Archivo Anual: 2011
Tignes: ¡esquí por un tubo!
Y es que los tubos, canalones y pendientes empinadas de Tignes nos han hecho disfrutar de unos blanquísimos días en los Alpes. Una segunda semana de enero con abundancia de nieve que nos ha permitido aprovechar el desnivel de casi 2000 m desde los glaciares de La Grande Motte hasta Les Brevieres.
Ficha Técnica Mapa de Situación Vídeo
A estas alturas no vamos a descubrir nada de esta superestación que no se haya dicho ya, aunque esperamos sorprenderos con algún que otro rincón, de esos que merecen una visita. Tignes es una de las grandes estaciones de los Alpes, con nieve tanto en invierno como en pleno verano. Sus datos no dejan lugar a dudas: 300 km de pistas, 10.000 hectáreas esquiables, 79 remontes mecánicos, casi 1000 cañones de nieve artificial, 155 pistas de las que 26 son negras, casi 2000 m de desnivel, 2 snowparks, un boardercross, 2 glaciares esquiables, … Esta claro que no es por casualidad que aquí se celebre el “Winter X Games Europe 2012”, el mayor evento Freestyle del continente.
Val Claret y Le Lac al fondo.
Un buen comienzo de temporada ha hecho que en la estación de Tignes tuviera la práctica totalidad de sus remontes abiertos. Eso sí, el viento repartió por desigual el manto nivoso y arrastró la nieve a los valles haciendo que en ellos el espesor fuera mayor que en las zonas más altas. Así, esquiar el desnivel de casi 2000 m entre los glaciares de la Grande Motte a 3450, y los chalets de Les Brevieres a 1550, dejan a cualquiera sin aliento.
3200 hectáreas de fuera de pistas.
Nada más llegar y con las buenas perspectivas de nieve y de sol para los días siguientes, nos informamos acerca de las condiciones y los sectores más interesantes para el freeride. Acababa de terminar un periodo de nevadas y todo el mundo estaba ansioso de estrenar la nieve polvo caída. Con nuestros esquís “Zag” para paquetones, todos los archiperres de prevención y seguridad, y una buena dosis de prudencia, nos dirigimos a los sectores que nos habían aconsejado.
Casi 2000 m de desnivel desde los glaciares de La Grande Motte.
Sectores interesantes para freeride:
•Pramecou:
El acceso lo efectuamos con otro corto paseo desde la base del remonte de “Vanoise” al pie de los glaciares de la Grande Motte. Aquí encontramos también canales y algunas buenas laderas amplias.
Vista del sector de Pramecou.
Desde el glaciar de La Grande Motte, una travesía nos lleva a la parte alta de Pramecou.
Una zona orientada al norte en donde abunda la nieve polvo.
Aquí la nieve polvo se conserva bien dada su orientación y altitud.
•Aguja de Chardonnet:
Gracias a los remontes de “Grattalu” y al de “Aiguille Percee”, y con una pequeña caminata, accedemos a una de las zonas freeride más interesantes, con numerosos y variados corredores: desde amplios en donde el giro no es un problema, hasta estrechos y empinados para culebrear entre las rocas.
Sector de la aguja de Chardonnet.
Cerca de la Aiguille Percee con la nieve barrida por el viento.
Entre Chardonet y Percee.
Álvaro entrando en esta ladera norte.
•Tignes tuffs:
Sector de los tubos entre “Le Lac” y “Val Claret”: aquí llegamos gracias al telecabina de “Lavachet” y descendiendo algo por la pista de “Crocus”. Preciosa zona de largos y estrechos tubos (a veces demasiado estrechos) entre paredes y agujas de roca amarilla. Hay que asegurarse de que el tubo que queremos descender tiene paso y no equivocarnos al empezar, ya que algunos pueden no tener continuidad.
Los Tignes tuffs justo encima del lago.
Los hermanos Pantoja en mitad de una de las canales que llegan a Le Lac.
Fernando y Luis al comienzo de uno de los tubos.
Uno de los numerosos tubos sobre Le Lac.
Estrechos y empinados pero con una nieve perfecta.
•Vallon de la Sache:
Desde la famosa “Aiguille Percee” y en la margen izquierda (según se baja) de la pista de “la Sache”, se extiende este valle que va estrechándose hasta el punto de que se convierte en una estrecha garganta de la que tenemos que salir atravesando el bosque de alerces hasta el telecabina de “la Sache”. Una gran excursión.
Saliendo hacia el Vallon de la Sache.
Saltando por el tejado de una cabaña en la zona intermedia del Vallon de La Sache.
Preciosa excursión hacia Les Brevieres.
Llegando al bosque de alerces.
Travesía final para volver a los remontes.
Oficina de turismo de Tignes: www.tignes.net
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Tajo de Los Machos con esquís
En pocos lugares podemos ascender un tresmil con esquís mientras contemplamos como brilla el mar al fondo. Ascender por las Alpujarras hasta el Tajo de los Machos en Sierra Nevada, no hay que perdérselo.
