Meteorología
Peñalara sahariano
15/03/2022 – Hemos estado esquiando en las arenas de Peñalara. Un episodio excepcionalmente intenso de nevadas con arena en suspensión procedente de África y que ha teñido de naranja las montañas de la Península Ibérica. Más bien parecía que estábamos esquiando en Marte.
El pasado 15 de marzo la península ibérica se vio inmersa en un excepcionalmente intenso episodio de calima con precipitaciones que provocó lluvias de barro generalizadas y nevadas de barro en todos los sistemas montañosos. En la imagen podemos ver el análisis del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas (ECMWF) de los aerosoles registrados en Europa durante esos días. Una situación meteorológica propicia para que intensos vientos arrastraran arena del interior del Sahara hacia el sur de Europa.
En la siguiente imagen del satélite Copernicus, se aprecia claramente esa invasión de masas de aire sahariano cargadas de arena en suspensión que produjeron un evento de calima intenso, que mezclado con las precipitaciones descargadas por las bandas nubosas que cruzaban la península, tiñeron de naranja todo el territorio. Aunque la nieve con barro ocurre de vez en cuando en nuestra geografía, no es habitual que sea con esta intensidad.
En vista de como amanecieron las calles de nuestro pueblo decidimos acercarnos a Peñalara para ver este meteoro poco habitual. A medida que ascendíamos ibamos descubriendo que la presencia del barro en el manto nivoso era cada vez mayor al ascender. Apartir de Dos Hermanas el paisaje se fue volviendo más y más irreal, desértico y marciano. El fuerte viento que había erosionado el manto de nieve, había creado fromas y texturas que se veían realzadas por el depósito lítico en sus relieves. Mientras acendíamos no paramos de hacer fotos de esta excepcional situación.
Llegando a la cumbre el manto de nieve-barro adquiría texturas y formas de lo más variado: algunas parecían mapas tridimensionales con curvas de nivel; otras reticuladas como los dibujos de las jirafas; algunas como dunas del desierto.
Llegando a las proximidades de la cumbre, la misma cencellada no es que estuviera teñida de barro, es que estaba hecha de barro congelado. Nunca habíamos visto este inusual meteoro: cencellada de barro. El vértice y carteles de la cumbre estaban forrados de este barro congelado que parecía merengue de chocolate. La imagen irreal, incluso surrealista, nos dejó a todos sin palabras.
La imagen hacia la cresta de Claveles también era sorprendente, con lentejas de nieve blanca asomando en algunas zonas del sotavento. Incluso a veces, se intuía el cielo azul algunos metros sobre nuestras cabezas, mostrándonos que la calima se concentraba sobre todo en los niveles más bajos de la troposfera. El viento fácilmente superaba los 100 km/h en la cima y a duras penas nos acercamos a la entrada al Tubo Ruau para intentar bajar.
El viento había barrido y erosionado toda la parte alta del tubo y aunque no eran las mejores condiciones para esquiarlo, la parte baja parecía estar aceptablemente bien. Y así fue. La zona intermedia deslizaba bien y nuestras trazas blancas se abrían sobre la nieve naranja.
Remontamos por la Pala Fácil mientras el sol intentaba abrirse paso entre las nubes haciendo que el paisaje cobrara más luz y destacara el contraste entre el azul del cielo y la nieve rojiza. Pero esto significó que la radiación transformara rápidamente esta nieve-barro, haciéndola pegajosa y enganchosa.
La última bajada con la nieve casi podrida no fue fácil pero “¿cómo te vas a quejar de esquiar en Marte?
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Vídeo de Auroras en Islandia
Island Northern lights ¿Cómo se ven las auroras? Viendo tan sólo una foto es muy difícil imaginarlo, y normalmente siempre que vemos vídeos, son timelapse, es decir, videos en los que cada fotograma es una foto en exposición y el movimiento queda a cámara rápida. Las primeras tomas de esta pieza son vídeos a tiempo real, tal y como los ojos lo captan (más o menos). Hemos montado este video de timelapse con mucho mimo, merece la pena después de la pereza y el frío, de pasar media noche sin dormir para conseguir un trocito más.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Auroras Polares
Las auroras polares son uno de los más impresionantes espectáculos que nos ofrece la atmósfera. Las también llamadas luces del norte (northern lights), encienden los oscuros cielos de las regiones polares con cortinas de colores que nos sobrecogen. Hacer esquí de montaña bajo las auroras era el objetivo de nuestro viaje a Noruega. Las líneas que pudimos esquiar serán objeto de otros reportajes, pero ahora vamos a contaros qué son las auroras, cómo se forman y dónde observarlas.
Mapa de Situación Vídeo
Una aurora polar (aurora boreal en el hemisferio norte o austral en el sur) es un meteoro que se produce en la Ionosfera y que es manifestación de la electricidad en capas altas de la atmósfera. Son luces de colores, normalmente verdes, anaranjadas o violetas, formando cortinas, bandas o jirones que se van moviendo por la bóveda celeste con mayor o menor intensidad y brillo. Normalmente sólo son visibles desde latitudes muy altas, por encima de los 60º norte o sur, y predominantemente durante los meses de invierno cuando las noches tienen una mayor duración.
Nosotros nos fuimos a Lyngen (más info de Noruega) con la intención de hacer esquí de montaña bajo ellas y tuvimos suerte: simplemente ESPECTACULAR.
La superficie del Sol se encuentra a unos 6000 °C y conforme nos vamos separando hacia capas superiores de la corona solar, la temperatura aumenta en vez de disminuir, alcanzando hasta 3 millones de grados. Esto produce una emisión continua de radiación en un amplio espectro de longitudes de onda, y también de partículas cargadas de energía que conforman el viento solar. Las partículas del viento solar viajan a velocidades de hasta 1000 km/s, y recorren la distancia entre el Sol y la Tierra en aproximadamente dos días. Este flujo es más intenso cuando se producen tormentas solares y este viento solar llega hasta nuestro planeta chocando con el campo magnético terrestre, la magnetosfera.
El viento solar impacta con la magnetosfera terrestre que conduce las partículas cargadas de energía hacia los polos (Imagen: ytimg.com).
