Chamonix: esquiando el glaciar de Argentiere

Chamonix es desde hace tiempo lugar de culto para los alpinistas y esquiadores de montaña. Esquiar teniendo de fondo los glaciares del macizo del Mont Blanc, saltar por encima de un serac de hielo azul o afrontar una empinada pendiente enmarcada entre paredes de granito rojo es algo en lo que llevábamos tiempo soñando.

Ficha Técnica                                        Mapa de Situación

                    

Tras la toma de contacto por los núcleos más esquiables, el resto del tiempo lo dedicamos a lo que realmente nos ha traído aquí: los dos grandes sectores que hacen de Chamonix un lugar único, el glaciar de Argentiere y La Mer de Glace. Tenemos que ser conscientes del terreno por el que vamos a movernos: la alta montaña. Esto implica la necesidad de llevar y saber manejar el material adecuado, así como el conocimiento de las técnicas alpinísticas imprescindibles en terreno glaciar: progresión y rescate. Si no poseemos estos conocimientos será necesario contar con la ayuda de un guía profesional.

Plató del glaciar de Argentiere con el Mont Dolent al fondo.

Mirando el azul hielo del glaciar.

En cuanto al material necesario, al menos debemos llevar lo siguiente:
– Material para rescate en aludes: arva, pala y sonda
– Material de progresión glaciar: arnés puesto, mosquetones, cintas, cuerda y material para polipastos.
– Material de seguridad: crampones, piolet y casco.

Bajando desde Grands Montets hacia el glaciar de Argentiere.

Siguiendo la margen izquierda del glaciar.

El glaciar de Argentiere:

Desde el pueblo de Argentiere a 1252 m ascendemos en telecabina a les Grands Montets a 3275 m, es decir, más de 2000 m de desnivel esquiable y orientado al norte de manera que la nieve se conserva de manera excepcional. Existen tres descensos principales, todos por glaciar por lo que aconsejamos ir con el arnés puesto y el material suficiente para rescate en grietas. Los itinerarios principales son los siguientes:

Alberto SPA con las agujas de Chardonnet y Argentiere al fondo.

Seracs en la zona de encuentro del glaciar de Rognons con el de Artgentiere.

•    Desde la estación superior del telecabina accedemos al glaciar que baja de la Pequeña Aguja Verte para pasar a la ladera este de la montaña por el collado que separa estas agujas. Desde allí podemos descender por el itinerario balizado que pegado a la arista rocosa va rodeándola hasta que gira a la ladera norte de la montaña y regresa a la zona de remontes. Es un descenso con pocos riesgos, laderas amplias y suele estar bastante transitado.

Aviso de los peligros que supone esquiar por glaciar.

Paloma con la cara norte de Les Droites detrás.

Ladera que baja al plató del glaciar de Argentiere.

•    Otro itinerario parte de ese mismo descenso pero atraviesa la arista en su parte superior y accedes a la ladera norte, justo bajo la línea del telecabina. Por esta ladera podemos buscar las palas menos pisadas, pero siempre con la precaución de movernos por zona glaciar.

El impresionante circo glaciar de Les Courtes y el Mont Dolent.

Entre los seracs del glaciar de Rognons.

Vuelazo entre los seracs del glaciar de Argentiere.

•    Partiendo del mismo collado que los itinerarios anteriores, pero desviándonos hacia las paredes de la derecha según descendemos, llegamos a la salida de la zona balizada para bajar directamente hasta el mismo glaciar de Argentiere. Las variantes aquí son muchas y en general, cuanto más nos desviemos hacia la derecha, más grietas y seracs encontraremos. Es una zona en la que con niebla no conviene introducirse si no conocemos el terreno. Sin embargo, si nos desviamos a la izquierda llegaremos a unos empinados tubos que dan acceso al glaciar de Argentiere y que salvan los contrafuertes que el retroceso de los hielos han dejado en las paredes de roca del valle. Desde allí, y siempre por la margen izquierda del glaciar vamos perdiendo altura hasta llegar al resalte en donde el glaciar se precipita bruscamente al fondo del valle. En ese punto debemos desviarnos a la izquierda para evitar los grandes cortados que te escupen al fondo del valle. Así vamos girando hacia la ladera norte como en los otros itinerarios.

Y con Telemark también se vuela.

Turno de Álvaro saltando entre los hielos. 

Y Alberto sobre las grietas.

Pero el descenso no acaba aquí y es que todavía nos quedan las interesantes y empinadas laderas de bajada al pueblo, por un precioso bosque de alerces y luego de abetos, generalmente con una nieve muy fría y poco transformada. De hecho, si hace mal tiempo y hay buena nieve, es en esta zona de Grands Montets donde más se puede disfrutar.


Texto e imágenes: equipo RECmountain

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ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.

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