norte. Memorizados todos los pasos y teniendo muy claro cada tramo del descenso, sólo faltaba apresurarnos en llegar a la cima para entrar en la Valentina lo antes posible y resolver todas nuestras dudas. Apenas tuvimos que abrir huella, y menos mal. Había una huella del día anterior magnífica. No sabemos de quién es, pero gracias. ¡Habríamos tardado mucho más!
De lo que restaba de subida, sólo quedaba despejar nuestras dudas sobre el paso por la chimenea. Accedimos por el escalón de la cara norte (evitando abrir huella por las resbaladizas planchas de roca del camino marcado de la vertiente NE). Fue fácil, divertido y rápido. La chimenea no fue tan fácil, pues tenía algo de hielo y nieve suelta. Terminamos quitándonos los esquís e incluso la mochila en varios pasos. Utilizamos los esquís como anclas de nieve para poder progresar por los ventisqueros que cubrían el último estrechamiento. ¡Fue divertido!
En pocos minutos tocábamos el vértice geodésico, muy mentalizados ya en el descenso y con un mar de dudas. La diferencia de temperatura entre la solana y la umbría era bestial. Debíamos darnos prisa en bajar. Daba comienzo nuestro ritual de preparación para el descenso.
Nos colocamos a mano todo el material que pudiéramos necesitar como cuerda, fisureros, Friends, tornillos, etc. Con un poco de incertidumbre comenzamos a deslizar con nuestros esquís por este pedrolo de granito. Enseguida llegamos a una de las zonas más expuestas, cuando tenemos que pasarnos hacia la cara norte. La suavidad en los giros debe ser máxima si no queremos llevarnos toda la capa de nieve.
Pasado este sector volvemos al espolón por donde debemos elegir el trazado más seguro sobre las planchas lisas de la cara Sur.
Llegamos a otro sector clave en donde el espesor de nieve es muy, pero que muy escaso y la pendiente se hace más fuerte. Las pequeñas coladas de bolas de nieve que vamos provocando, se precipitan escandalosamente por la pared sur. Aunque los esquís de vez en cuando van raspando la roca, podemos superar esta zona.
Y llegamos a la zona final con un paso estrecho y muy empinado que nos deja en el cortado final con salto obligado. Un brinco un tanto acrobático y conseguimos alcanzar la base de este monolito granítico.
Aunque el proyecto ya existía en nuestra mente desde hacía mucho tiempo, fue un descenso marcado por la incertidumbre, algo de miedo y sobre todo por una continua toma de decisiones. Las sonrisas de nuestras caras eran el fiel reflejo de esa tensión liberada. Conseguimos alcanzar uno de nuestros sueños.
¡¡¡Gracias Esther por las fotos y, sobre todo, por habernos acompañado en toda esta inolvidable jornada!!!
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Bike-Climb-Ski Peñalara
Vídeo de Bike-Climb-Ski en Peñalara. A veces no queda otra opción… por coherencia, por no formar parte de la masificación, por dejar menos huella, por hacer un entrenamiento distinto. El mundo cambia, nuestro entorno cambia y debemos cambiar con él.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Ski-Alpinismo Peñalara
Por fin hemos podido disfrutar de la nieve y el hielo en la Sierra de Guadarrama. Unas jornadas intensas y con unas condiciones excelentes para empezar el invierno pinchando con nuestros piolets y deslizando con nuestras tablas. Unas condiciones efímeras a las que ya nos tiene acostumbrados estas montañas tan afectadas por el calentamiento global.
Hemos comenzado diciembre con unas nevadas suficientes como para cubrir de blanco nuestras montañas. Aunque las nevadas no han sido especialmente copiosas, se han rellenado tubos y circos, y han cencellado las rocas y paredes de la sierra. Con estas condiciones y sin esperar a que el tiempo mejorase, nos lanzamos a catar el poco hielo que chorreaba por algunos canalones. Son unas condiciones que nos gustan especialmente porque te obligan a ser delicado y pinchar solo lo justo para apoyar y traccionar con los piolets. En el sector de Zabala, y en los Diedros y Pasillos de la Hermana Mayor, hemos podido estrenarnos y pelearnos con los pequeños resaltes helados que había.
Peleándonos con la niebla engelante que nos obligaba a limpiar continuamente de hielo la máscara, nos calzamos los esquís para descender buscando las referencias rocosas. Y aunque la nieve era escasa, enlazando palas podías descender hasta la Laguna Grande e incluso al Puerto de Cotos. De hecho, es la zona de bosque en donde mejor se esquiaba, ya que a la mejor visibilidad se le unía una nieve polvo compacta en la que no pillamos ni un tiburón.
La sorpresa nos la llevamos al día siguiente, cuando empezó a mejorar el tiempo. Siguiendo el buen olfato de Alberto, que no suele fallar en estas cosas, empezamos la foqueada en la curva 1600 con nuestro amigo David, para subir hasta la Hoya de Pepe Hernando y remontar el Tubo Ruau. Con unos 20 cm de nieve polvo sobre una base escasa pero compacta, alcanzamos la cima de Peñalara envueltos en la niebla. Sorprendentemente, al llegar arriba el cielo nos bendijo con buena visibilidad y nos concedió un descenso abriendo huella por la nieve polvo del tubo, de esos que se recuerdan toda la temporada. Con la sonrisa en la cara, vuelta a remontar y repetición de la bajada, esta vez continuando por el bosque con condiciones casi perfectas, hasta la misma carretera.
Ya por la tarde, subida a Peña Citores para disfrutar de la puesta de sol y las maravillosas luces de Guadarrama antes de la llegada de las anunciadas lluvias. Los colores del atardecer pusieron la guinda a estos días únicos que cada vez son más escasos.
Y la previsión se cumplió y llegó el diluvio, con más de 160 l/m2 de lluvia que aparte de llevarse buena parte del manto nivoso, arrasó con carreteras, pistas y alguna construcción. Resignados ante la realidad de que estas condiciones invernales cada vez van a ser más escasas, esperaremos la siguiente oportunidad para aprovecharla. Mientras tanto, seguiremos intentando cambiar nuestras costumbres hacia un modo de vida más comprometido con la naturaleza a la que pertenecemos.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.