Canal Cachivirizas de Peña Telera

Apurando la magnífica temporada del 2013 estuvimos en una de las canales de Peña Telera, la de Cachivirizas, que llega hasta el collado entre la Peña Parda y la Corona del Mallo, intentando una variante que no pudimos rematar.

Ficha Técnica                    Vídeo                    Mapa de Situación

Dentro del Pirineos Roadtrip que hicimos en autocaravana gracias a nuestros amigos de Gorbea-Rent, recalamos al pie de la Sierra de la Partacua buscando las últimas líneas de esta larga temporada. Aparcamos nuestra casa rodante en un balconcillo con vistas al Valle de Tena, mientras escudriñábamos las posibilidades para un último descenso. Poder disfrutar de este lugar entre montañas con las comodidades de un pequeño apartamento, y gracias a su equipamiento no dejar ni una sola huella de nuestro paso por allí, es algo que hemos apreciado mucho esos días.

Nos fijamos en la Canal de Cachivirizas que asciende al collado entre la Peña Parda situada al este de Telera, y la Corona del Mallo. En su parte alta nos fijamos en una interesante variante que serpenteaba hacia la derecha hasta la cresta. Un par de estrechamientos empinados y la cornisa volando encima parecían las mayores dificultades que tendríamos que valorar cuando nos acercáramos.

Remontamos la pista hasta el ibón de Piedrafita, con un verde esmeralda que invitaba a tumbarse a tomar el sol más que a cargar con la pesada mochila. Remontamos los primeros contrafuertes y el sol ya caía a plomo. Un repentino estruendo de una avalancha de piedras y nieve nos advertía de los peligros de esta calurosa jornada.

Por fin llegamos a la nieve y podemos ponernos las botas, crampones y demás, y aligeramos el peso de la mochila. La canal principal es fácil, poco inclinada y sin peligro de aludes. Únicamente se pueden desprender coladas de fusión de pequeñas dimensiones que no representan peligro. Pero en cuanto nos desviamos a los tubos de la derecha la cosa cambia. Aquí la pendiente se acentúa a unos 45º y las coladas, por pequeñas que sean, pueden arrastrarte y las rocas afloran por todas partes.

Llegamos a los estrechamientos y la pendiente aumenta hasta unos 50º, pero la nieve está en buenas condiciones, empezando a reblandecerse lo suficiente. Nos preocupa más la cornisa que vuela sobre nuestras cabezas en esta parte final del tubo y tirando de sentido común decidimos protegernos bajo unos techos rocosos y renunciar al tramo final justo bajo la cornisa. Fabricamos una plataforma en donde calzarnos los esquís y prepararnos cómodamente.

Como casi siempre, es Alberto el que abre la línea. En esta zona en donde se concentran las dificultades por la inclinación y estrechez, hay que actuar con prudencia y calma para no cometer ningún error, pero a su vez no debemos perder tiempo debido al peligro que supone la cornisa amenazadora. De uno en uno, y de punto seguro a punto seguro, vamos bajando la parte complicada.

Después de los dos pasos estrechos, el tubo se abre y nos conduce hacia la canal principal, la que lleva directamente al collado de Cachivirizas. No hay que confiarse pues, aunque la pendiente ya no es tan empinada, la canal está salpicada de zonas sin nieve en donde te puedes hacer mucho daño. Al llegar a la amplia canal central puedes ya dejar correr algo más los esquís. Pero en la zona central la nieve se interrumpe por lo que nos descalzamos los esquís y nos desviamos hacia unos neveros resto de antiguas avalanchas y que pueden permitirnos bajar todavía más.

Nuevamente con las tablas puestas, vamos introduciéndonos en esta otra canal que se encajona entre paredes cortadas y que no sabemos bien si nos llevará hasta abajo o si se interrumpe y tenemos que remontarla. Vamos asomándonos a ella y parece que tiene salida así que seguimos esquiando por esta divertida lengua de nieve sucia, llena de rocas y ramas, y… sorpresa, nos conduce hasta casi el ibón de Piedrahita. Esta vez hemos acertado.

De vuelta al ibón, ahora sí que podemos relajarnos y refrescarnos en sus frías aguas después de este descenso que será uno de los últimos de la temporada.


Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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Categorías: ESQUÍ, Esquí de Montaña

Esquiando la cara SW del Bisaurín

D urante nuestro Pirineos Roadtrip de junio de 2013 que realizamos gracias a nuestros amigos de Gorbea Rent, visitamos el Bisaurín con la idea de bajar alguno de los interesantes corredores de su cara sur, pero el mal tiempo nos obligó a bajar por donde habíamos subido, la cara suroeste, fácil y divertida.

Ficha Técnica                    Vídeo                    Mapa de Situación

  

La amplia cara noroeste de las Cabezas de Hierro presenta una serie de palones y tubos interesantes, variados y con algo de inclinación y un desnivel que puede llegar a los 700 m cuando la nieve llega hasta el fondo del valle, al arroyo de las Cerradillas. Si bien, la zona alta suele tener nieve dura por la exposición a los fríos vientos del norte, la parte intermedia, la más empinada, normalmente conserva buenas condiciones de nieve. Y la zona baja no deja de ser interesante ya que se adentra en uno de los más bonitos pinares de la Sierra de Guadarrama.