El viento solar empuja y deforma la magnetosfera y sus líneas de fuerza, de manera que en lugar de parecer las líneas de fuerza simétricas de un gigantesco imán colocado en el interior de la Tierra de norte a sur, estas líneas quedan achatadas frente al viento solar y son alargadas en la dirección contraria al Sol como si fuera la cola de un cometa. Las partículas cargadas quedan atrapadas en la magnetosfera y viajan a lo largo de las líneas de campo magnético acumulándose así en los dos polos magnéticos terrestres.
Aurora austral formando un anillo en torno a la Antártida (Foto: Nasa).
Allí, en torno a las zonas polares, estas partículas colisionan con los átomos y moléculas de la alta atmósfera de la Tierra que se encuentran en su nivel más bajo de energía. El aporte de energía proporcionado a estos átomos provoca estados de alta energía también llamados de excitación, y liberan entonces esa energía en forma de radiación electromagnética, manifestándose ante nuestros ojos como luz visible. Estas emisiones luminosas que llamamos auroras, se producen entre los 95 y los 500 km respecto a la superficie terrestre, en la Ionosfera, porque a esa altitud la atmósfera ya es suficientemente densa para que los choques con las partículas cargadas ocurran con suficiente frecuencia.
Los gases de la Ionosfera (a 100 km de altitud) excitados por la radiación solar, emiten energía luminosa produciendo las auroras (Foto: Nasa).
SUS FORMAS Y COLORES:
Las auroras tienen formas, estructuras y colores muy diversos que verían de manera continua. Pueden aparecer como un arco aislado muy alargado que se va extendiendo en el horizonte, o como ondas o rizos a lo largo del arco y también estructuras verticales a modo de cortinas alargadas y delgadas. Pueden aparecer bandas, espirales, y rayos de luz que tiemblan y se mueven rápidamente por la bóveda celeste. Su actividad puede durar desde unos pocos minutos hasta horas.
«Pero… ¿con qué velocidad se mueven?»
Para aquellos que nunca han visto una aurora es muy difícil imaginarse su apariencia exacta. Rara vez se ven vídeos a tiempo real porque las condiciones de luz de la noche son demasiado bajas para la mayoría de las cámaras. La mayor parte de las fotos que encontramos cuando buscamos este fenómeno son fotografías en exposición y la forma más común de captarlo en vídeo es realizando timelapses que nos muestran en pocos segundos lo que realmente ocurre en periodos de varias decenas de minutos. Es decir, la mayoría de los videos de auroras están hechos a cámara rápida.
¿Somos capaces de observar el movimiento y la variación de color e intensidad de las auroras a simple vista?
Sí. De hecho su velocidad puede ser muy variada y prácticamente imprevisible. En ocasiones veremos dibujado en el cielo este fenómeno de manera casi estática y continuada; de la misma manera un mismo destello puede cruzar el cielo en apenas un segundo e iluminar el ambiente.
«Y… ¿se ven tan bien como en las fotos?»
Depende. Cuando el fenómeno es tenue nuestros ojos dejan de apreciarlo mucho antes que una buena cámara. De hecho, cuando empieza a caer la noche y aun no se ven auroras, un buen truco para descubrir en qué parte del cielo va a ser posible verlas es hacer fotografías hacia distintas zonas de la bóveda. Si la aurora está comenzando a producirse, la cámara nos lo mostrará antes de que podamos verlo a simple vista.
Las noches en las que hay auroras fuertes podemos dejarnos impresionar sin envidiar nada al objetivo de nuestra cámara. Si tenemos suerte y algo de paciencia, seremos partícipes de un espectáculo absolutamente increíble.
¿Por qué tienen diferentes colores?
Sus colores dependen del átomo o molécula que las partículas del viento solar excitan, y del nivel de energía que alcancen éstos. Si la energía que llega afecta a niveles de la atmósfera con alto contenido en Oxígeno, dependiendo de la longitud de onda de la radiación que llegue, producirá auroras de color verde o rojo que son los más habituales. Si esa radiación que llega excita fundamentalmente a los átomos de Nitrógeno, producirá auroras de color azulado. Y si son las moléculas de Helio las más afectadas por esta radiación, producirá auroras de color púrpura o violeta, sobre todo en sus bordes.
Colores verdes y rojos del Oxígeno y púrpuras del Helio.
DÓNDE SE OBSERVAN:
A pesar de ser un fenómeno frecuente de latitudes muy altas, no es exclusivo de ellas. En ocasiones especiales puede resultar visible en latitudes medias como la nuestra, o incluso en el ecuador. La probabilidad de avistar una aurora polar depende de la latitud magnética, próxima pero no igual a la geográfica. A 67º de latitud magnética (cerca de los Círculos Polares) son un fenómeno habitual. Se pueden ver muchas noches desde finales de otoño hasta el comienzo de la primavera. A 57º la frecuencia de observarlas es de una o dos veces por mes; A 47º tan sólo se pueden ver en promedio una o dos por año. En nuestras latitudes, a unos 40º, las probabilidades de observarla son cada muchos años y muy cerca del horizonte. En el ecuador sólo se puede ver una aurora boreal aproximadamente cada dos siglos.
En latitudes bajas suelen estar cerca del horizonte y ser tenues; a veces pueden parecerse a los cirros ante el ojo humano.
Las auroras en latitudes bajas son raras, pero se han producido en numerosas ocasiones. Este pasado invierno pudieron verse desde el norte de Francia. El 20 de noviembre de 2003 se pudo observar también desde gran parte de Europa. En el año 2001 se observó una desde Niza. En España son muy raras pudiéndose observar unas pocas en todo un siglo, y existe documentación de observación en varias ocasiones, una de las últimas en el año 2000. En 1909 se llegó a observar desde Singapur y en septiembre de 1859 desde Hawai.