Ficha Técnica Mapa de Situación
Gracias a nuestros amigos de Nivalis en Granada pudimos disfrutar de una de las excursiones más bonitas que con esquís de travesía puedes realizar en Sierra Nevada. Nos llevaron hasta Las Alpujarras en este comienzo de invierno en el que la nieve hizo acto de presencia relativamente pronto y gracias a los fríos en cotas altas, se conservaba bastante bien hasta en esta vertiente sur de la sierra.
Capileira y el Mulhacen al fondo.
Desde Soportujar ascendimos en coche por carriles hasta muy cerca del refugio de La Piuca Cuando la nieve nos impidió pasar con los coches nos calzamos los esquís y continuamos hasta el refugio por la pista y a partir de allí fuimos ganando altura por el bosquecillo de pinos en dirección al Pico de Las Alegas. Con un poco de suerte puedes ir enlazando neveros para no tener que descalzarte, ya que esta ladera orientada ligeramente al noroeste, aguanta bien la nieve.
Remontando desde el refugio de La Piuca.
Abandonando el bosquecillo de pinos.
Kike Ribas (snowtracks) en la ladera del Pico de Las Alegas con el Mediterráneo al fondo.
Dejando el Pico de las Alegas a la izquierda, continuamos subiendo hasta el cordal entre éste y el Tajo de Los Machos, que aparece al fondo. Las vistas se amplían a todo el valle de Poqueira, con el Mulhacen, La Alcazaba y El Veleta rematando el valle por el norte. Y si volvemos la vista al sur podemos ver los brillos del mar Mediterráneo apareciendo entre la bruma de la costa. Es un espectáculo impresionante poder foquear con el mar de fondo.
El grupo en el collado entre el Pico de Las Alegas y el Tajo de Los Machos.
Rodeando la vertiente oeste justo antes de la cima del Tajo de Los Machos.
Llegando a la cumbre con el Mulhacen al fondo.
El último tramo de la ascensión flanquea las rocas de la cima del Tajo de Los Machos por la derecha, por la vertiente noroeste, por donde tenemos que tener precaución para no resbalar hacia las pendientes empinadas que bajan por esa ladera. Después de unas tres horas de ascensión, un rodeo a la cumbre y estamos sobre ella a 3088 m sobre el mar, nunca mejor dicho. Con el día tan espectacular que tuvimos, hasta pudimos tomarnos aquí arriba el bocata y prepararnos tranquilamente para lo mejor: la bajada hasta el coche.
Bocata y a quitar pieles.
Mulhacen y Alcazaba desde la cima del Tajo de Los Machos.
Kike empezando el descenso de la cara sur del Tajo de Los Machos con el mar brillando al fondo.
El descenso podemos afrontarlo directamente por la ladera suroeste hasta el fondo del valle para luego atravesar hacia el sur hasta el refugio. Nosotros preferimos bajar por la vertiente sur, amplia, fácil y rápida hasta el collado entre el Tajo de Los Machos y las Alegas. Allí un corto foqueo nos lleva hasta la cima de este último Pico desde donde afrontamos directamente el descenso hacia el refugio de la Piuca.
Palas amplias hacia el collado antes del Pico de Las Alegas.
Kike en la vertiente oeste del Pico de Las Alegas.
Bajando por Las Alpujarras.
Esta ladera, con un poco más de inclinación que la anterior (30º), nos va conduciendo hacia el bosquecillo, primero de pequeños pinos fácilmente esquiable y luego más denso. En esta última parte del descenso conviene acertar al escoger las pequeñas vaguadas que acumulan la nieve y descienden hacia el refugio. Aquí, la experiencia de Javi y sus amigos nos llevaron directamente al refugio.
Entrando en la zona de bosque.
El bosque poco a poco se hace más denso.
Y en ocasiones no sabes ni donde girar.
Una bajada que recordaremos no sólo por combinar la nieve y la contemplación del Mediterráneo al fondo, si no, sobre todo por la estupenda compañía de la gente de Nivalis que os aconsejamos conocer en su tienda de Cenes de la vega.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESPAÑA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Esquí de verano en Les Deux Alps
Los 2 Alpes en verano son mucho más que esquiar en un glaciar: saltar en el snowpark, volar en parapente, hacer trekking o escalada. Pero si te gusta el descenso en bici de montaña, aquí vas a disfrutar.
Ficha Técnica Mapa de Situación
Todos los que esquiamos conocemos o hemos oído hablar de su nieve y sus pistas en invierno, pero queríamos saber si cuando en Madrid nos cocemos de calor, merece la pena escaparse a esquiar a los glaciares de los Alpes. ¡¡ Y vaya si merece la pena!! No sólo por la nieve, si no por el resto de actividades que podemos practicar en esta estación.
