Islas Lofoten: pico Savinden con esquís

Unas montañas blancas que surgen del azul del mar. Una naturaleza solitaria y agreste, que nos ofrece nieve polvo hasta la misma orilla de sus fiordos. Esto son las islas Lofoten en invierno.

     Ficha Técnica                                            Mapa de Situación

                   

Mientras las altas temperaturas de abril aniquilan la nieve de nuestras montañas, la península escandinava sigue disfrutando de unas excelentes condiciones invernales. Así hemos ido a Noruega, un destino mucho más próximo y atractivo de lo que imaginamos. Hemos cruzado el círculo polar ártico para llegar a las Islas Lofoten. La combinación de vuelos no es fácil y hemos tenido que volar de Madrid a Copenhague, de aquí a Oslo, después a Bodo y por fin a Svolvaerd.

Islas Lofoten: montañas y fiordos…

…nieve y mar.

Situado frente a la costa del norte de Noruega, este archipiélago está constituido por una cadena montañosa de aspecto muy alpino que alcanza los 1146 metros de altitud sobre el nivel del mar (nunca mejor dicho) del pico Higravtindan. Se encuentra conectado a la península escandinava por una serpenteante carretera jalonada de puentes y túneles pero el modo habitual de llegar allí es volando hasta su ciudad más importante: Svolvaerd.

Kavelbag con el pico Vagakallen de 942 m al fondo.

Indiscutiblemente, lo que hace de Lofoten un lugar especial es el esquí de montaña en su más pura esencia. Las montañas que surgen de este mar son agrestes, alpinas, blancas y brillantes, con estrechos corredores o amplias y fáciles laderas. Nos sorprendieron sus paredes forradas de cencellada y hielo, que hacen volar la imaginación y en las que quizás algún día, podamos trazar alguna línea. También podemos recrearnos en travesías que cruzando las montañas nos llevarán desde la orilla de un fiordo hasta la de otro.

Las montañas alcanzan los 1100 m.

Las laderas llegan hasta el mismo mar.

La primera zona que visitamos parte del pueblo de Laupstad en donde dejamos el coche a la misma orilla del fiordo. Tras atravesar un pequeño bosque de raquíticos abedules, ascendimos, siempre con el fiordo de fondo, en dirección norte. Alcanzamos un amplio collado desde el que se divisan los fiordos del otro lado de las islas. Desde ahí giramos hacia el oeste hasta alcanzar la cresta. Por la arista y en dirección suroeste alcanzamos la cima del pico Savinden de 700 m de altitud.

Dejamos el coche en Laupstad.

A medida que ascendemos las vistas se hacen más y más impresionantes. Foto: Javi González.

Cerca de la cima del Savinden de 700 m.

Preparados para el descenso. Foto: Javi González.

El descenso con la nieve polvo salpicándonos la cara y el mar azul enmarcando la pendiente, ha sido uno de esos momentos inolvidables de esquí que uno recuerda para siempre. Nieve polvo que según descendíamos iba deslizándose en pequeñas coladas, acompañando nuestros giros. En la zona más baja, serpenteando entre los arbolillos puedes llegar prácticamente hasta la orilla del mar.

Mike Bromberg, nuestro guía, empieza el descenso.

Javi González surfeando la nieve polvo.

 Y por fin es mi turno. Foto: Javi González.

Llegando al bosque de abedules.

Lassensaciones de esquiar en nieve polvo hasta la misma orilla del mar, es algo que a los que venimos del sur, nos parece mágico.

Pigargo europeo.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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