En un pueblo del norte de Palencia en donde trabajaba mi abuela de maestra, una noche se observó un resplandor rojizo en el horizonte que hizo salir a la gente a la calle asustada pensando que se incendiaba el monte. Tuvo que tranquilizarlos explicándoles que estaban viendo una aurora boreal. Aun mi madre recuerda esta historia, que ocurrió cuando tenía 8 años de edad. Fue el 25 de enero de 1938 en plena Guerra Civil y presentó su máximo entre las 20 h y las 3 h de la madrugada del día 26. En buena parte de España cundió el pánico pensando que el resplandor se debía a que las ciudades ardían en llamas debido a los bombardeos enemigos. Se extendió un sentimiento de misticismo y milagrería en torno a la idea de que era una señal divina debido a la barbarie de la guerra.
Una aurora roja en Figueres, 6 de abril del año 2000 (Foto: Tiempo.com).
La luz predominantemente era rojiza y fue tan intensa que llegó a ser visible incluso desde Andalucía. La Gran Aurora pudo verse en toda Europa y gran parte de Norteamérica, y llegó a observarse hasta en Las Bermudas y California. Se interrumpieron todas las comunicaciones transatlánticas de radio y en muchos lugares se pensó que la ciudad ardía en llamas. Muchos católicos vieron en ella el cumplimiento de una de las profecías de la Virgen de Fátima que anunciaba que el mundo estaba a punto de ser castigado con el hambre y la guerra. No le faltaba razón.
Debemos tener en cuenta las bandas geográficas en las que es o no posible observar la aurora. Estas bandas se muestran en los mapas de previsión de observación. También existe una clasificación según la intensidad prevista y que es la que utilizan las organizaciones dedicadas a informar de la probabilidad de observación de auroras. La escala va del 0 al 9 y para que os hagáis una idea, nosotros pudimos observarlas en Noruega con una previsión de intensidad del 3 ó 4.
Tenéis mucha más información sobre Noruega y sus auroras en: Visit Norway
App: Norway lights
Aquí os dejamos unas fotos obtenidas por composición de imágenes en exposición de 30 segundos durante aproximadamente 1 hora de duración. Al rededor de la estrella polar giran las estelas de las estrellas (startrails). No son imágenes fieles a lo que ve el ojo humano pero nos pueden dar una idea de la actividad de las auroras durante este lapso de tiempo:
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
El clima de Cercedilla
Artículo escrito para la Revista que el Ayuntamiento de Cercedilla ha publicado para las fiestas patronales de este año en el que se repasa cómo es el clima de este pueblo de la sierra de Guadarrama, en donde como ya vimos, se conservan restos de glaciares de épocas más frías.
Pensando acerca de cómo describir el clima de Cercedilla me imagino el pueblo cambiando de colores al ritmo de las estaciones del año: desde el inmaculado blanco de la nieve sobre sus casas en invierno, pasando por los luminosos verdes prados en la primavera y los profundos azules cielos del verano, hasta la paleta completa del pintor en la que se convierten sus bosques en otoño. Imágenes diversas de un clima cambiante y que hacen de este pueblo un lugar privilegiado para vivir. El cambio es la constante característica del clima de Cercedilla.
Comienza el año en Cercedilla con temperaturas frías y alguna nevada que blanquea el paisaje, aunque enseguida se instalan los anticiclones de invierno con cielos despejados y fuertes heladas nocturnas. Entre esos periodos de buen tiempo, las olas de frío siberiano empujadas por vientos fuertes, van acumulando capas de nieve. A medida que el invierno cede paso a la primavera, las borrascas atlánticas se van sucediendo trayendo abundantes precipitaciones, pero no todas en forma de nieve. Los días se alargan, la radiación solar aumenta y las temperaturas se suavizan haciendo que el manto de nieve se vaya fundiendo. Aún recibimos los últimos coletazos del invierno en forma de chubascos intensos incluso de granizo, pero las temperaturas se disparan a medida que se aproxima el verano. Las precipitaciones cesan y exceptuando algunos episodios tormentosos con fuertes chubascos, el cielo azul predomina. Aunque el calor aprieta, incluso en verano las tardes son frescas y son raras las noches en las que no hace falta una manta. Al llegar el otoño, los días más cortos suavizan las temperaturas y por fin vuelven las borrascas. Llueve con abundancia haciendo del último trimestre del año el más húmedo. Las nieblas invaden los valles y la naturaleza se prepara para el día en que vuelve el cortante viento del norte con los primeros copos.
Según la clasificación climática más utilizada, la de Köppen-Geiger, en Cercedilla tenemos un clima Lluvioso Templado de veranos secos con dos variedades, una cálida en los valles y otra fría en las cumbres. Un clima propio de las montañas del interior de la región mediterránea. Existen diversos factores que influyen en que esto sea así:
- Las latitudes medias en las que se encuentra la península ibérica hacen que el tiempo atmosférico vaya cambiando con la llegada inexorable de las estaciones del año. No ocurre así en otras latitudes en donde el clima es mucho más constante limitándose a la alternancia entre estación seca y lluviosa, o entre estación fría y cálida.
- Nuestra situación alejada de los mares y en el centro de una elevada meseta, nuestra continentalidad, impide que las masas de agua suavicen las temperaturas y suframos grandes contrastes entre los calores del verano y los fríos del invierno.
- La orografía de la península y la disposición de sus cadenas montañosas hacen que estemos abiertos a los vientos suaves y húmedos de poniente, y protegidos de los vientos fríos del este y del norte por el Sistema Ibérico, los Pirineos y la Cordillera Cantábrica. Ésta es la causa de que tengamos la sensación de que cuando hace mucho frío no nieva, ya que esos vientos fríos nos llegan ya resecos tras dejar la precipitación en aquellas cadenas montañosas.
- Otro factor determinante es su elevada altitud. El término municipal de Cercedilla se encuentra entre los 1080 m y los 2138 m de la cima del Séptimo Pico. Esos más de 1000 m de desnivel hacen que el tiempo atmosférico no sea el mismo en el fondo del valle que en las cumbres, especialmente en cuanto a las temperaturas en las que pueden observarse diferencias de hasta 10º C.