Después de atravesar la frontera desde el Pic du Campana, cerca del Tourmalet, llegamos a la vertiente sur del Pirineo que, aunque acumulaba menos nieve, tenía buenos espesores aún. Nuestro amigo Gonzalo (Racha Freeski Shop de Jaca) nos comentó que acababa de esquiar el Bisaurín y que estaba todavía en perfectas condiciones. Aunque la previsión del tiempo no era muy optimista, decidimos intentarlo.

Desde bien pronto las nubes fueron llegando y creciendo, pero el atractivo aspecto que presentaban los tubos de la cara sur nos animó a intentar llegar a la cima antes que la lluvia. Nos fijamos en un rectilíneo tubo que desciende entre los farallones calizos de esta vertiente. Para ir más rápido, decidimos subir por la más accesible cara suroeste.

Antes de llegar a la nieve ya se escapaban algunas gotas y los jirones de nubes se iban agarrando a las cimas más altas. Decidimos seguir hasta que la lluvia o la tormenta aparecieran. Pero aunque el cielo era cada vez más plomizo, no acababa de reventar, así que llegamos al collado en donde la nieve era ya continua hasta la cima.

La pendiente enseguida se empina y nos colocamos los esquís en la mochila. No es una zona muy empinada, unos 30º, y a medida que asciendes, dos líneas rocosas te van guiando hacia la parte alta. Aquí la pendiente es algo mayor, quizás 35º y el viento empieza a soplar con fuerza. Hasta ahora las nubes sólo tapaban la cumbre, pero empiezan a envolvernos mientras nos dirigimos al plató cimero.

A partir de aquí ya no se ve nada, estamos inmersos en el “whiteout” rodeados sólo de blanco, sin poder distinguir nieve y niebla. Sabemos que la cara norte presenta unos buenos cortados y que suelen tener grandes cornisas por lo que nos movemos con extrema precaución. Atisbamos un cambio de color que resulta ser la cornisa norte y guardando una distancia prudencial, vamos ascendiendo hasta que nos parece que ya no hay nada más alto. Creemos que hemos llegado a la cumbre.

Nos resulta imposible orientarnos aquí y encontrar la entrada al tubo de la cara sur, por lo que decidimos bajar por donde hemos venido. Sin perdernos de vista vamos bajando todo lo rápido que estas condiciones nos permite. Cuando pasamos la prte más empinada empezamos a tener algo de visibilidad. Aquí ya se puede correr hasta el collado al que llegamos en un momento.

Pero el descenso todavía no ha terminado. Remontamos desde el collado hacia el pico de enfrente para alcanzar un nevero con continuidad hacia el valle, estrecho pero todavía esquiable. Por allí podemos continuar el descenso hasta bastante más abajo, saltando en algún que otro estrechamiento y pisando alguna piedra, pero qué más se puede pedir a finales de junio… Y además hemos tenido la suerte de que la lluvia todavía no ha llegado.

Últimos metros entre nieve y piedras antes de calzarnos las zapatillas tranquilamente mientras nos sobrevuela un impresionante quebrantahuesos. Maravillas del Pirineo.


Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: ESQUÍ, Esquí de Montaña

Astún: en busca de la gran nevada

Sucesivas borrascas frontales procedentes del noroeste han ido llegando al Pirineo las últimas semanas. El lunes 14 no parábamos de leer que en la zona occidental el espesor superaba el metro de nieve y que fuera de las pistas la nieve polvo llegaba hasta el pecho. A día de hoy, algunas estaciones llegan a los 500 cm de espesor acumulado. Nos vamos a Astún.

Ficha Técnica                                         Mapa de Situación                                         Vídeo

La euforia se desató cuando empezamos a adentrarnos valle arriba, acercándonos al pequeño pueblecito de Canfranc. Los coches, los cubos de basura, todo estaba cubierto por “pillows” de casi un metro de altura. Pocas veces hemos visto una nevada tan copiosa como esta, y menos en el Pirineo, aunque es cierto que en ocasiones suelen caer. Las casas de Candanchú presentaban enormes cornisas y acumulaciones que amenazaban con venirse abajo.

Un metro en la base de la estación.

Imponentes cornisas sobre los tejados de Candanchú.

El lado oscuro de estas situaciones en las que precipitan tantos litros en tan pocas horas, es que el riesgo de aludes aumenta de manera muy acusada. Según la escala Europea, el riesgo se ha mantenido entre 3 y 4 en la Cordillera Cantábrica, 2 y 3 en el Sistema Central y hasta 5 en Pirineos y Sierra Nevada.

Cargadas laderas próximas a la estación.

Candanchú desde La Raca.

