El Durazno, canal Este
En el murallón sur de los Riscos del Francés encontramos un laberinto de paredes rocosas y canales nevadas que se elevan verticales sobre la Garganta Blanca. A su dificultad hay que sumarle su lejanía y complicado acceso que ambientan cualquier actividad que se realice allí. En esta primera incursión con esquís por este paredón hemos podido bajar la canal Este del Durazno. Descenso con entrada delicada y pendiente mantenida pero cuyo peligro principal son las avalanchas que recoge.
Ficha Técnica Mapa de Situación
Continuando con nuestro “Proyecto Gredos” y después de las copiosas nevadas de este final de temporada, decidimos aventurarnos por la vertiente sur de la Sierra de Gredos. Cualquier acceso desde aquí a las canales nevadas resulta, cuando menos, largo y difícil. Las profundas gargantas se adentran en las montañas por desfiladeros rocosos, los “boquerones”, que en ocasiones nos pueden impedir el paso con las mochilas y los esquís en la espalda. Las impenetrables laderas de piorno y matorral también nos pueden amargar la ruta, así que hay que planificar bien el acceso si queremos llegar a la base de las canales.
Salimos desde el Refugio de La Albarea a 930 m de altitud, cargados con todos los trastos de esquiar y los de escalar por si acaso. Remontamos el cordal entre la Garganta de la Albarea y de la Casqueruela por donde vemos terreno más despejado. Desde la cota 1300 aproximadamente, atravesamos hacia el noroeste hasta el fondo de esta última garganta. Justo enfrente de nosotros se eleva el impresionante murallón sur de los Riscos del Francés. Un laberinto de verticales paredes rocosas entre las que se han labrado canales y diedros empotrados en la montaña, y en las que las sucesivas avalanchas han acumulado ingentes cantidades de nieve en su base.
Intentamos seguir la garganta para acceder a la base de la canal, pero los boquerones nos cierran el paso y tenemos que desviarnos ladera arriba, por nuestra izquierda, hasta meternos de lleno en el piornal. La progresión se vuelve más difícil entre tanta vegetación pero cerca de la cota 1600 m pudimos ya calzarnos los esquís.
Desde este cordal hacia la Portilla del Escobarón, ya con los esquís puestos, conseguimos avanzar más deprisa remontando hacia nuestra derecha para entrar en la propia Canal Este del Durazno. Al asomarnos a la parte baja de la canal, podemos ver que se encuentra repleta de depósitos de enormes aludes por lo que decidimos continuar ascendiendo por la cresta nevada hasta la zona media, libre de bloques.
Metidos ya en la canal la pendiente se empina y tenemos que echar los esquís a la espalda. La inclinación media son unos 40º, mantenidos, con nieve muy blanda que no nos ofrece confianza. Intentamos salirnos del eje de la canal al lateral izquierdo menos peligroso si cae alguna avalancha. De hecho, todo el murallón de la derecha que viene de la parte alta de los Riscos del Francés, está purgándose espontáneamente, arrojando a la canal bloques y coladas de nieve continuamente. Sólo en la salida de la canal atravesamos a la derecha para salvar la cornisa que cierra el paso.
Alcanzamos la cima pegada al Risco del Durazno y un poco más arriba atisbamos la cumbre de la Lancha de la Bóveda. Desde aquí observamos nuevos rincones con infinidad de canales, palas y paredones que nos invitan a soñar con nuevos proyectos. Esto es inmenso. Nos sentimos preocupados con el estado de la nieve que nos vamos a encontrar ya que empieza a darle la sombra a la canal y la blanda nieve puede empezar a encostrarse y volverse peligrosa. Nos calzamos los esquís y para abajo.
La cornisa nos cierra el paso dejando un estrecho y vertical acceso en un trozo de placa cortada y volando sobre la canal. Nos parece demasiado arriesgado entrar por ahí y romper ese trozo de placa que nos arrastre, así que a Alberto se le ocurre entrar por las rocas un poco más a la izquierda. Es un paso delicado, aéreo y expuesto, pero más fiable que la cornisa, así que se decide a abrirlo y lo ejecuta sin problemas. Nuevamente su imaginación nos ha llevado a progresar por la zona más segura.
La pendiente aquí ronda los 45º o poco más, pero la dificultad está en el estado de la nieve, que se desliza en placas y está enganchosa, por lo que extremamos las precauciones en esta zona alta. Ya bajo la cornisa vamos enlazando giros para salir cuanto antes de la trayectoria de su posible caída. Aunque la nieve sigue estando enganchosa y no es muy fiable, la pendiente cede algo y la anchura de la canal nos permite estar más seguros.
Seguimos bajando intentando seguir los canalones más limpios de nieves blandas que han dejado las avalanchas, aunque los toboganes formados no son muy cómodos. Ya en la parte baja llegamos a la zona de depósito de los aludes que confluyen aquí, no solo de esta canal, sino también de las paredes y couloires que bajan de los Riscos del Francés.
Los depósitos son ya tan grandes en esta zona baja, que decidimos salir de la canal principal a otra secundaria a nuestra derecha y que, además de estar limpia de bloques, nos lleva más abajo hasta la zona de piornal en donde acaba la nieve.
Los últimos giros coinciden con las últimas luces, así que sin perder más tiempo comenzamos el largo descenso, volviéndonos de vez en cuando para contemplar este alpino rincón en el que hemos descubierto nuevos objetivos que esperamos poder afrontar pronto. Gredos es inmenso…
Texto e imágenes: equipo RECmountain
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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
BRUTAL. Eso sí que es Gredos extremo y duro en estado requetepuro. ¡Ahí va la rima!