Para describir los datos climatológicos más importantes, nos vamos a referir a los del Observatorio Meterorológico que la AEMet tiene en el Puerto de Navacerrada a 1888 m de altitud, por ser éste el registro más fiable y longevo de la zona (desde 1946 a 2015). Todos los datos son extrapolables al conjunto del término municipal de Cercedilla, excepto los de temperatura que se refieren a la zona más alta del mismo. Las temperaturas en el casco urbano serán una media de 4º C más elevadas que las registradas en ese observatorio:
TEMPERATURAS:
Los meses más cálidos son julio y agosto, y los más fríos, diciembre, enero y febrero. La temperatura media anual es de 6,6º C siendo la máxima media anual de 10,3º C y la mínima media anual de 2,9º C. La temperatura máxima absoluta de 31,8º C se registró el 12 de agosto de 1987 y la mínima absoluta de -20,3º C el 25 de diciembre de 1962.
PRECIPITACIONES:
Los meses más lluviosos son octubre, noviembre y diciembre, y con menor cantidad les siguen los meses de enero a mayo. La precipitación anual media es de 1304 l/m2 con un valor máximo anual de 2380 l/m2 en 1972 y un mínimo anual de 782 l/m2 en 1990. El número de días de precipitación anual medio es de 146.
NIEVE:
En cuanto a la nieve, a esos 1888 m de altitud, el número de días de nevada anual medio es de 82. Ésta cubre el suelo una media anual de 113 días, con un máximo anual de 197 en 1951 y un mínimo anual de 62 en 2012. Desde que en 1981 se midiera el espesor de nieve en el suelo, el máximo registrado fue de 2,3 m el 2 de febrero de 1996, aunque se tiene constancia de espesores superiores a 3 m en las décadas de los 60’ y 70’.
VIENTOS:
Los vientos dominantes vienen del cuadrante norte un 25% de los días del año, siendo del sur un 22%, del oeste un 11% y del este un 8%. El 34% restante son días de calma. La racha de viento más fuerte registrada fue de 152 km/h del oeste, el 25 de febrero de 1989.
OTROS:
La humedad relativa media es elevada, de un 73%. Esta alta humedad favorece la formación de nieblas que aparecen un número de días anual medio de 151. A pesar de ello, la insolación anual media es del 51%. El número de días de helada medio anual es de 140.
Queremos recordar una de las efemérides meteorológicas que ocurrió hace ahora 20 años: nos referimos al “nevadón del 96”.
Este episodio de nevadas copiosas acumularon espesores que no se recordaban desde hacía muchos años y tuvo consecuencias importantes en la población, en la ganadería y en los bosques. Se produjo por la formación de una depresión al noroeste de la península que se mantuvo estacionaria unos cuantos días, provocando la convergencia en el eje del sistema Central de masas de aire frío del noroeste con otras de aire cálido y muy húmedo del sureste. El día 21 de enero cayeron en el Puerto de Navacerrada 150 l/m2, record histórico. En ese mes de enero cayeron en total 559 l/m2, 470 de ellos en forma de nieve. Estas acumulaciones de nieve de más de 5 m, enterraron vehículos, cortaron las comunicaciones y aislaron pueblos. Muchas cabezas de ganado murieron al no poder ser alimentadas y miles de árboles se troncharon por el peso de la nieve. Por otro lado, los aficionados a los deportes de nieve pudieron disfrutar ampliamente de ella y recuerdan ese año con nostalgia.
No quería acabar este escrito sin referirme al peligro que se cierne sobre nosotros por el calentamiento global. Inequívocamente constatamos que desde que tenemos registros históricos, las temperaturas en esta región están aumentando y las precipitaciones disminuyendo, en concordancia con lo que ocurre a nivel global en el resto del planeta. Si en el último trienio de referencia climática (de 1961 a 1990) la temperatura anual media del Puerto de Navacerrada se mantuvo constante en torno a los 6,0º C, en las décadas siguientes ha ido aumentando hasta alcanzar los 7,6º C en los últimos cinco años. De hecho, el 2015 se registró la más elevada de la historia con 8,5º C. Así mismo, la precipitación anual media ha disminuido desde los 1398 l/m2 del trienio de referencia, hasta los 1290 l/m2 de estos últimos cinco años. En los espesores de nieve medios que se llevan registrando (entre el 1 de noviembre y el 31 de mayo) desde 1981, también se observa una disminución desde los 14,8 cm/día de media de la primera década, hasta los 5,1 cm/día de media de los últimos 5 años. Y eso que sabemos que la década de los 80’ fue, en espesor de nieve, menor que la de los 60’ y 70’.
Además existen diversos estudios sobre la modificación de la cubierta vegetal de la sierra de Guadarrama debida al calentamiento global que evidencian lo expuesto, como el titulado “Modificación climática y cubierta vegetal de la Sierra de Guadarrama” de junio de 2004 realizado por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid (J. Muñoz Jiménez y A. García Romero), o el titulado “Estudio del borde del pinar-robledal en Cercedilla” realizado en el mismo IES La Dehesilla de Cercedilla en junio de 2008 (Juan Ramón Torres, Cristina Luna Santos, Estefanía Borreror de Pablos y Inés Sáenz de Miera de Lama).
De continuar las actitudes particulares y públicas respecto a la emisión de gases de efecto invernadero, es muy probable que a medio, o incluso corto plazo, el clima de Cercedilla llegue a cambiar de tal manera que nuestro entorno y forma de vida se vean gravemente afectados. Está todavía en nuestras manos el evitarlo o ¿quizás sea demasiado tarde?
Fuente de datos Agencia Estatal de Meteorología
Texto e imágenes: equipo RECmountain
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¿Qué es el Clima?
El calentamiento global actual es una realidad a nivel planetario. En los próximos reportajes vamos a ver someramente qué es el clima y cómo se estudia; cuáles son las causas del cambio climático y la influencia del hombre sobre éste; y cuáles son las consecuencias del actual calentamiento global y las recomendaciones que los expertos nos hacen para mitigar sus efectos.
En este primer reportaje vamos a ver algunos conceptos fundamentales sobre el clima de la Tierra, y más concretamente, de España. En los siguientes dos reportajes abordaremos cómo y por qué ha ido cambiando el clima a lo largo de la historia de la Tierra, y las causas y consecuencias del actual calentamiento global.
EL CLIMA:
Tiempo atmosférico:
Es el conjunto de variables meteorológicas (presión, temperatura, humedad,…) que hay en un lugar concreto y en un instante dado. Es decir, son esas condiciones meteorológicas que van variando a medida que pasa el tiempo y que cambian de un lugar a otro.
