La Mira: canal Oeste

Continuando con nuestro “Proyecto Gredos” hemos sacado esta línea a la que habíamos echado el ojo hace tiempo. Con una entrada no muy fácil de encontrar, una pendiente fuerte en su zona alta y con exposición en todo su recorrido, este itinerario resulta exigente pero no extremo.

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Ésta no ha sido la mejor temporada en la Sierra de Gredos, de hecho ha sido una de las peores que se recuerdan para hacer esquí de montaña. La nieve no cayó hasta finales de febrero, pero mientras que en otras cordilleras lo hizo de forma abundante, aquí apenas rellenó algunos altos canchales. Incluso su vecina Guadarrama tuvo más suerte. Pero a finales de abril se produjeron nevadas copiosas en esta zona del Sistema Central debido a una húmeda entrada de vientos de suroeste. Con la esperanza de encontrar bien formada esta línea en La Mira, nos fuimos para allá.

Camino del Puerto de Candeleda, en las primeras rampas de Los Campanarios, pudimos por fin ponernos las tablas. Con inquietud subimos hasta el cordal cimero para asomarnos a la vertiente suroeste de La Mira y comprobar cómo estaba de nieve. Pero la decepción se apoderó de nosotros al contemplarla casi seca. Después de muchas deliberaciones sobre si darnos la vuelta o cambiar de objetivo, decidimos acercarnos a estudiar la línea para una futura ocasión.

Y menos mal que decidimos acercarnos, porque según íbamos aproximándonos fuimos dándonos cuenta de que un reguero de nieve parecía tener continuidad hasta bien abajo. Según ascendíamos pudimos ir comprobando que quizás podría ser posible descender la canal, aunque no fuera en las mejores condiciones. Con otro ánimo remontamos las últimas palas hasta la torreta de la cumbre de La Mira.

Tras reponer algo de fuerzas y calzarnos los esquís, nos dirigimos a la vertiente sur para descender por ella hasta la portilla en la que comienza la canal, unos 50 m más abajo en la arista que separa ambas vertientes. Aquí la nieve no daba mucha confianza por lo blanda y “paposa” que estaba, pero enseguida alcanzamos la puerta que se abre a la vertiente suroeste.

Nos asomamos hacia la canal con intriga y nervios. Desde arriba solamente se puede ver el comienzo de la línea hasta la boca de un tubo estrecho entre dos espolones rocosos, en donde la pendiente se acentúa y se deja de ver. Las rocas que afloran por toda la canal nos inquietan bastante: aquí no te puedes caer. Comenzamos esta parte alta de uno en uno y giro a giro para no errar. Además tenemos que ir sorteando pasos entre rocas y zonas de nieve dura en las partes en sombra. Vamos concentrados al ciento por ciento, y trazando cada giro con precisión milimétrica.

Por fin nos asomamos a la segunda parte de la línea: un tubo sombrío entre dos agujas de roca. La pendiente quizás supera algo los 45º, pero lo que nos preocupa es que todavía está a la sombra por lo que permanecerá dura por el rehielo nocturno. Efectivamente encontramos el tubo con una nieve muy dura y zonas con toboganes en las que sólo apoyan las colas y las espátulas. Con mucha delicadeza vamos bajando este tramo en sombra hasta que llegamos a la nieve soleada y que comienza a estar algo más blandita. A partir de aquí podemos respirar más tranquilos, aunque la escasez de nieve no permite bajar la guardia todavía.

Después del tubo en sombra, llegamos a una zona más amplia y soleada por lo que podemos enlazar ya los giros pero sin perder de vista las irregularidades del terreno ya que la cantidad de rocas que afloran podrían hacernos mucha pupa en caso de caída.

Empeñados en aprovechar la bajada, enlazamos los regueros de nieve que descienden a nuestra izquierda en donde parece que se ha acumulado algo más de espesor. Y así conseguimos bajar casi 400 m de desnivel por esta cara suroeste de La mira, hasta unos 1950 m de altitud. En otras circunstancias más invernales, este descenso se puede alargar mucho más, hasta el fondo del barranco en la cabecera de la Garganta Lóbrega.

Pero esto todavía no ha acabado, y es que cualquier descenso en esta vertiente sur de Gredos tiene la guinda final de remontarla hasta arriba para volver a la Plataforma. Con los esquís en la mochila recorremos parte del itinerario de bajada hasta donde comienzan las rampas empinadas. Desde ahí decidimos subir hacia nuestra izquierda por unas palas más tendidas y fáciles que llevan al collado justo anterior a la cima.

Echamos un último vistazo a la canal y nos calzamos los esquís para atravesar hasta Los Campanarios desde donde nos dejamos caer en un rápido descenso hacia el Prado de Las Pozas. Llegamos satisfechos por haber podido bajar esta canal de La Mira que esta misma mañana parecía imposible de esquiar.


Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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