Nos levantamos temprano ya que desde las 7,15 funciona el telecabina Jandri Express que nos lleva directamente desde los 1650 m de la estación hasta el glaciar a 3200 m de altitud. Es uno de los glaciares esquiable más grande de Europa y sus pistas ocupan 90 hectáreas entre los 2900 m y los 3600 m, ofreciéndonos 700 m de desnivel esquiable. La zona de esquí de verano se asienta en un elevado plató a caballo entre Los 2 Alpes y La Grave (en invierno existe conexión entre ambas estaciones), sobre los glaciares de Mantel y La Girose. Esta situación “mesetaria” hace que su movimiento de reptación montaña abajo sea muy lento, por lo que el calentamiento global tiene, de momento, escaso impacto en él.
No conviene salir de las zonas balizadas.
Contamos con 16 remontes mecánicos abiertos (2 telecabinas, 1 teleférico, 4 telesillas, 7 telesquís, 1 telebaby y 1 funicular) que nos dan acceso a 8 pistas (2 verdes, 4 azules y 2 rojas). En la parte intermedia, en el Dome de Puy Saliè a 3420 m, se encuentra la zona para debutantes a la que podemos acceder a través del funicular subterráneo que pasa por debajo de los glaciares mismos. Existe un estadio de slalom en donde entrenan muchos equipos de competición, sobre todo franceses e italianos. Sus condiciones son perfectas a primera hora, con la nieve bien helada. Algunos marcajes están abiertos al público para poder medir nuestra destreza pasando puertas.
Aprendiendo a esquiar con el Mont Blanc de fondo.
En el estadio de slalom.
Pero son sus instalaciones para el Freestyle las que han dado fama a esta estación en el verano. Su snowpark crece año tras año desde que se abriera en 1994, ocupando en la actualidad 18 hectáreas divididas en zonas para debutantes, confirmados y expertos. Entre sus instalaciones cuentan con un halfpipe, un superpipe de dimensiones olímpicas, zona de slopestyle, un boardercross, etc. Allí no es difícil encontrarse a alguna de las figuras del freestyle asombrándonos con sus vuelos. En la zona más baja del snowpark tenemos un big airbag en el que ensayar todos los trucos que queramos.
Esperando turno en el snowpark.
Te pudes dar vuelazos como éste.
Big Air donde aprender a saltar.
A las 12,30 cierran los remontes para esquiar y aunque pueda parecer temprano, a esta hora la nieve ya se ha trasformado y en la zona baja del glaciar corre en torrentes por encima del hielo. Pero el día todavía no ha hecho más que empezar, y es el momento de cambiarnos de atuendo para seguir disfrutando de otras actividades igualmente interesantes. La estación está preparada para recorrerla por los itinerarios diseñados para las bicis de montaña y existen numerosos locales de alquiler de material adecuado. Si vamos a practicar descenso nos proporcionarán desde bicicletas apropiadas de descenso (sorprendentemente en muy buen estado), hasta corazas, rodilleras y cascos integrales. Los guantes corren de vuestra cuenta y os aconsejamos que os llevéis también vuestra coraza o espaldera, ya que las que alquilan suelen estar húmedas de la limpieza del día anterior y resulta un tanto desagradable.
Hasta el mismo glaciar podemos subir las bicis.
Itinerarios perfectamente preparados.
Existen escuelas de monitores de bici que además de llevaros por los itinerarios más interesantes, os enseñarán el correcto manejo y truquillos para controlar la máquina y os ayudaran en cualquier avería. Tenemos rutas turísticas con recorridos tranquilos entre los distintos núcleos de la estación. También existen itinerarios de ascenso a las cotas más elevadas que pondrán a prueba nuestras piernas y nuestro corazón. Pero la modalidad más practicada es el descenso y el freeride, con itinerarios y senderos clasificados por su dificultad al estilo de las pistas de esquí.
Subir en telecabina te da un poco de aliento.
Llegando a la estación.
El acceso se realiza gracias a la red de remontes abiertos hasta las 19 horas y que están perfectamente preparados para dejarse arrastrar por ellos, llevar colgando las bicis de las sillas o trasportarlas en el interior de las cabinas. Hay rutas de descenso verdes, azules, rojas y negras. Todas perfectamente diseñadas, arregladas y señalizadas por el personal de la estación. Los descensos verdes y azules son muy divertidos, rápidos y bien peraltados para iniciarnos en esta disciplina o para dejar correr nuestra máquina en estas rutas sin grandes dificultades técnicas. Los descensos rojos y negros tienen zonas técnicas, trialeras o con grandes pendientes en las que hay que saber mover la bici con habilidad, así como tarimas de madera o pasarelas elevadas para superar algunos tramos en los que debemos encarrilar correctamente nuestra máquina si no queremos salir volando.
Telearrastre de acceso al bikepark.
En el bikepark.