Clima:
Es el conjunto de los valores medios de las variables meteorológicas consideradas en una amplia región y durante un periodo de tiempo más o menos largo. Estos valores han ido variando a lo largo de la historia de La Tierra. La evolución del clima se estudia mediante los datos de instrumentos (a partir del S.XVII), documentos y archivos históricos (desde la Edad Media), y datos físicos y biológicos para remontarnos aún más en el tiempo (Paleoclimatología). Estos datos físicos y biológicos son: el análisis de troncos de árboles, del polen, del suelo, de fondos marinos, de capas de hielo fósil, de procesos geomorfológicos y radiactivos, etc…
En la práctica, podemos considerar el clima como algo característico de una región determinada del planeta y relativamente permanente en el tiempo (escala humana).
Son aquellas variables meteorológicas que tenemos en cuenta a la hora de estudiar el clima: precipitación, temperatura del aire, humedad, presión, viento, nubosidad, radiación solar, temperatura del suelo, meteoros, etc…
Factores climatológicos:
Son las características geográficas que determinan el clima de un lugar: latitud, altitud, continentalidad, orografía, características del suelo, exposición solar, etc…
Para estudiar los diferentes climas de la Tierra, se consideran los elementos climatológicos medios en periodos de 30 años. El último considerado ha sido el que va desde 1961 hasta 1990. Existen diversas clasificaciones, pero la más conocida es la de Köppen-Geiger que divide La Tierra en cinco grandes zonas climáticas según el tipo de vegetación, subdivididas, a su vez, según las variables de temperatura y precipitación. Así distinguimos los siguientes climas:
GRUPO A: climas lluviosos tropicales:
Vegetación Megaterma (pluvisilva y sabana):
- Af: Clima de bosque ecuatorial: Temperaturas medias mensuales superiores a 18º y variación anual inferior a 6º. Abundante precipitación igualmente repartida todo el año.
- Am: Clima monzónico: Igual al anterior pero con épocas muy lluviosas y otras más secas.
- Aw: Clima de sabana: Igual al anterior pero variación anual inferior a 12º. Menor precipitación.
Vegetación Xerófila (desiertos y estepas): Hay dos variedades: “h” caluroso (T.media anual superior a 18º) y “k” fresco (T.media anual inferior a 18º).
- Bs: Clima de estepa: Dilatada amplitud térmica y débil pluviosidad.
- Bw: Clima desértico: Temperaturas elevadas y muy débil pluviosidad.
GRUPO C: climas lluviosos templados cálidos:
Vegetación Mesoterma (praderas y bosque mixto): Temperatura media del mes más frío inferior a 18º y superior a -3º, y del mes más cálido superior a 10º. Hay tres variedades: “a” de verano caluroso (T.media del mes más cálido superior a 22º), “b” de verano cálido (T.media del mes más cálido inferior a 22º y más de cuatro meses superior a 10º) y “c” de verano fresco (igual que “b” pero menos de cuatro meses superior a 10º).
- Cw: Clima lluvioso templado de inviernos secos: El invierno es más seco que el resto del año.
- Cs: Clima mediterráneo: El verano es seco. Precipitación inferior a 30 l/m2 en el mes más seco.
- Cf: Clima lluvioso templado sin estación seca: Precipitación regular a lo largo de todo el año.
GRUPO D: climas lluviosos templados fríos:
Vegetación Microterma (bosques de hojas aciculares y mixtos): Temperatura media del mes más frío inferior a -3º y del mes más cálido superior a 10º. Además de las variedades “a”, “b” y “c” tenemos “d” de invierno frío (T.media del mes más cálido inferior a 22º y del mes más frío inferior a -38º).
- Dw: Clima lluvioso frío de inviernos secos: La estación más seca es el invierno.
- Df: Clima lluvioso frío de veranos secos: La estación más seca es el verano.
Vegetación Equistoterma (tundra y hielos polares y glaciares): Hay una variedad: “H” debida a la altitud elevada (mayor a 1.500 m) y no a la latitud.
- ET: Clima de tundra: Subsuelo permanentemente helado. Temperatura media del mes más cálido inferior a 10º.
- EF: Clima polar: Hay nieves perpetuas. Temperatura media del mes más cálido inferior a 0º.
La diversidad de climas en España es muy grande, con climas lluviosos templados cálidos en general (de influencia atlántica o mediterránea), aunque también podemos encontrar regiones con climas de tundra, bosques fríos e incluso desérticos.
En España existen tres regiones bien diferenciadas:
Región eurosiberiana:
Con climas lluviosos templados cálidos sin estación seca y climas lluviosos templados fríos en las zonas de alta montaña, en donde incluso, se dan climas polares de tundra. Abarca toda la cornisa cantábrica, desde Galicia al País Vasco, y los Pirineos y Cordillera Ibérica.
Con climas lluviosos templados cálidos de veranos secos y climas secos de estepa, incluso desérticos. En las zonas de alta montaña se dan climas lluviosos templados fríos. Abarca el resto de la Península Ibérica y las Islas Baleares, con una parte continental y otra marítima influenciada por el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico. La zona seca abarca el sureste de Andalucía y parte del interior del valle del Ebro y el Tajo.
Región macaronésica (islas Canarias):
Con climas lluviosos subtropicales y climas secos de estepa y desierto. Es la correspondiente a las Islas Canarias, con una zona tropical influenciada por los vientos Alisios que aportan humedad a los relieves volcánicos altos, y la zona seca de las islas más orientales.
Próximamente: cambio climático y calentamiento global.
Texto: Luis Pantoja
Cambio Climático
Desde que la Tierra se formó, el clima ha ido cambiando debido a alteraciones en el Sistema atmósfera-océanos, motivado por la combinación de diferentes causas naturales. Estos cambios se han producido en general de manera progresiva, permitiendo a los seres vivos adaptarse a ellos. Pero cuando el cambio climático se ha producido súbitamente, no todos los seres vivos han podido sobrevivir.