Una ventana de buen tiempo de un solo día, nos permitió disfrutar de la nieve y el sol. Aunque un poco compacta por el viento, ésta era de muy buena calidad. Nos sorprendió ver laderas que ya conocíamos, completamente sepultadas por metros y metros de nieve. Algunos tubos eran irreconocibles.

El Midi d’Ousseau.

Típica roca rojiza de la parte superior de la Raca.

Astún es una de las mejores estaciones para esquiar con nieve polvo, pues su orografía presenta todo tipo de pendientes y rincones para adecuarnos a las condiciones meteorológicas y el riesgo de avalanchas.

Telesilla de Pastores.

SECTORES FREERIDE:

  • Pastores:

Para días con poca visibilidad, el telesilla de Pastores nos da acceso a una zona segura y divertida debido a la presencia de rocas y algún que otro arbolito. Siempre recordaré que bajo esta silla, hace un par de años junto con mi padre y mi hermano, vivimos uno de los mejores días de “powder” de toda nuestra vida.

Javi Jiménez reventando la nieve polvo.

Rincones con nieve polvo.

El viento favorecía las grandes acumulaciones.

  • Truchas:

Truchas es una opción muy válida para los amantes de los giros amplios y la suavidad a la hora de esquiar. Esto sin mencionar la preciosa panorámica de toda la estación, que podemos observar desde su cima.

Alberto en Cornisa.

Javi cerca de la zona de Canal Roya.

Juguetones ventisqueros típicos de la estación.

  • Raca:

Sin duda alguna, el sector más ácido, la zona mas freerider es la Raca. Ya sea por sus estrechos y empinados tubitos de la cima (los cuales nos quedan a mano derecha y podremos estudiar mientras vamos sentados en la silla de la Raca) o por los largos itinerarios fuera de pista del otro lado (la zona del Ruso y las bajadas a la carretera de subida a Astún).

Gonzalo Vázquez (Racha Freeskishop) entrando en los tubos de la Raca.

Turno de Blanca Jordán.

y turno deJavi en La Raca.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: ESQUÍ, Freeride

Navidad en Benasque

Tras un inicio de temporada que parecía prometedor, el espesor de nieve ha ido menguando a lo largo de estas últimas semanas. Aún así, decidimos acercarnos a Benasque. Para los esquiadores del Sistema Central, es una de las únicas opciones viables, ya que aquí la temporada ha sido interrumpida por la escasez de nieve.

Mapa de Situación

El mes de noviembre trajo buenas nevadas tanto a Sierra Nevada como a la Cordillera Cantábrica y Pirineos. Esta base tan buena ha ido disminuyendo y transformándose. Ahora el espesor es escaso y la superficie quedó muy dura, aunque con las últimas nevadas las condiciones han mejorado bastante.

Para nuestra sorpresa, encontramos una ligera capa de nieve recién caída que nos permitió disfrutar de esta escapada al Pirineo aragonés. 


Decidimos comenzar recorriendo el valle de Benasque desde Llanos del Hospital. Nos arrepentimos de no haber cogido los esquís de travesía, pues  las condiciones de la nieve resultaron ser mejores de lo esperado. El circuito de esquí de fondo está abierto y muy bien pisado.

Empezando la excursión en Los Llanos del Hospital.

La nieve dura que hay puede ser una buena base para las próximas nevadas.


Se debe tener precaución, ya que aún afloran muchas piedras y el terreno está helado en muchos tramos. Las condiciones son algo más peligrosas de lo que en principio podría parecer.

En la zona alta podemos encontrar algo de nieve polvo.

Hacia el Aneto, todavía algo escaso de nieve.

Disfrutamos de un día soleado y unas magníficas vistas a los pies del Aneto.  Encontramos avalanchas en las laderas contiguas, casi todas ellas aludes de fondo. Las zonas soleadas en laderas empinadas pueden ser peligrosas estos días. En zonas altas, alguna que otra placa de viento desprendida, como en el glaciar del Aneto.

Atención a los aludes de fondo en las laderas sur.

En las norte, sin embargo, persiste el riesgo por placas de viento.


Sin embargo, el estado de la estación de Cerler es bueno. Cuenta con más de 40 km esquiables, por ello hemos estado allí el resto de las jornadas, aprovechando la buena calidad de sus pistas.

Aunque la nieve no sobra, la estación está en perfectas condiciones.

 Incluso podemos escaparnos de las pistas…

… para provechar esos centímetros de polvo.

Pudimos comprobar de primera mano que todavía hay piedras y “tiburones” escondidos que te pueden dar algún que otro revolcón dejándote la suela.

Pero los tiburones están al acecho…

… bajo esa escasa capa de nieve polvo.

De todos los remontes sólo el de Basibé y Ampriu están cerrados. Gracias al funcionamiento de los cañones podemos disfrutar de jornadas provechosas de esquí en pista. Tendremos que esperar a próximas nevadas para hacer freeride, aunque solo el paseo por los pueblos de Benasque, Anciles, y alrededores de la zona hacen que el viaje merezca la pena.

Feliz Año Nuevo.

Texto e imágenes: equipo RECmountain

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Categorías: ESQUÍ, Freeride