En total tenemos 127 km de pistas y senderos balizados entre rutas de ascenso e itinerarios de descenso, con 7 pistas verdes, 12 azules, 12 rojas y 5 negras. La cota máxima se encuentra a 3200 m de altitud al pie del glaciar y la mínima en el pueblo de Venosc a 900 m. En total un desnivel de 2300 m que pondrán a prueba nuestra resistencia, aunque sea sólo cuesta abajo. Mención aparte merece el bikepark, con zonas de distintas dificultades en las que nos encontramos un fourcross, un slopestyle completísimo, etc. Accedemos a la parte más alta de ellos gracias a los telearrastres y podemos pasarnos entretenidos, perfeccionando nuestra técnica, unas cuantas horas. Un lugar con mucho ambiente en donde el sólo hecho de ver los vuelos de algunos “maquinas”, merece la pena una visita.
Saltos grandes…
…y algún que otro revolcón.
Se celebran varios eventos ciclistas importantes durante el verano, entre ellos, se celebra una prueba del Mundial de BTT, con un gran salón donde ver y probar todas las marcas importantes del sector. También se celebra el Mountain of Hell un descenso “megavalancha”, abierto a todos, de 25 km con salida desde la zona alta del glaciar a 3400 m, para después seguir descendiendo por las pistas hasta el pueblo de Venosc. Un descenso de 2500 m de desnivel en el que el ganador emplea tan sólo ¡¡¡¡ 39 minutos!!!
Camino de Venosc.
Otra actividad importante de la zona es el vuelo en parapente, con varios despegues hacia todas las orientaciones y grandes posibilidades para “hacer distancia”. Hay varias escuelas de vuelo y posibilidad de realizar vuelos en tandem con algunos de los mejores pilotos franceses. Al estar situada en un collado abierto a dos valles, podemos despegar desde la misma estación y remontar para después aterrizar en el mismo sitio, o volar hacia los pueblos en el fondo de los valles. Una experiencia que no os debéis perder.
Desapegando de Les Deux Alps.
Con La Muzelle al fondo.
Volando hacia Venosc.
Y si todo esto no os ha parecido suficiente y todavía tenéis tiempo, podéis hacer senderismo por el Parque Nacional de Los Ecrins, realizar alpinismo en las montañas cercanas como La Muzelle o la Barré des Ecrins, escalar en los rocódromos de la estación o en las escuelas de roca cercanas, hacer alguna de las dos vías ferrata de Venosc o San Christophe o disfrutar de los deportes acuáticos como el rafting o el hidrospeed.
La Barre des Ecrins (4102m).
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Gran Trail Peñalara: 110 km por la Sierra de Guadarrama
El 25 y 26 de junio se ha celebrado la II edición del Gran Trail Peñalara (GTP). Este año a la dureza en sí del recorrido de 110 km y 5100 m de desnivel positivo, se le ha sumado una sofocante ola de calor nunca registrada.
Ficha Técnica Mapa de Situación Vídeo
Correr 110 km es algo muy duro, y más si es por terreno de montaña con un desnivel acumulado de 5100 m positivos y otro tanto negativos. Pero las mayoría de los corredores estaba de acuerdo en que ha sido el calor lo que más dura ha hecho esta prueba. Sólo basta decir que de 341 participantes tan solo 145 han llegado a la meta. La organización de esta prueba de gran distancia ha sido organizada por la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara (www.grantrail.es) que ha desplegado todos sus recursos para poder realizar esta II edición.
Aplastante calor en el paso por la Hoya de San Blas.
El recorrido atraviesa algunos de los más emblemáticos paisajes de la Sierra de Guadarrama en una ruta circular que partiendo desde el pueblo de Navacerrada, visita Rascafría y La Granja para acabar nuevamente en Navacerrada. Este año compartía recorrido con el Trail Peñalara (TP) de “tan sólo” 78 km y que finalizaba en La Granja. La salida se dio a las 06,30 h del sábado 25 de junio y se estimaba que los primeros corredores llegarían en torno a las 20 ó 21 horas, mientras que la mayoría de los participantes llegarían ya de noche o incluso por la mañana del domingo. La prueba estuvo dominada desde el principio por Luis Alonso, vecino de La Granja, que enseguida se destacó del grupo y supo dosificar sus fuerzas. En chicas fue Ana Isabel Estévez la que lideró la carrera llegando la primera a La Granja, en donde abandonó. A partir de ahí Luz Pérez consiguió mantenerse ya en cabeza hasta el final.
Dedaleras cerca de los jardines de La Granja.
El implacable sol al pasar por La Pedriza y la Hoya de San Blas fue mermando la resistencia de muchos de los corredores y la subida al Reventón y Peñalara dio la puntilla a otros tantos. Ampollas, insolaciones, agotamientos fueron dejando participantes fuera de carrera y el número de abandonos ha sido un índice de la dureza de esta prueba. Con la llegada de la noche, el fresquito fue dando un respiro a los supervivientes que ya iban remontando el valle del Eresma hacia el puerto de La Fuenfría. Y los últimos corredores llegaron con las primeras luces del domingo. Os dejamos con unas imágenes de la prueba:
Navacerrada, salida y llegada del GTP 2011.
Salida en Navacerrada justo antes del amanecer.
Empezando las primeras rampas en La Barranca.
Llegando a La Maliciosa con los primeros calores.