Ya hemos visto algunos conceptos básicos sobre el clima y ahora vamos a ver las causas del cambio climático y cómo ha variado a lo largo de la historia de la Tierra:
Denominamos cambio climático a la variación del clima terrestre a través del tiempo. Esto ha provocado la alternancia de épocas glaciares y periodos cálidos. En general estos cambios han ocurrido en un espacio temporal grande, posibilitando la adaptación de los seres vivos al mismo. Pero en momentos puntuales de la historia terrestre estos cambios se han producido en un periodo de tiempo muy breve ocasionando extinciones masivas de seres vivos. Se cree que ha habido cinco grandes extinciones debidas a explosiones volcánicas, impactos de meteoritos u otras alteraciones así de drásticas. El cambio climático que está sucediendo en la actualidad se está produciendo en un tiempo geológico muy breve y sus consecuencias son imprevisibles.
CAUSAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO:
Variaciones de la energía solar:
Una de las más importantes causas del cambio climático es la variación en la emisión de energía del Sol. Si el Sol aumenta mínimamente su radiación, nosotros nos achicharramos. Y al contrario, si disminuye algo, nos congelamos. Las manchas solares son tormentas en la superficie del Sol que provocan una mayor emisión de energía. Cuantas más manchas solares se produzcan, mayor será la energía recibida. La variación del número de manchas solares es cíclica, con una periodicidad de entre 9 y 14 años entre máximos. En estos momentos hemos pasado un mínimo y parece que nos encaminamos hacia un máximo.
Cambios en el magnetismo terrestre:
El campo magnético terrestre se debe a movimientos del material del interior de la Tierra, debajo de la corteza terrestre, y se comporta como un gigantesco imán orientado de norte a sur que nos protege de parte de la radiación solar. Este campo magnético fluctúa en intensidad y cuando se debilita, el polo norte y sur magnéticos se mueven con mayor velocidad (deriva magnética) pudiéndose producir incluso al inversión de dichos polos (algo que ha ocurrido ya en otras ocasiones). La deriva en estos últimos años está siendo más rápida, indicando un debilitamiento en el campo magnético y la posible llegada de mayor radiación solar.
Oscilaciones de la órbita terrestre:
Las oscilaciones cíclicas del eje terrestre, producen variaciones en la radiación solar incidente, con ciclos de 21.000, 40.000 y 92.000 años (Ciclos de Milankovich). Estos ciclos están bien estudiados y explican muchas de las variaciones climáticas sufridas.
Variaciones en la composición atmosférica:
El aumento de los gases de “efecto invernadero” (Metano y CO2 principalmente) produce calentamiento, así como el aumento de polvo en suspensión en la atmósfera procedente de erupciones o impacto de meteoritos produce enfriamiento al impedir la llegada de toda la radiación solar. Cualquier variación en dicha composición, provocará cambios en el sistema climático. El aumento de los gases de efecto invernadero desde la revolución industrial está siendo alarmantemente alto.
Cambios oceánicos:
Los cambios en la salinidad pueden provocar alteraciones en la Corriente Termohalina que es el mecanismo de transmisión y reparto de energía más importante en los océanos. Asimismo, la alteración en las corrientes superficiales debida a la variación del tamaño de los casquetes polares, o a los efectos de “El Niño” o “La Niña”, pueden alterar la circulación general atmosférica a nivel global. Este año, el efecto de “El Niño” se espera muy importante debido al extremado calentamiento superficial del Océano Pacífico.
Cobertura vegetal y suelo:
El diferente reflejo que producen las superficies según su naturaleza (desde el 80% de albedo de la nieve, al 10% de las selvas) provocan la mayor o menor absorción de energía procedente del Sol. Cuanta menor sea la cobertura nivosa, mayor será la energía absorbida. Además, dependiendo de la cobertura vegetal, la captación de Anhidrido Carbónico y emisión de Oxígeno también variará, haciendo que la composición química de la atmosfera varíe también.
El hombre:
La influencia antropogénica por la deforestación, las grandes obras hidrológicas, la tecnología (aerosoles) y sobre todo, por el uso de combustibles fósiles que está provocando una grave crisis climática que veremos más adelante.
HISTORIA CLIMATOLÓGICA:
- Hace 4.500 Millones de años:
Se formó La Tierra y el clima ha variado mucho desde entonces, pero desde hace 4.000 Millones de años sus características han posibilitado la vida en él. Hasta hace aproximadamente 3 millones de años, el clima era más cálido que el actual (entre +10º y +2º C), pero desde entonces, las temperaturas comenzaron a descender y a producirse periodos glaciales alternándose con épocas más cálidas.
- Era Cuaternaria:
Comenzó hace 1 Millón de años y se produjeron grandes glaciaciones que duraron 50.000 años de media cada una. Las temperaturas descendieron hasta -5ºC por debajo de la media actual (considerada del periodo 1961-1990). Entre ellas hubo periodos cálidos con pequeñas glaciaciones cada 13.000 años. La última glaciación (del Würm) acabó hace 11.000 años.
- Periodo Boreal (del año 8.000 antes de Cristo al 5.000 a.c):
Se caracterizó por inviernos fríos y veranos suaves. Las temperaturas suben ligeramente y se alternan periodos lluviosos y sequías. Hubo una gran variabilidad climática.
- Periodo Atlántico (del 5.000 a.c. al 3.000 a.c.):
La temperatura aumenta hasta +2ºC más que el periodo de referencia. Se produce un gran deshielo y abundantes precipitaciones. Es un periodo de estabilidad climática con predominio de flujo del oeste en la península ibérica.
- Periodo Subboreal (del 3.000 a.c. al 300 a.c.):
La temperatura baja a comienzos y finales del periodo, con un episodio cálido intermedio (Óptimo climático del Holoceno) y se producen grandes inundaciones. Hubo una considerable variabilidad climática en la península ibérica debido al predominio de flujo meridiano (circulación de vientos siguiendo los meridianos).
- Periodo Subatlántico (del 300 a.c. al 100 a.c.):
Predominio de flujo zonal (circulación de vientos siguiendo los paralelos) del oeste que suaviza el clima. Se alternan periodos lluviosos y sequías.
- Episodio cálido romano (del 100 a.c. al 400 d.c.):
La temperatura sube hasta +10C por encima de la del periodo de referencia actual. Disminuyen las lluvias.
