Ascensión al Cotopaxi

El volcán Cotopaxi es uno de los volcanes activos más altos de Ecuador, 5897 m. Su humeante cráter se encuentra rodeado por un “donuts” de hielo, que hacen de su cima una de las más sorprendentes.

                    Ficha Técnica                                               Mapa de Situación

                    

En Ecuador se encuentra la avenida de los volcanes. En plena cordillera de los Andes, dos hileras de grandes volcanes jalonan los altos valles en donde se encuentran poblaciones como Quito a 2850 m, capital de ese país. En torno a esta avenida  se elevan hasta 10 volcanes de más de 5000 m: Chimborazo 6310 m; Cotopaxi 5897 m; Cayambe 5790 m; Antisana 5704 m; El Altar 5720 m; Iliniza Sur 5263m; Sangay 5230m; Iliniza Norte 5126m; Carihuairazo 5020m; Tungurahua 5016m.

 

 Cráter del Cotopaxi.

Quito se encuentra bajo el volcán Pichincha de 4770 m y su actividad ha regado de cenizas esta ciudad en varias ocasiones. Su altitud resulta una buena forma de empezar a aclimatarnos y contamos con muchas excursiones por los alrededores para ir ascendiendo progresivamente. Nosotros visitamos Papallacta a 3.500 m, por donde Francisco de Orellana atravesó los Andes camino del Amazonas.  Sus bosques de selva húmeda son el lugar perfecto para la observación de aves.

En el bosque húmedo de montaña.

 

Colibrí zamarrito.

Otra Reserva Natural interesante es Pasochoa en donde el bosque ha sido muy bien conservado. Un recorrido de una jornada que puede llevarnos hasta la cima del volcán del mismo nombre, a una altitud de 4.100 m. Podemos también ascender por las faldas del Guagua Pichincha, junto a Quito, y seguir con nuestro proceso de aclimatación.

Hacia el Pasochoa

 

Al fondo la cima volcánica del Pasochoa.

Después nos dirigimos hacia el Iliniza Norte de 5.126 m, que resulta un escalón importante para acometer la ascensión a alguno de los gigantes cercanos. Su ascensión no es técnica, pero debemos estar atentos a las condiciones de la nieve que nos podemos encontrar en el tramo final. El camino de acceso al “parqueadero” se había derrumbado la noche anterior, por lo que iniciamos el ascenso ya con muy mal tiempo Al cabo de tres horas subiendo, la lluvia y el viento dieron paso al granizo y a la nieve, y nos vimos obligados a dar la vuelta empapados y frustrados.

Los Ilinitza Sur (a la izquierda) y norte.

 

La lluvia y el viento nos acompañaron durante todo el recorrido.

El tiempo apremiaba y decidimos acometer la ascensión al Cotopaxi. Ascendimos por sus laderas hasta el refugio José Rivas a 4.800 m donde pasamos la noche. Al día siguiente Alberto y yo salimos del refugio a las 12 de la noche y pronto alcanzamos el glaciar donde nos encordamos y calzamos los crampones. Éste  se encontraba muy agrietado debido al aumento de actividad y calentamiento que sufre recientemente el volcán.

Aproximándonos al Cotopaxi.

El perfecto cono del Cotopaxi.

 

En las primeras rampas del glaciar.

Envueltos por la noche, fuimos sorteando y saltando las grandes grietas mientras el frío se hacía más intenso, y el cansancio y la altura se dejaban sentir. A medida que subíamos, el olor a azufre de las numerosas fumarolas de la cima nos inquietaba, pero el buen ritmo que llevábamos nos animaba a seguir. Ya se veían las rampas finales y los jirones gaseosos del interior del cráter, formado por un embudo rodeado de dos anillos glaciares.

Deseando ya que amanezca.

Camino de las rocas Yanasacha.

El mar de nubes colándose por el valle.

En Yanasacha, una pared rocosa a 5500 m bajo el perfecto cono de la cima, decidimos dar la vuelta ya que Alberto no se encontraba bien. Comenzamos el descenso mientras amanecía y según entraba en calor, recuperaba las fuerza y miraba la cima sintiendo que la había tenido al alcance de la mano. Las luces y colores del amanecer nos devolvieron la energía suficiente como para apreciar el poder estar en estos glaciares, justo encima de la línea del Ecuador.

Destrepando los resaltes de entrada al glaciar.

Bajando hacia el refugio.

Para descansar, nos acercamos hasta las inmediaciones del Tungurahua que se encontraba plena actividad, con explosiones y emanaciones de cenizas y gases. Aunque no pudimos verlas por las lluvias continuas, si pudimos oírlas claramente. Allí puedes alquilar bicis y recorrer parte del camino que desciende desde la cordillera hasta la selva, ya en la cuenca del Amazonas.

Camino de Baños a Puyo.

 

Cascadas del velo de la novia.

Camino hacia Puyo en la cuenca del Amazonas.

Y tras este descanso, nos fuimos hacia la cima del Chimborazo, el punto más alejado del centro de la tierra.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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