Ganas deban de darse en bañito en Las Presillas.
El puente del Perdón y el monasterio de El Paular.
Invasión de insectos llegando a Peñalara.
Ana Estévez pasando el cordal del Pico de Claveles.
Luis pasando la meta parcial de La Granja.
Bernat Gil, ganador del TP de 78 km.
Con el palacio de La Granja al fondo.
Por las calles de La Granja de San Ildefonso.
Luis Alonso tras ganar los 110 km del GTP.
Atardeciendo en la bajada desde Peñalara.
Cerca de los jardines de La Granja.
Beatriz Fernández ganadora del Tp de 78 km.
Puesta de sol cerca de La Granja.
Últimos rayos de sol en la cima de Peñalara.
Faro de luz en el control de Peñalara, 2429 m, para los últimos corredores.
Cansancio y sueño durante esta larga noche.
Hacia la boca del lobo cerca de la «Boca del Asno».
Amanece en el Puerto de Navacerrada.
Enfilando la última subida.
Por fin, la meta.
Los esforzados corredores escoba.
La alegría de llegar..
…y la alegría de recibir.
El primer clasificado fue Luis Alonso con 14 h 19’ con una ventaja sobre el segundo, David González, de nada menos que 1 h 02’ y Félix Alonso tercero. En chicas ganó Luz Pérez con 18 h 47’ seguida de Montserrat Sistere y Elena Sánchez. En el TP de 78 km ganó Bernat Gil con 10 h 28’ seguido de Javier Cubero y José Ramón García. En chicas ganó Beatriz Fernández, única chica en terminar esta prueba.
Enhorabuena a todos, a los que llegaron y a los que lo intentaron. Sólo el hecho de participar, merece nuestro reconocimiento.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Inexpugnable Almanzor
El pico Almanzor, que con sus 2592 m es el techo del Sistema Central, recibe su nombre de la leyenda de que en esta montaña se escondió ese rey moro perseguido por los caballeros castellanos durante la reconquista. Bien protegido por sus farallones rocosos sólo las más atrevidas canales nos acercan a su cima, y esquiarlas es todo un desafío.
Ficha Técnica Mapa de Situación
La Sierra de Gredos ha sido y es la escuela de alpinismo de toda Castilla. Ya sea escalando las agujas de Los Galayos o ascendiendo las cascadas de hielo del Circo de la Laguna Grande, estos picos nos han enseñado a muchos montañeros de la zona centro lo que es alpinismo. Y a los que venimos haciendo esquí de montaña desde hace unos años nos ha enseñado lo que es la dificultad y el compromiso a la hora de descender con las tablas.
Las líneas de la cara norte.
Aunque ya se habían usado los esquís para las aproximaciones a esas montañas, es en los años 80 cuando se comienzan a bajar las más empinadas canales de Gredos. Eran los principios del esquí extremo y el Almanzor pronto centro las miradas de unos cuantos. En 1982 ya se había descendido la portilla del Crampón y la de los Cobardes, y poco después, en 1986 y animado por el descenso de Miguel Ángel Vidal de la canal norte utilizando un rápel en la cascada de hielo, descendí la canal nordeste. En la cara sur se encuentran las expuestas canales oscuras, que desde las rocas cimeras descienden a ambos lados del cuerno del Almanzor.
Luis bajando la portilla del crampón, 1982.
Todos los descensos son cuando menos difíciles y expuestos, e incluso extremos, y sólo en condiciones perfectas son posibles. Aparte de las canales de la pirámide cimera, el Almanzor se asienta en su lado norte en un zócalo granítico igualmente interesante en donde podemos trazar infinidad de líneas, dependiendo de la innivación de la temporada. Debemos asegurarnos elegir la ruta correcta ya que al ser una ladera convexa, desde arriba no vemos su continuidad, y podemos acabar enriscados. En esta zona es la parte baja la que presenta mayor inclinación y dificultad. En conjunto, el descenso de alguna canal del Almanzor enlazando con las líneas del zócalo, hacen que esta actividad sea interesante y potente.
La parte baja del zócalo.
La pasada semana hemos estado por allí con la intención de descender la canal norte. El comienzo presagiaba unas condiciones perfectas: nieve desde la mitad de la subida al Morezón; y día soleado que reblandeciera la nieve.
En la Laguna Grande.
Pero al bajar por la pala Amezúa ya vimos que había menos nieve de lo esperado. Para llegar a la Laguna Grande tuvimos que echarnos las tablas a la mochila y hasta llegar al refugio no pudimos volver a calzárnoslas. Los calores de abril han derretido gran parte de la nieve que quedaba. Las últimas precipitaciones que acababan de caer habían dejado una capa de nieve nueva de unos 20 cm que estaba helada en las umbrías y muy húmeda y pesada en donde iba dando el sol y que se deslizaba en coladas de fusión.
Remontando hacia la Portilla del Crampón.
Contrafuertes de la cara norte.