- Episodio frío Altomedieval (del año 400 al 1.000):
Abundan los episodios de anticiclones invernales con intensas olas de frío que hacen bajar las temperaturas. Los glaciares avanzan. Hay grandes sequías.
- Episodio cálido Bajomedieval (del año 1.000 al 1.300):
Aumentan las temperaturas y las lluvias, con grandes inundaciones y regresión glaciar. Groenlandia fue llamada así por sus verdes pastos.
- Episodio frío del S. XIV y XV:
Hay abundantes lluvias, inviernos severos y olas de frío.
- Pequeña Edad Glacial de S. XVI y XVII:
La temperatura bajó hasta 1,5º menos que hoy, con inviernos muy severos y abundantes lluvias y nevadas. Se produce un importante avance de los glaciares y casquetes polares. Islandia se queda aislada por el hielo.
- Episodio cálido del S. XVIII y XIX:
Se recuperan las temperaturas alternándose fases frías y cálidas. Hubo grandes explosiones volcánicas (Tambero, Krakatoa) que provocaron años muy fríos.
- Crisis climática del S. XX:
Empezó con recuperación térmica truncada en los años 60 y 70. Después de la Revolución Industrial se ha observado una subida térmica constante y progresiva. En la actualidad, las temperaturas están siendo superiores a los 0,5ºC con respecto a la media del periodo de referencia (1961-1990).
Próximamente veremos a qué se debe el actual calentamiento global y cuáles son sus consecuencias. Y lo más importante, las recomendaciones de los expertos a gobiernos y personas particulares.
Texto: Luis Pantoja
Calentamiento Global
En las últimas décadas se ha constatado un aumento en las temperaturas medias del planeta de entre 0,5 y 1º C, y un aumento en el número de fenómenos meteorológicos extremos y violentos. El calentamiento global del sistema atmósfera-océanos es una realidad con consecuencias imprevisibles. Una vez vistos unos conceptos básicos sobre el Clima y sobre el Cambio Climático, vamos a ver algo sobre el actual calentamiento global. Según la mayoría de los estudios de expertos en el clima, este aumento global en las temperaturas medias, no se corresponde exclusivamente con las variaciones naturales, si no que, en gran medida se deben a la influencia antropogénica. El hombre con el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la desforestación y alteración de los ecosistemas naturales, está siendo el principal causante del calentamiento actual. A esta conclusión llegan después de comparar las gráficas de temperaturas medias globales (gráfica negra) con las obtenidas de los distintos modelos climáticos teniendo en cuenta únicamente las causas naturales (gráfica azul) y teniendo en cuenta las causas naturales y las antropogénicas (gráfica roja). Cuando los modelos climáticos consideran las causas naturales y humanas, tienen como resultado gráficas que se ajustan enormemente a la realidad observada y medida con instrumentos. El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) es un grupo de trabajo de expertos en cambio climático dependiente de la Organización Meteorológica Mundial, encargado de recopilar los estudios científicos sobre este tema y elaborar una serie de conclusiones al respecto. También se encarga de elaborar predicciones de lo que puede ocurrir en un futuro próximo en base a los modelos climáticos que se manejan y hacer unas recomendaciones a los gobiernos de las naciones que lo integran, orientadas a mitigar las previsibles consecuencias de este cambio. El quinto informe publicado en el 2014 reafirmó que el cambio climático está ocurriendo, que está causado por las actividades humanas y que se está acelerando rápidamente. También concluye que las temperaturas del aire y océanos están subiendo, el mar helado del Ártico se ha derretido de manera mucho más rápida de lo previsto, el derretimiento de las capas de hielo se ha acelerado dramáticamente, las olas de calor son más frecuentes, los patrones de precipitación están cambiando y los niveles del mar están aumentando y este se está acidificando.
CONSECUENCIAS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL:
Este último informe compara dos posibles escenarios futuros próximos: uno basado en un aumento medio de 2ºC en el cual se prevendrían los impactos más graves; y otro basado en un aumento de 4ºC, que es el más probable de seguir con las emisiones actuales de gases de efecto invernadero, y cuyas consecuencias serían las siguientes:
- Aumento progresivo de las temperaturas, principalmente en verano y en las zonas continentales.
- Mayor frecuencia de anomalías térmicas con temperaturas máximas extremas en verano.
- Menor precipitación total anual y sequías más prolongadas.
- Mayor frecuencia de precipitaciones torrenciales.
- Fenómenos meteorológicos violentos más potentes: huracanes, tornados…
- Inviernos más cortos y disminución en el tamaño de los casquetes polares.
- Aumento del nivel del mar y acidificación de las aguas.
- Modificación de los ecosistemas.
- Falta de alimentos y agua potable.
- Extinción de especies.
- Regresión de los glaciares. En Pirineos supondrá la desaparición de la mayoría de ellos:
Pirineos: glaciar de Monte Perdido
Alpes: Glaciar de la Mer de Glace
Rocosas: glaciar Columbia y Arapaho
EN ESPAÑA:
Entre 1971-2000 y 1981-2010 la temperatura se incrementó 0,46º C en España, más del doble que la observada entre los dos períodos de referencia anteriores, 1961-1990 y 1971-2000, que fue de 0,22º C. Con respecto a las temperaturas medias: De los 12 últimos años en España, 3 han sido extremadamente cálidos, 4 muy cálidos y 5 cálidos, no habiéndose registrado ninguno más frío de lo normal, ni siquiera normal. En cuanto a las precipitaciones se observa una ligera tendencia a la disminución, aunque lo más característico está siendo su variabilidad inter e intra-anual, así como de una región climática a otra. Con respecto a los inviernos en España, podemos observar también una tendencia a ser más cálidos, aunque no tan acusada, observándose variabilidad dentro de cada temporada con inicios en invierno dentro de la normalidad, pero con primaveras muy cálidas. En la imagen aparecen dos mapas de cada temporada con las temperaturas del invierno (diciembre, enero y febrero) y de la primavera (marzo, abril y mayo). Las proyecciones futuras en la Península Ibérica coinciden en que aumentarán de forma sustancial las temperaturas (máximas, medias y mínimas), disminuirán los días de heladas y nevadas, y las olas de calor y periodos de sequía serán más frecuentes. Fuente de gráficos de España: AEMet En el Puerto de Navacerrada, englobando los años por décadas desde 1970, se ha registrado en la última de ellas un aumento de la temperatura media de +1,7ºC, y una disminución de las precipitaciones de un -18%, de los días de helada de un -24% y de los días de nevada de un -25%. En resumen: aunque las proyecciones sobre el clima futuro no sólo dependen de los factores humanos y los modelos climáticos no pueden prever todas las variables que intervienen, de cumplirse éstas, las consecuencias pueden ser tan graves que se hace necesaria una acción urgente, profunda, individual y conjunta para cambiar nuestros hábitos y hacer cambiar las actitudes de las organismos con capacidad de decisión. Texto: Luis Pantoja
Las Nubes: ¿Qué son?
