Canal de los Reyes Magos
Es una de las líneas más esbeltas del Circo de Gredos por ser rectilínea, estrecha y mantener una pendiente moderada pero continua. La canal de los Reyes Magos se eleva hacia la cumbre del Cerro de los Huertos, muy cerca del Refugio de la Laguna Grande, con una orientación al sureste bien protegida del frío del norte.
Ficha Técnica Mapa de Situación
El Cerro de los Huertos y el cordal del Risco Moreno y del Ameal de Pablo, conforman una cresta afilada y agreste que separa el Circo de la Laguna Grande y el del Gargantón. La vertiente noroeste es sombría, empinada y fría, mientras que la sureste resulta mucho más amable y soleada. La canal de los Reyes Magos se alza rectilínea hasta una pequeña portilla casi en la cima del Cerro de los Huertos, a donde llega otra empinada canal desde el Gargantón.
En marzo de 1986, acompañado de Paco Mora y Miki Dorda, pudimos bajar esta canal de los Reyes Magos con nieve polvo y mucha más cantidad. Este año, aunque las nevadas no han cargado demasiado esta ladera, en abril todavía tenía continuidad. Su orientación sureste, hace que enseguida la caliente el sol por lo que el rehielo nocturno deja de ser un problema a partir del mediodía. Teniendo en cuenta que las laderas umbrías estarían duras como el mármol hasta la tarde, esta canal iba a ser el objetivo del día.
A pesar de la escasez generalizada de nieve de esta temporada, en la Sierra de Gredos las condiciones han sido más que aceptables, con buenas acumulaciones en las vertientes norte y oeste. Las vertientes sur sin embargo, no han acumulado lo suficiente como para que continuáramos con nuestro “Proyecto Gredos”. Con los esquís puestos desde el viejo remonte del Prado de las Pozas, ascendimos hasta el Morezón para entrar al Circo por la Directa Oeste. La nieve aún dura como una piedra hizo que la bajada tuviéramos que hacerla con precaución y mucho “cuidadín”.
En la Laguna Grande nos ponemos las pieles y marchamos para arriba. Enseguida aparece nuestro objetivo del día y nos detenemos para estudiar sus condiciones. Aunque tiene dos estrechamientos en los que parece que no entrarán los esquís, la línea tiene continuidad. También nos preocupan las piedras que afloran y que hacen que una caída sea peligrosa, y más teniendo en cuenta que el calor empieza a apretar por lo que la nieve estará húmeda o incluso empapada, con el peligro de enganchones que ello supone. Y por último, debemos tener presente el peligro de que nos arrastre alguna colada de fusión, que aunque sea pequeña podría llevarnos contra las piedras.
En cuanto afrontamos estas laderas de solana ya con los esquís en la mochila, la nieve cambia de calidad y se vuelve blanda y húmeda. Si nos damos prisa todavía podríamos encontrarla en ese punto de fusión que se vuelve crema: nuestro querido “papapowder”. Avanzamos rápido, sudando como pollos, intentando llegar arriba cuanto antes para que la nieve no esté profunda y pegajosa. A veces resulta más rápido y seguro avanzar por la roca que por la nieve húmeda y hueca, que puede romperse con tu peso y hacer que te hundas hasta el fondo.
Por fin estamos arriba, en la portilla, con unas vistas espectaculares hacia el Gargantón y la muralla que va desde La Galana al Cervunal. Aparte de unas fotos, no perdemos más el tiempo y nos calzamos los esquís. Si la nieve se vuelve más blanda, más peligro habrá de hundir algún puente de nieve en los estrechamientos. La primera parte tiene muchas piedras asomando y tenemos que pisar alguna que otra. Aunque la pendiente al principio no es mucha, enseguida se empina a unos 45º que se mantendrán durante casi toda la canal.
Un poco más abajo comienzan los estrechamientos. El primero no supone mucha complicación: despacito para afinar en los giros y no chocar con las espátulas en las paredes. Después viene una zona algo más ancha y cómoda que acaba en el segundo estrechamiento. Éste es más angosto y los extremos de las tablas rozan las piedras, pero la mayor dificultad es pasar las profundas fisuras de reptación que existen justo aquí. Con un par de saltitos laterales pudimos superar las grietas y llegar a la zona baja en donde la canal se ensancha y empieza a perder inclinación.
Terminamos la canal con la nieve empezando a pegarse en las suelas, pero ya sólo queda llegar al refugio y tomarnos un refrigerio con nuestros amigos los guardas. ¡Qué rica sabe aquí la cervecita!
Texto e imágenes: equipo RECmountain
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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.