Cuando encaramos la canal norte empezamos a encontrarnos con dificultades. Un canalón estrecho, del ancho de los esquís, con nieve helada por un lado y costra en el otro. Por encima nos topamos con la parte de la cascada de hielo seca formando un muro de unos 15 m sobre el que termina el nevero que baja de la cima.
La cascada de hielo seca.
Continuando por la canal en diagonal.
Valoramos la posibilidad de que el nevero de arriba al que le daba el sol, se viniera abajo al descender con los esquís y nos arrastrara hacia la cascada, por lo que optamos por seguir por la canal principal bajo la cascada, que en diagonal llega hasta un hombro justo encima del diedro característico de la cara norte.
Collado justo encima del diedro característico de la cara norte.
Desde este hombro empezamos el descenso, fácil en los primeros giros, pero que a medida que llega al estrechamiento se complicaba por el estado de la nieve, a un lado costra y al otro helada. Piolet en mano pasamos el embudo y pudimos volver a girar, ya sin problemas.
Alberto al comienzo de la canal…
…en donde los giros deben ser precisos.
Luis llegando al estrechamiento.
Paso un tanto delicado.
Últimos giros en la canal norte.
En la zona más divertida del zócalo.
Aquí hay que acertar con el canalón correcto.
La mayoría de las líneas del zócalo estaban cortadas en su parte baja, así que optamos por la única posible, que enlaza con la parte baja de la canal que sube al Venteadero. En cada giro aquí teníamos que parar ya que las coladas de fusión te arrastraban en cuanto te descuidabas y tenías que acabar dejándote llevar para salir por sus laterales. En vista de cómo está aquí la nieve, creo que acertamos al no descender la parte superior de la cascada de la cara norte.
De vuelta en la laguna.
Con las luces de la tarde escudriñamos la cara norte y dejamos pendiente su descenso para cuando las condiciones de la nieve sean mejores. Incluso, pensamos que en un año bueno sería posible encadenarla entera, sin rápel… Volveremos al Almanzor.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE LA SIERRA DE GREDOS
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Islas Lofoten: pico Smatindan con esquís
Ascender con lluvia y nieve al pico Smatindan no es agradable. Pero si en la bajada el sol se cuela entre las nubes e ilumina el verde de los lagos y el azul del mar, se te olvidan todas las penas.
Ficha Técnica Mapa de Situación
Svolvaerd es una pequeña ciudad marinera dedicada a la pesca. Su pescado es exquisito y os recomendamos que visitéis alguna de sus típicas tabernas marineras y probéis el bacalao fresco, o el arenque cuyos secaderos salpican el puerto. Si queréis daros un homenaje, id a cenar a “A Rorbuer & Brygga Restaurant Svinoya” típica taberna de pescadores con una cocina tradicional y en especial el bacalao fresco, ya sea guisado y con paté o con jamón serrano frito (www.svinoya.no). Además ofrecen una gran variedad de productos del mar, incluida la carne de ballena.
Puerto pesquero de Svolvard.
El turismo es otro de los sectores fundamentales de estas islas. En invierno gracias al esquí, pero no al de pista ya que sólo tiene un pequeño remonte (único en Lofoten), si no al esquí de montaña. Durante los días más oscuros del invierno, muchas agencias nos ofrecen excursiones para la observación de las Auroras polares. Además, durante todo el año podemos realizar actividades como el kayak de mar, la bici de montaña, la escalada o el treking. Algunas direcciones de interés:
- Guía de montaña Mike Bromberg: www.mikebromberg.com
– Guías de montaña: www.alpinguides.no
– Sea Kayaking: www.lofoten-aktiv.no
– Actividades outdoor: www.njords.no
– Auroras Boreales: www.polarlightcenter.com
Podemos acceder en barco a los fiordos más recónditos.
Desde las mismas calles de Svolvaerd podemos salir con los esquís puestos hacia el pico Blatinden de 621 m. Esta excursión es muy frecuentada por los habitantes locales que cuando terminan su jornada laboral, se lanzan monte arriba. Esta naturaleza dura y salvaje ha modelado a sus habitantes y los ha hecho fuertes y austeros. Gentes poco derrochadoras, muy apegadas a la naturaleza y muy respetuosas con el medio. No tienen remontes de esquí y no los quieren. Prefieren ese esquí auténtico en el que un buen descenso pone la guinda a una ascensión esforzada.
Desde el Blatinden podemos ver la costa de la península escandinava.
La cordillera de las Islas Lofoten es lo primero que se encuentran los vientos y las borrascas que proceden del Atlántico norte. Estas montañas son azotadas con violencia por los fuertes vientos cargados de humedad del océano, y trasforman muy rápidamente las condiciones de la nieve. Cuando visitas estas islas debes tener presente que es normal quedarte encerrado en el hotel durante estos días de mal tiempo. Nosotros, cumpliendo con las estadísticas, capeamos el temporal leyendo y visitando los bares del pueblo y menos mal que el festival que acompañaba al “Lofoten Freeride” daba gran ambiente al lugar.
Catedral de las Lofoten entre la bruma.