Las nubes nos proporcionan una variedad infinita de paisajes en el cielo, con una gama de colores a la altura de una paleta de pintor. Pero además de su belleza plástica nos puede dar información de qué está pasando en la atmósfera y qué nos espera en las próximas horas. Algo que a los que nos gusta la montaña, nos es de gran utilidad.
A muchas personas en su rutina diaria de casa al trabajo y del trabajo a casa, sólo les importa si va a llover para cogerse el paraguas o si va a hacer frío para abrigarse un poco más. Pero si le prestamos un poquito de atención al cielo, descubriremos que éste nos ofrece las claves para interpretar lo que ocurre en la atmósfera. Y son las nubes y los meteoros las que más información nos proporcionan del tiempo que tenemos y del que vamos a tener próximamente.
El aire en la atmósfera contiene una cantidad variable de vapor de agua que puede representar entre el 4 % y casi el 0 % de su composición. Un volumen dado de aire puede contener una cantidad máxima de vapor de agua que depende de su temperatura y su presión: a mayor temperatura o menor presión, más cantidad de vapor de agua puede contener. Cuando superamos esa cantidad máxima de contenido de vapor de agua, éste se transforma en gotitas (condensación) o en cristales de hielo (sublimación inversa), y se forma una nube. Es decir, una nube es una suspensión de gotitas de agua y/o cristales de hielo en la atmósfera.
El proceso de transformación del vapor de agua en gotitas o cristales de hielo en la atmósfera (nucleación), se ve favorecido por la existencia de partículas sólidas en el aire (sales marinas, polvo, cenizas, etc…) llamadas núcleos de condensación o congelación. Sin estas partículas sólidas higroscópicas (amantes de la humedad), no se formarían gotitas de agua hasta bajar de los 0º C, o no se formarían los cristales de hielo hasta alcanzar los -40º C.
Estas gotitas o cristales tienen un diámetro de 0,02 mm y van creciendo por un proceso de absorción de humedad (coalescencia) y por colisión entre ellas, llegando a formar las gotas de lluvia de unos 2 mm de diámetro y los distintos tipos de cristales de nieve. Cuando el peso de estas gotas de lluvia o cristales de nieve ya no es soportado por las corrientes de aire dentro de la nube, se produce la precipitación. En ocasiones, las corrientes de aire ascendentes son tan fuertes que elevan las gotas de lluvia hasta niveles altos, en donde las temperaturas bajo cero las congelan en granizos de hielo.
El que una masa de aire llegue a saturarse de humedad y forme nubes se debe fundamentalmente a que reciba un aporte de humedad o a que se enfríe lo suficiente.
El aporte de humedad necesario puede deberse a que la masa de aire atraviese una zona marina o lacustre, o una zona forestal en donde la evapotranspiración es importante. En la siguiente imagen se puede ver como la nube ocupa la superficie del embalse ya que éste aporta la humedad necesaria a la masa de aire para llegar a la saturación y condensación.
El enfriamiento necesario puede estar causado porque la masa de aire transite por una región más fría o por enfriamiento nocturno del suelo formando nieblas. Pero este enfriamiento también puede estar causado por ascenso de esas masas de aire en la atmósfera (enfriamiento adiabático).
El ascenso de una masa de aire en la atmósfera puede deberse a diversos motivos como el relieve del terreno (nubes orográficas y de onda), la llegada de una borrasca o un frente (nubosidad frontal), la convergencia de vientos en superficie (nubes de desarrollo vertical) o los movimientos convectivos debidos al calentamiento diurno del suelo (nubes convectivas y de tormenta).
Para poder distinguir unas nubes de otras nos vamos a fijar en diversas características:
FORMA:
Dependiendo de la forma que tiene cada elemento nuboso, distinguimos:
- Cumuliformes: nubes que aparecen aisladas, globosas y redondeadas.
- Estratiformes: son nubes con mayor dimensión horizontal que vertical.
- Filiformes: nubes que parecen filamentos dehilachados, lineales, más o menos enmarañados.
Hay que tener en cuenta su dimensión vertical, es decir su espesor entre la base y la cima de la nube. Algunas sólo tienen algunas decenas de metros pero otras tienen un espesor de varios kilómetros, pudiendo llegar hasta la tropopausa (a 9 – 15 km de altitud) y cuasar fuertes tormentas.
Según la altitud a la que se encuentran distinguimos entre nubes bajas (entre la superficie y los 3 ó 4 km), nubes medias (entre los 3 y los 6 ó 7 km) y nubes altas (entre los 6 km y el límite superior de la troposfera entre los 9 a 15 km). Por encima de esta altitud existen algunos raros tipos de nubosidad, nubes especiales.
Su color, brillo, luminosidad, opacidad y estructura nos determina las siguientes variedades:
- Filosus: en forma de filamentos
- Uncinus: en forma de ganchos
- Translucidus: dejan entrever el sol o la luna
- Opacus: no dejan entrever el sol
- Fractus: rotas por el viento fuerte.
- Lenticularis: en forma de lente
- Mediocris: de tamaño mediano
- Congestus: muy desarrolladas
- Capillatus: con forma de cabellera
- Mammatus: con forma de mamas globosas
- Virga: con precipitación que no llega al suelo
Texto: Luis Pantoja; Imágenes: equipo RECmountain