Aunque con peor nieve, la última jornada nos concedió unos paisajes espectaculares gracias a las cambiantes luces de un tiempo en el que a ratos llovía, a ratos nevaba y a ratos salía es sol. Saliendo hacia el oeste de Kavelbag, remontamos junto a unos lagos espectaculares hasta el pico Smatindan de 662 m. La nieve húmeda dio paso cerca de la cima a unas placas de nieve dura que nos obligó a descalzarnos los esquís en mi caso, y la splitboard en el caso de Javi, para poder alcanzar la cima.
Javi dejando atrás los lagos helados cerca de Kavelbag.
El tiempo cambia muy rápidamente tan cerca del mar. Foto: Javi González.
A ratos llovía, como nevaba, como salía el sol.
Nieve muy dura cerca de la cima del Smatindan.
Con el azul de los fiordos a nuestros pies, tanto por una vertiente como por la otra, comenzamos este último descenso tratando de impregnarnos con todos los elementos de este paisaje de nieve y mar, que a nuestros cerebros desarrollados en la Meseta Castellana tanto nos han impresionado. El descenso discurre por una suave ladera paralela a unos cortados que caen abruptamente hasta el mar. La ladera acaba junto a esos azules lagos helados desde donde nos resta un paseo por un bosque de raquíticos abedules hasta la carretera pegada a la costa.
Preparando la splitboard para el descenso.
Mike en acción.
Primeros giros metiendo bien el canto en la nieve dura.
Primeros virajes de Mike.
Y el mar a nuestros pies.
Luis hacia los lagos de Kavelbag. Foto: Javi González.
Al día siguiente vuelta a Madrid, pero con la intención de volver algún día. Y es que, esta combinación de montañas, nieve y mar hace de las Lofoten uno de esos lugares inolvidables para los amantes del esquí y la naturaleza.
Sencillamente espectacular.
Información general de Lofoten: www.lofoten.info
Información general de Noruega: www.visitnorway.com
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESCANDINAVIA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Islas Lofoten: pico Savinden con esquís
Unas montañas blancas que surgen del azul del mar. Una naturaleza solitaria y agreste, que nos ofrece nieve polvo hasta la misma orilla de sus fiordos. Esto son las islas Lofoten en invierno.
Ficha Técnica Mapa de Situación
Mientras las altas temperaturas de abril aniquilan la nieve de nuestras montañas, la península escandinava sigue disfrutando de unas excelentes condiciones invernales. Así hemos ido a Noruega, un destino mucho más próximo y atractivo de lo que imaginamos. Hemos cruzado el círculo polar ártico para llegar a las Islas Lofoten. La combinación de vuelos no es fácil y hemos tenido que volar de Madrid a Copenhague, de aquí a Oslo, después a Bodo y por fin a Svolvaerd.
Islas Lofoten: montañas y fiordos…
Situado frente a la costa del norte de Noruega, este archipiélago está constituido por una cadena montañosa de aspecto muy alpino que alcanza los 1146 metros de altitud sobre el nivel del mar (nunca mejor dicho) del pico Higravtindan. Se encuentra conectado a la península escandinava por una serpenteante carretera jalonada de puentes y túneles pero el modo habitual de llegar allí es volando hasta su ciudad más importante: Svolvaerd.
Kavelbag con el pico Vagakallen de 942 m al fondo.
Indiscutiblemente, lo que hace de Lofoten un lugar especial es el esquí de montaña en su más pura esencia. Las montañas que surgen de este mar son agrestes, alpinas, blancas y brillantes, con estrechos corredores o amplias y fáciles laderas. Nos sorprendieron sus paredes forradas de cencellada y hielo, que hacen volar la imaginación y en las que quizás algún día, podamos trazar alguna línea. También podemos recrearnos en travesías que cruzando las montañas nos llevarán desde la orilla de un fiordo hasta la de otro.
Las montañas alcanzan los 1100 m.
Las laderas llegan hasta el mismo mar.
La primera zona que visitamos parte del pueblo de Laupstad en donde dejamos el coche a la misma orilla del fiordo. Tras atravesar un pequeño bosque de raquíticos abedules, ascendimos, siempre con el fiordo de fondo, en dirección norte. Alcanzamos un amplio collado desde el que se divisan los fiordos del otro lado de las islas. Desde ahí giramos hacia el oeste hasta alcanzar la cresta. Por la arista y en dirección suroeste alcanzamos la cima del pico Savinden de 700 m de altitud.
A medida que ascendemos las vistas se hacen más y más impresionantes. Foto: Javi González.
Cerca de la cima del Savinden de 700 m.
Preparados para el descenso. Foto: Javi González.
El descenso con la nieve polvo salpicándonos la cara y el mar azul enmarcando la pendiente, ha sido uno de esos momentos inolvidables de esquí que uno recuerda para siempre. Nieve polvo que según descendíamos iba deslizándose en pequeñas coladas, acompañando nuestros giros. En la zona más baja, serpenteando entre los arbolillos puedes llegar prácticamente hasta la orilla del mar.
Mike Bromberg, nuestro guía, empieza el descenso.
Javi González surfeando la nieve polvo.
Y por fin es mi turno. Foto: Javi González.
Llegando al bosque de abedules.
Lassensaciones de esquiar en nieve polvo hasta la misma orilla del mar, es algo que a los que venimos del sur, nos parece mágico.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESCANDINAVIA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.
Islas Lofoten: pico Kvittinden con esquís
Hay lugares más baratos para irnos de vacaciones de esquí. También los hay mucho más cómodos para llegar desde España. Pero las islas Lofoten te hechizarán y seguro que querrás volver.
Ficha Técnica Mapa de Situación
En Lofoten existen dos maneras de movernos por las islas: hospedados en tierra y alquilando un coche; o alojándonos en un barco que nos llevará de un fiordo a otro (boat-trip). Esta segunda opción es sin duda la más interesante y cara, y nos llevará a rincones poco frecuentados y salvajes, pudiendo dejarnos en un sitio y recogiéndonos al final del día en otro diferente. También podemos combinar la estancia en tierra con alguna jornada de barco que nos lleve a algún fiordo al que no se llega por carretera. Los hoteles son escasos y caros y la opción de alquilar una cabaña puede salirnos a cuenta si vamos en grupo.
Con el coche podemos acceder a infinidad de descensos.
Tras el éxtasis de la primera esquiada en el Pico Savinden, vuelta a subir, esta vez al vecino pico de Kvittinden de 696 m. Una primera parte atravesando el bosquecillo nos da acceso a las laderas amplias en las que tenemos que elegir bien la ruta para ascender por la zona más segura y protegida de posible aludes. Alcanzamos después el collado entre éste pico y el vecino Savinden, justo en el desagüe de una de las muchas lagunas de esta zona y que ahora, por supuesto, sólo intuimos bajo la capa de nieve. Desde aquí y por la cara oeste del pico, llegamos hasta su cima.
Laupstad a la orilla del fiordo.
Superado el bossquecillo de abedules.
Cruzando una de las lagunas heladas. Foto: Javi González.
Cerca de la cima del Kvittinden.
Tras estudiar el estado de la nieve y valorar su estabilidad, optamos por tomar ciertas medidas de seguridad por si hubiera placas de viento en este primer tramo sotaventado. Más abajo, con la nieve más asentada, nos dejamos deslizar relajadamente hasta casi donde habíamos aparcado el coche. Este segundo descenso fue sosegando nuestras ansias de nieve polvo y pudimos saborear, aún más si cabe, este entorno tan espectacular.
Turno de Javi bajando el Kvittinden.
Con nieve polvo para todos. Foto: Javi González.
Mike con el mar medio congelado al fondo.
Totalmente satisfechos volvimos al hotel en Kavelbag, un pequeño pueblo de pescadores, tranquilo pero con buen ambiente joven y muchas actividades culturales. En este lugar encontramos también algunas cabañas de pescadores que nos alquilarán a buen precio. Allí coincidimos con el “Lofoten Freeride” que se ha celebrado al comienzo de la primavera, en el que se dieron cita la mayoría de las figuras nacionales de esta disciplina. Unos días con gran ambiente de fiesta y esquí.
Aquí se celebra el “Lofoten Freeride” en donde puedes encontrar a los mejores riders noruegos.
Pudimos recopilar información de los mejores lugares para esquiar en estas islas y, nos aconsejaron las siguientes zonas:
– Desde el pueblo de Laupstad: ascensión al Savinden de 700 m, al Pilan de 828 m y al Kvittinden de 696 m.
– Desde Svolvaerd: ascensión al Blatinden de 621 m.
– Desde Kabelvag: Ascensión al Smatindan de 662 m y al Vagakallen de 942 m.
– Desde Eide: ascensión al Higravtindan de 1146 m, al Geitgatjen de 1085 m y al Rulten de 1062 m.
– Desde el trollfjorden en barco: ascensión al lago Trollfjurvatnet a 185 m hasta donde llegan los glaciares del Trolltindan 890 m.
– Desde Bjornoya: ascensión a los couloires del Feslvagtinden de 541 m.
– Desde Vestpollen: ascensión Torskmannen de 755 m y al Kyittinden de 517 m.
Zonas interesantes para freeride.
De todas formas, os garantizamos que las posibilidades son infinitas, y las excursiones fáciles o los descensos extremos abundan en cada fiordo de estas islas.
Una de las montañas más altas e inaccesibles: el Rulten 1062 m.
Impresionante Geitgatjen de 1085 m.
Texto e imágenes: equipo RECmountain
OTRAS LÍNEAS DE ESCANDINAVIA
ADVERTENCIA: Las actividades aquí descritas entrañan riesgos y están realizadas por especialistas y técnicos expertos. Advertimos de la necesidad de practicarlas con la prudencia y experiencia necesarias, con la técnica y el material adecuados y acompañados de guías o monitores profesionales.